¡DEJA DE SER UN VIVIDOR!

Cap 141: A una familia no le debería faltar ni un solo miembro

Advertencia: Este capítulo puede tener temas sobre violaciónes, si eres sensible a estos temas, no sigas.

Cuando Qin Ming Yue salió de la prisión, la noche ya se había sumido en la oscuridad. Cuando llegó a casa, no pudo controlar el impulso de abrir la puerta con fuerza, pero ni siquiera eso disminuyó su ira. El viejo sirviente que acababa de estar limpiando el patio se asustó por el sonido y miró con miedo hasta que reconoció que era Qin Ming Yue.

Era como si Qin Ming Yue hubiera sufrido una inmensa humillación, hubiera sido agraviado. Su rostro estaba envuelto en oscuridad con los dientes fuertemente apretados, sus manos apretadas en puños, haciéndolo parecer un demonio que había salido del infierno. El aura que lo rodeaba pareció tomar una forma real, oscura y sombría, e incluso desde lejos, el odio que reinaba con tanta fuerza dentro de él todavía se podía sentir, como si estuviera a punto de explotar en cualquier momento.

Pero el viejo sirviente no tenía esa sensación de peligro y en cambio siguió barriendo y barriendo. Él preguntó:

"Xian-sheng, ¿por qué el médico Xiao no volvió contigo?"

Qin Ming Yue caminó rápidamente hacia su habitación, pasando junto al viejo sirviente como si hubiera pasado un tornado,

"¡Murió!"

"Si murió, entonces no debes tenerlo en cuenta. Cuánto mejor sería olvidarlo lo antes posible. Ming Yue, no debes estar tan enojado por eso".

Un hombre vestido con ropa muy cara y de alta calidad salió repentinamente de la sala de espera para los invitados, y no era otro que el hijo del magistrado del distrito, Chen Xiao-ye. Qin Ming Yue ya tenía un pie en la puerta, pero en el momento en que vio quién era, retrajo el pie y su rostro inmediatamente mostró una sonrisa sumamente falsa. Pero su voz era tan dura como el acero, lo suficientemente gélida como para alejar a cualquiera:

"¿Para qué has venido aquí, Chen Xiao-ye?"

Desde un lado, Zhong Bo explicó:

"Xian-sheng, este gong-zi llegó hace bastante tiempo y ha estado esperando en la sala de espera. Quería decírtelo pero luego lo olvidé.

Y luego guardó ruidosamente la escoba antes de dirigirse a la cocina trasera para empezar a cocinar.

Al ver a Zhong Bo irse, Chen Zi Qi no pudo evitarlo y avanzó, luciendo bastante apresurado cuando le dijo a Qin Ming Yue:

"Ming Yue, esa familia Xiao ha sido enviada al corredor de la muerte. Nadie puede salvarlos ahora. Xiao Feng Wu no es un buen hombre, no te dejes implicar asociándote con él".

Xiao Feng Wu, estas tres palabras, eran como pólvora de cañón, y quienquiera que dijera esas palabras las encendió en una explosión. El rostro de Qin Ming Yue se enfrió de inmediato, sin siquiera estar dispuesto a dar ninguna cortesía:

"Chen Zi Qi, vete. Este lugar mío es demasiado pobre e indigente, no es un lugar para alguien como tú".

Y luego se dio la vuelta para regresar, cerrando la puerta detrás de él. Pero Chen Zi Qi rápidamente usó su mano para abrir la puerta con fuerza, y como Qin Ming Yue no lo esperaba, Chen Zi Qi se deslizó dentro de la habitación.

"¡Ming Yue! ¡Ese Xiao Feng Wu está a punto de morir pronto! ¿Por qué todavía debes mantenerme a distancia y alejarme? Debes saber lo que siento por ti, entonces ¿por qué no estás dispuesto a girar la cabeza y mirarme?

La paciencia de Chen Zi Qi parecía haberse secado y sus ojos estaban llenos de deseo, visible a simple vista, como si fuera un monstruo delirante listo para devorarlo.

La habitación estaba a oscuras y no se veía nada. Qin Ming Yue encendió una vela y, bajo la cálida luz de las velas, el lado de su rostro que estaba tan limpio y suave como el jade parecía tan tentador y seductor. Un rostro que no se puede ver en ningún otro humano, tanto es así que debe ser inhumano, como un fantasma o un zorro. Chen Zi Qi no podía dejar de mirar, tan hipnotizado por su rostro que estaba a punto de dar un paso adelante cuando escuchó a Qin Ming Yue decir fríamente:

"Fuera".

Dos palabras salieron tan a la ligera, sin ninguna emoción asociada, sin embargo, para los oídos de Chen Zi Qi, esas palabras parecían contener algún tipo de burla, condescendiente e inmediatamente un sonrojo apareció en su rostro. Al verlo así, el rostro de Qin Ming Yue no pudo contenerlo más y frunció el ceño.

Una acción minúscula, pero parecía ser el colmo, rompiendo fácilmente el último fragmento de racionalidad de Chen Zi Qi.

La expresión del rostro de Chen Zi Qi cambió varias veces de vergüenza a vergüenza, de vergüenza a ira y luego, por extraño que parezca, se calmó y su voz se hizo más profunda:

"Qin Ming Yue, no creas que puedes seguir saliéndote con la tuya". —-"

Sólo un actor. ¿Quién se cree que es para seguir rechazándolo?

Se encendió un fuego ardiente en el corazón de Chen Zi Qi, y se lanzó hacia adelante para agarrar con fuerza la muñeca de Qin Ming Yue, tirando de él y arrojándolo sobre la cama.

Con respiraciones profundas y pesadas, dijo:

"¡Qin Ming Yue, no hay nada que quiera que no pueda conseguir! Te deslizas y te retuerces bajo Xiao Feng Wu con placer, pero ¿qué tipo de superioridad crees que puedes fingir tener frente a mi cara? ¡Solo algo con lo que jugar! ¡Te excedes con tu orgullo! "

Su ira estaba por las nubes, permitiendo que su fuerza fuera tan poderosa que era aterradora y en poco tiempo, rasgó la túnica exterior de Qin Ming Yue.

"¡Dejar!"

Qin Ming Yue luchó por su vida y ya sea por ira o por alguna otra razón, las lágrimas comenzaron a caer por las comisuras de sus ojos. La herida en sus manos se volvió a abrir pero incluso con el olor a sangre, Chen Zi Qi no se detuvo. Comenzaron a aparecer rasguños en el cuello de Chen Zi Qi, suficientes para mostrar sangre y perforarlo con tanto dolor que su rostro palideció. Este dolor lo enojó lo suficiente como para golpear brutalmente la cara de Qin Ming Yue contra la cama.

"Qin Ming Yue, se ha dicho que las prostitutas no tienen emociones y los actores no tienen honor. ¿Estás tan enamorado de Xiao Feng Wu que incluso estás dispuesto a salvar tu cuerpo por él? ¡Qué pena, no te dejaré tener lo que quieres! Nunca escuché que las prostitutas vinieran de algo bueno. Un mueble con el que se ha jugado tanto, tanto que está podrido. El tonto era yo. ¡Tan tonto que te pondría en lo alto de un pedestal, como si fueras nieve pura de la cima de una montaña!

Y luego lo sujetó despiadadamente con una mano y la otra fue a arrancarle los pantalones a Qin Ming Yue.

Una sensación de impotencia se apoderó de él cuando Qin Ming Yue comenzó a agarrarse a ciegas hasta que pudo quitarse la horquilla de media luna de su cabello y giró su mano para apuñalar despiadadamente tres pulgadas debajo de las costillas. Inmediatamente sonó un grito de dolor y Chen Zi Qi se bajó de la cama con el rostro pálido y pálido.

La calidad del jade era buena, pero era delgada, por lo que después de aproximadamente media pulgada, se rompió. Aun así, fue suficiente para ganarle a Qin Ming Yue algo de tiempo y espacio. Inmediatamente se dio la vuelta y se puso de pie, agarrando el candelabro para golpear brutalmente a Chen Zi Qi en la nuca, haciéndolo congelar y caer al suelo desmayado.

La vela ya había sido apagada, dejando solo un leve rastro de humo que se elevaba.