Riser Phenex no es un villano (Vol. 1)

Capítulo 135: La madre de mi amigo es amable

"¿Qué pasa?..¿Estás pensando en tu "Rating Game"?", preguntó Misla suavemente.

"Ah, sí".

No había manera de que él dijera la verdad sobre lo que le preocupaba, así que sólo pudo asentir ante su pregunta.

"Entonces, ¿qué tal si descansas un momento?"

"...¿Descansar?"

"Sí. Trabajar duro es bueno, pero también es necesario descansar".

"...No estas equivocada".

Misla asintió y se sintió satisfecha porque no se obligó a trabajar más duro. "Por cierto, mi villa acaba de terminar. Gracias por diseñarla".

"No, está bien. Si estás contento con ello, entonces yo estoy feliz".

"Entonces, ¿qué tal si visitas mi villa ahora?..no la has visitado, ¿verdad?"

"...¿Está bien?"

"¿Por qué no?..también puedes aprovechar esta oportunidad para descansar un rato, ¿verdad? No es bueno para ti estar tenso todo el tiempo".

Si bien Riser sabía que estaba tenso, la tensión que sentía difería de lo que ella quería decir.

Sin embargo, después de pensarlo un momento, estuvo de acuerdo. "Bueno".

Como aceptó, esperaba que esta visita pudiera aclararle la mente.

— — — —

Con su diseño, no había manera de que la villa de Misla fuera mala. En cambio, fue hermoso.

Si había algo que hacía insatisfecho a Riser, sería el tamaño de la villa, ya que sentía que era un poco más pequeña de lo que pensaba, sin embargo, Misla se negó a hacer que esta villa fuera enorme y satisfizo su villa. Incluso Sairaorg lo detuvo cuando deseó hacer esta villa aún más grande. Sin embargo, ¿cómo podrían no serlo? Después de todo, Riser no aceptaría su pago y lo haría gratis. Les había dado mucho, y aunque Sairaorg había prometido ayudarlo y apoyarlo en la creación de una escuela de "Rating Game" de clase baja, sintieron que no era suficiente para pagar lo que Riser le había hecho.

Sin embargo, incluso si esta villa era pequeña en términos de los nobles del Inframundo, ya era enorme en el mundo humano.

Aún así, a diferencia de la mayoría de los lugares donde vivió, donde había un toque de Oriente en su arquitectura, la villa de Misla estaba llena de cultura occidental. Sin duda, este lugar era hermoso y cómodo, especialmente el jardín de flores, verduras y frutas que instaló afuera.

"Esa es la parte que más me gusta. Por la mañana siempre los he cuidado".

Misla sonrió al ver a Riser mirando sus jardines. "Todo es gracias a ti".

"No necesitas agradecerme".

"Pero lo necesito. Después de todo, me has dado muchas cosas".

A diferencia de su marido, que la dejó y la abandonó, o incluso a su familia, la casa Vapula, Riser le había brindado tanta amabilidad que no podía contarla. Se preguntó cuánto tiempo hacía que sentía que podía confiar en alguien.

Sin embargo, también era por eso que quería pagarle, especialmente cuando podía ver lo agotado que estaba.

"Solo descansa en la sala de estar. Te prepararé té".

"Gracias".

"¡Oh, claro!..acabo de hornear pasteles. ¿Quieres algunos?"

Al ver lo emocionada que estaba, Riser no tuvo corazón para rechazar. "Entonces...por favor".