Riser Phenex no es un villano (Vol. 1)

Capítulo 116: Tratamiento profundo

Ni, Li y Xenovia entraron en pánico al ver que Riser había caído.

"¡Riser-sama!"

"¡No mueras, Nyaa!"

"¡Elevador! ¡Elevador!"

Los tres quisieron sacudirlo para despertarlo, pero Magari los empujó.

"Tráelo a mi habitación. Yo lo curaré".

Al escuchar esas palabras, asintieron obedientemente.

Si bien Xenovia no sabía quién era Magari, podía ver la confianza entre Ni y Li hacia esta mujer con un hermoso kimono con estampado de Sakura.

"¿Lo que está sucediendo?"

Cuando lo llevaron a la habitación, Magari no pudo evitar preguntar, preguntándose quién había golpeado a Riser de esa manera. Después de todo, ella sabía que Riser tenía un rasgo de "Inmoralidad" y sabía lo fuerte que era, así que se preguntaba cómo podía estar en esta situación.

Ni, Li y Xenovia no ocultaron nada y lo contaron todo.

Sin embargo, Magari, que escuchó, no pudo evitar estremecerse y mirar a Riser con asombro.

Si alguien que no fuera Riser se encontrara con tal situación, no había duda de que moriría.

Sin embargo, Riser pudo ganarlos a todos, y si Serafall no lo detenía, entonces Sirzech Lucifer, el demonio más fuerte de todos, podría morir en sus manos.

"..."

Magari miró a Riser por un momento sin decir una sola palabra. Respiró hondo y luego dijo. "Dame un espacio. Necesito concentrarme para curarlo".

"¿Podemos quedarnos?"

Ni, Li y Xenovia querían estar a su lado todo el tiempo.

"Si quieres que esté en esta condición todo el tiempo, adelante".

"...", 3x

Al final, los tres se fueron, dejando a Magari sola con Riser.

Cuando Magari estuvo sola, miró a Riser, quien yacía en la cama, perdiendo el conocimiento. Su costoso y lujoso traje ya no estaba allí, y lo que quedaba eran solo sus pantalones y su cuerpo maltratado con muchos grados de diversas heridas.

"Caray, tus mujeres son demasiado descuidadas."

Ella miró impotente mientras acariciaba su cuello con sus dedos largos y delgados.

Mientras quisiera, con un solo movimiento, podría quitarle la vida con sus afiladas uñas.

Incluso ahora, ella todavía no había olvidado lo que él les hizo a todos ellos. Destruyó la Facción Youkai del Este y la dominó. Aunque no los manejó mucho y simplemente dejó todo como antes, no había duda de que él fue quien les había dado el sentimiento de desesperación.

El sentimiento de derrota...

La sensación de no poder hacer nada cuando tus amigos fueron heridos...

Y la sensación de que uno sólo podía suplicar para salvar la vida...

Aquellas humillaciones aún las recordaba y le era imposible olvidarlas.

Sin embargo, se preguntaba por qué no lo odiaba.

Ella ni siquiera tenía intención de matarlo mientras continuaba rastreando su cuerpo bien definido desde su cuello, pecho y el gran bulto dentro de sus pantalones.

Incluso lo sostuvo con valentía en su mano, lo que hizo que se expandiera y se hinchara a un tamaño que la hizo jadear.

"Ahora...sé por qué tus mujeres están locas por ti..."