Riser Phenex no es un villano (Vol. 1)

Capítulo 123: Mi lindo exorcista marimacho

"Ravel, ¿puedes ayudarme con el 'Rating Game'?"

"Sí, Onii-sama. Déjamelo a mí."

Ravel era buena en la gestión, por lo que era mejor dejarle a ella la cuestión de configurar el juego y otros asuntos.

¿En cuanto a él?

Necesitaba hacer algunos preparativos para todos los miembros de su nobleza, haciéndolos más fuertes ya que sabía que todavía estaban lejos de alcanzar el nivel satisfactorio que deseaba.

Aun así, esos problemas podrían resolverse con armas.

Riser había obtenido la habilidad de "Investigador" y podía fabricar un arma especial para ellos.

Francamente, sabía que había perdido mucho tiempo, especialmente cuando se había refugiado en su cabaña durante varios días, pero ese día ya no existía, especialmente cuando había algo que tenía que lograr.

Sin embargo, antes de eso, Riser necesitaba hacer algo.

"Xenovia, ¿qué tal si me sigues a caminar un rato?"

"¿Eh?", Xenovia se sorprendió, pero asintió.

¿En cuanto al resto?

No pensaron demasiado y sólo pensaron que Xenovia se convertiría en su hermana. Además, incluso con sus combinaciones, era imposible derrotarlo, por lo que se necesitaba más ayuda. Por último, se habían comunicado entre sí previamente.

Aunque Xenovia era una ex exorcista, no era mala ni un poco estúpida.

De cualquier manera, todos ellos creían que Riser los abandonaría.

Además, en comparación con Xenovia, que era como un lindo y pequeño gorila, ellas también creían en su propio encanto.

¿En cuanto a Ravel?

Ella no lo pensó demasiado. Después de todo, no importaba cuántas mujeres tuviera, todas eran iguales. Eran sólo lugares para liberar su deseo reprimido. Peor aún, el baño. Eran diferentes a ella y a él, cuya relación trascendía por encima de todos ellos.

Aún así, cuando ella regresara, iba a monopolizarlo todo el tiempo.

"Yubelluna, Mihae, ven conmigo".

"Sí, Ravel-sama", 2x

Mientras tanto, Riser sintió que su cuerpo se estremecía por alguna razón. Volvió la cabeza y se topó con los ojos de Ravel. Sus ojos estaban llenos de significado, como si le dijera que no lo dejaría ir cuando regresara.

"..."

Incluso si el color de sus ojos era azul oscuro, sentía como si esos ojos fueran como un mar sin fondo, tratando de ahogarlo profundamente, incapaz de salir.

Si bien podría resultar extraño de su parte decir esto, sabía que Ravel tenía una oscura obsesión dentro de su corazón.

Francamente, el sentimiento de enamorarse era normal, especialmente para una mujer joven de su edad.

También era el mismo caso que Rias, quien a menudo intentaba seducirlo, pero Ravel era diferente.

Ravel no deseaba que se enamorara de ella. En cambio, deseaba dominarlo, haciéndolo pensar sólo en ella y volviéndolo loco por ella.

Si Ravel era un hombre, no había duda de que era espeluznante, pero ella era una mujer, por lo que esta obsesión era única y extraña...o si tenía que ser cruel, entonces ella era francamente aterradora.

Sin embargo, como ella había decidido apoyarlo sin importar cuán oscuro fuera su futuro.

Él la aceptaría sin importar lo retorcida que fuera.