EXTRA 01: Noche de bodas +18

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Cameron Knight.

Bajo de un salto fuera del yate que contraté para que Brigitte y yo llegaríamos a este lugar para nuestra luna de miel. Estiro mi cuerpo al estar sentado la mayor parte del tiempo aunque también nos tumbamos en la cama de una de las habitaciones del yate cuando el cansancio nos consumió.

Volteo viendo a mi esposa detallando todo con el ceño fruncido, le tiendo la mano y me da una pequeña sonrisa antes de agarrarla para bajar del yate. Vemos cómo el piloto se despide con la mano antes de marcharse.

—Estoy muerta —se queja mi esposa masajeando su cuello.

Sonrío colocándome detrás de ella para meter mi nariz en su cuello mientras la envuelvo en mis brazos.

—Hueles bien —murmuro inhalando su olor como un obsesionado.

—Porque huelo a ti ¿verdad?

—Exactamente por eso.

Doy cortos besos a su cuello provocando que un jadeo salga de sus labios. Mis manos acarician su abdomen por encima del vestido veraniego. El vestido le llega por encima de las rodillas y un escote bastante pronunciado dejando mucho que imaginar.

—¿En dónde estamos? —cuestiona inclinando su cabeza para darme más acceso, creo que de tanto acostumbrarse a mis besos en el cuello lo hace involuntariamente.

He decidido que sería una sorpresa para ella el lugar a donde iríamos de luna de miel así que no sabe con exactitud en dónde estamos, solo sabe que hemos salido de Londres y creo que intuye que estamos en otro continente por las horas en las que hemos durado en el viaje.

—¿Dónde crees que estamos?

Se mantiene unos segundos en silencio moviendo la cabeza por todos lados tratando de buscar una pista, cosa que no encontrará nada porque solo hay arena y palmeras.

—Lo único de lo que estoy segura es que no estamos en Europa —dice segura y asiento con la cabeza—. Y este sitio aparenta ser de un país de América.

Hago un sonido de negación con mi garganta mientras niego con la cabeza, ella voltea la cabeza mirándome con el ceño fruncido y aprovecho para posar mis labios en los suyos en un corto beso.

—Estamos en Asia —respondo.

Brigitte alza las cejas impresionada, una sonrisa comienza a asomarse por sus labios antes de voltearse para quedar enfrente mía.

—¿Y en qué país exactamente? —indaga en voz baja acercando su rostro al mío.

Sonrío quedándome en silencio para dejarla con la intriga, sabe lo que pretendo cuando comienza a hacer un puchero rozando sus labios con los míos.

—Te ves preciosa.

—Eso no es un país.

Suelto una carcajada al ver cómo frunce el ceño irritada y que me ría la molesta más. Nunca me cansaré de decir que amo molestarla. Coloco mis manos en su cintura cuando intenta alejarse de mí y niego con la cabeza mordiéndome el labio.

—Estamos en Maldivas —contesto cuando me quedo unos segundos de más en silencio apreciándola.

Sus ojos se abren de par en par junto a su boca, gira la cabeza detallando todo para luego volverme a ver.

—No...—susurra sin poder creérselo.

—Ajá.

—¿En serio?

Asiento elevando una de mis comisuras de mis labios.

—Ojitos bonitos, estamos en las Maldivas, tú y yo por casi dos semanas, solos —murmuro colocando mis manos en su trasero, una de mis partes favoritas.

La Musa de mis CancionesWhere stories live. Discover now