La Musa de mis Canciones

CAPÍTULO TRECE

Brigitte Stanley.

Hace exactamente cinco días que atenté con mi propia vida, cinco días que decidí acabar con la tortura que me inculcaba Thiago Miller, cinco días en que el que cada día voy cayendo cada vez más a un pozo profundo del que me cuesta salir y estoy tan adentro que no veo ningún rayo de luz alguno.

Apenas salgo de mi habitación, apenas como y ni siquiera tengo ganas de vivir. Por una parte agradezco que me hayan encontrado a tiempo porque me di cuenta que ser cobarde es morir de esa forma, ser cobarde es acabar con tu vida sin siquiera intentarlo. Pero luego está la parte en que hubiese preferido morir antes de estar viviendo como ahora, como un fantasma sin emociones. Una maldita máquina que respira porque así se programó al ser humano, vivir por mis seres queridos y no porque yo quiero.

Agradezco que mi familia no haya insistido tanto, solamente me dijeron "cuando me sienta preparada", ¿lo estoy acaso? la respuesta es no, y no creo estar preparada nunca. Mucha gente se preguntaría ¿por qué mierda no digo que hay alguien atormentando mi vida?¿Por qué sigues permitiendo que te traten así?. Sinceramente yo también me lo pregunto, pero hay muchos motivos ¿no?

Está el miedo y pensar en cómo nuestro agresor puede reaccionar después de haber hablado. Preocupación en nuestras familias y que les ocurrirá si decidíamos hablar o denunciar, ya que hay agresores que amenazan con hacerles algo si decimos algo y otros simplemente lo cumplen para inculcar más terror. Vergüenza obviamente, el ver que hay gente pensando ¿Cómo pudo haber aguantado esta mujer mucho tiempo siendo agredida?. Dicen que la lástima es un signo de empatía, pero lo que no saben es que la lástima es el peor sentimiento que pudo haber existido, que te miren así, simplemente lo hacen peor.

Sé que no puedo estar encerrada todo el día en mi habitación, sé que puedo caer en una depresión más grave ¿Pero cómo lo hago?¿Cómo mierda salgo del pozo tan profundo y no caer en el intento?. Una vez Génesis me habló de un agujero, si yo no podía salir que pidiera ayuda y vendrían sin dudarlo, que me deje ser salvada. Pero no quiero ser salvada, quiero salvarme yo misma, pero no tengo ni idea de cómo se hace y ni siquiera lo estoy intentando.

– Oh mierda, nunca voy a superar como Spirit salva a Lluvia del río y se queda con ella.- Solloza Génesis a mi lado.

Realmente mi mejor amiga ha sido un buen apoyo estos días, casi nunca me ha dejado sola, y aunque a veces he sido una pésima amiga, como siempre se ha quedado a mi lado. Le debo mucho y en una de esas es mi vida.

Ahora estamos viendo la película Spirit por vigésima vez, la amamos y por más películas que haya en el mundo siempre elegiremos esa. Desde pequeñas tenemos una pequeña obsesión con está película, sabemos todas las canciones, sobre todo no me rendiré.

– La mejor parte es el reencuentro.- dije limpiándome las lágrimas.- Con la música de fondo lo hace más emotivo.

Vemos la última parte de Spirit con lágrimas en los ojos hasta que llegan los créditos y le damos a pausar la película. Le doy papel a Génesis que tenía a mi lado para que se limpien las lágrimas y yo hago lo mismo.

En realidad habíamos quedado en hacer un trabajo de la universidad que nos mandó la señora Harvey, y vimos un enunciado donde ponía caballo y nos apetecío ver la película y aquí estamos, llorando otra vez por esta película.

Génesis se me queda viendo pero yo no soy capaz de devolverle la mirada, la verdad es que apenas me preguntó por mis actos, simplemente me preguntaba cómo estaba y yo respondía con monótonos, desde aquel día, hoy es la primera vez, que hablo más y me río. Sé que tarde o temprano habrá una conversación de la cual tengo que lidiar con ella, y me temo que será hoy.