Riser Phenex no es un villano (Vol. 1)

Capítulo 100: El encanto de una mujer adulta

"¡Riser-sama!", 2x

Ni y Li saltaron y lo abrazaron con fuerza en el momento en que llegó a la estación.

"¡Li!..¡Ni!"

Riser también estaba feliz de verlos ya que también extrañaba a sus gatos.

Aún así, mientras los abrazaba, Ni y Li accidentalmente, inconscientemente o incluso deliberadamente rozaron sus manos y muslos en su región inferior.

"¡Te extrañamos, nyaa~!"

"¡Riser-sama~!"

"..."

Riser vino con una intención seria, pero parecía que el mundo no se lo permitía.

[¡Adelante!]

El sistema lo entendía bien, así que no había necesidad de preocuparse, pero...

*Toser*

Una voz los interrumpió, pero ni a Ni ni a Li les molestó esta presencia.

"¡Sensei, extrañamos a nuestro Maestro, nyaa~!"

"¡Podemos entrenar más tarde, nyaa~!..¡Quiero hacer un gatito con Riser-sama, nyaa~!"

Ni y Li tuvieron suficiente entrenamiento y no había forma de que siguieran entrenando, ¡especialmente cuando extrañaban tanto a su maestro!

Francamente, pensaron que monopolizarían a Riser cuando llegaran al mundo humano, pero ¿la verdad?

Sólo podían llorar cuando pensaban que sólo podían quedarse en la montaña y entrenar.

Si bien sabían que se habían vuelto más fuertes gracias a ese entrenamiento, ¿quién deseaba quedarse en la montaña?

Sin embargo, sabían que tal deseo era imposible, especialmente cuando estaba Sona, quien era la esposa de su amo, así que mientras su amo les diera algo de dulzura, estaban satisfechos.

Magari miró fijamente a las dos hermanas Nekoshou con los ojos en blanco antes de dejar escapar un largo suspiro.

No había duda de que un Nekoshou era un youkai poderoso entre todos los youkai de este país, pero claro, cuando estaban en calor, era bastante problemático, especialmente cuando habían encontrado al hombre que habían amado.

"Ha pasado un tiempo, Magari".

Mientras sostenía a Ni y Li en sus brazos, Riser saludó a Magari. Sin embargo, su acción era como la de un joven maestro pomposo y playboy que a menudo jugaba con una mujer joven, pero incluso si tuviera tal acto, era imposible ver el rastro de exceso en su apariencia.

En cambio, lo que Magari pudo ver fue una vitalidad ardiente que era como un volcán.

Francamente, este tipo de vitalidad le daría envidia, pero al mismo tiempo, hacía que su corazón se sintiera un poco extraño y también... en el estado sutil, ya que podía entender por qué Ni y Li amaban tanto a su maestro.

Aunque tuviera esposa y muchos amantes, no había duda de que le resultaría fácil satisfacerlos.

Aún así, Magari rápidamente negó con la cabeza ya que, a diferencia de los jóvenes que no podían controlar su libido, ella era una abuela de ochocientos años. Aunque su apariencia no cambió mucho cuando era joven, e incluso era hermosa, había algo que uno debía y no debía hacer.

[¡Adelante!]

"..."

Riser no estaba seguro de por qué el sistema decía algo explicable, pero luego notó el cambio en Ni y Li.