La Musa de mis Canciones

CAPÍTULO OCHO

Brigitte Stanley.

– Me dijeron que esta carrera no sirve de nada.- susurra Génesis enfadada.- Que todos con esta profesión son unos mediocres.

– ¿Hay algo que tu hayas hecho y estén satisfechos? .- niega y yo resoplo.- entonces no te lo tomes a pecho porque nada va a cambiar.

– Lo sé pero me enerva que critiquen todo lo que yo hago.- apoya la espalda en el respaldo de la silla agotada.- Si quieren obligar a alguien a estudiar lo que quieran ellos, que tengan otro hijo.

Niego con la cabeza y hago el mismo movimiento que Génesis. Sus padres la tienen mal, siempre han querido que ella estudiara derecho o finanzas como ellos, pero mi mejor amiga siempre se opuso, más bien hizo lo que quiso con su vida y me alegro por ella, no me hubiese gustado verla estudiando algo que no quería.

Obviamente con los padres de Génesis no me llevo muy bien que digamos, siempre han pensado que yo era una 'mala influencia 'para ella, pero aquí entre nos, la mala influencia claramente es Génesis. Supuestamente fui yo la que la trajo a este mundo de 'personas mediocres 'como son los profesores pero siempre ha sido lo que ella quiso y lo que yo desde mi infancia desee ser mientras admiraba como otros maestros actuaban con sus alumnos.

–¿Por qué no puedo tener unos padres normales como los tuyos? .- pregunta y yo la miro incrédula.

– Creo que tu concepto normal no es el mismo que el mío.- río y ella me mira con mala cara. Alzo las manos en son de paz.- Bien, bien. Sabes que tu eres como una de nosotras y mis padres te quieren como una hija.

– Lo sé pero es que...¡Cabrones! - se desespera y golpea la mesa de la clase con fuerza. Abro los ojos como platos y giro la cabeza como la niña del exorcista hacia donde está la profesora Harvey que nos observa con odio. Cagamos.

La señorita Harvey viene con pasos apresurados a nuestra mesa, Génesis no se ha dado cuenta porque tenía la cabeza en la mesa pero yo sí. Desvío la vista haciéndome la que no sabe nada.

La señora Harvey carraspea unas cuantas veces y me obligo a mirarla mientras Génesis sigue con la cabeza apoyada en la mesa.

– ¿Disculpa? .- alterna la mirada entre nosotras y solo puedo ver en sus ojos enfado.-¿Pueden repetir o escuché mal?

– Cabrones, eso es lo que son. ¿Estas sorda o que Brigitte? .- Dice Génesis sin darse cuenta que nuestra profesora está delante y fue ella la que preguntó.

Le doy unos golpecitos a Génesis en el muslo y por fin levanta la cabeza de la mesa. Me mira con el ceño fruncido y le hago gestos con la mirada para que se dé la vuelta, se gira lentamente para encontrarse con una profesora furiosa. Abre sus ojos de más y traga saliva.

– Oh mierda...- susurra con la vista fija en la señora Harvey.

– Bueno, cuéntenme.- se cruza de brazos la profesora.- ¿Quiénes son unos cabrones?

Génesis se voltea mirándome y me pide ayuda silenciosamente. Carraspeo y me atrevo a hablar.

– Unos mosquitos, si, unos cabrones mosquitos.- digo y no puedo cagarla más.- Estaban con el sonidito ese que hacen.- Hago el zumbido de las moscas.- en la oreja y nos estábamos desesperando. Por eso... Génesis dio un golpe en la mesa ya que estaba ahí y lo mató. O eso creemos.

Miro a mi mejor amiga y asiente frenéticamente.

– Si, si. mira.- enseña su palma y claramente no hay absolutamente nada.- Ups, debe de haberse caído. Lo sentimos señora Harvey.

Nuestra profesora nos mira con los brazos cruzados y una ceja alzada, desvío la vista y veo que todos nuestros compañeros se están aguantando la risa.