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Hwang Yoongu, Papa para algunos, Papita para los compas, un luchador con un espíritu indomable, había recorrido un largo camino desde sus humildes comienzos en el gimnasio. Desde el momento en que limpiaba el gimnasio cada noche por ser el más joven del equipo, hasta ahora, estaba a punto de hacer su debut en la liga de peso ligero de la MFC.

Su disciplina y dedicación habían sido evidentes desde el principio. Se había sometido a entrenamientos extenuantes, había sacrificado horas de sueño y había superado obstáculos innumerables para llegar a donde estaba hoy. Cada golpe, cada entrenamiento, cada derrota y cada victoria lo habían moldeado en un competidor formidable, listo para enfrentar cualquier desafío que se le presentara en el octágono.

Ahora, de pie en el vestuario de la arena, se sentía lleno de emoción y nerviosismo mientras se ponía los guantes y se preparaba mentalmente para la pelea que cambiaría su vida para siempre. Desde el fondo de su corazón, sabía que había llegado el momento de demostrar al mundo su valía y su determinación.

— Oh Dios... Soñé con esto toda mi vida... Finalmente estoy aquí - dijo Yoongu, realmente emocionado mientras Dan y el entrenador Park se ponía las vendas y los guantes respectivamente.

— Realmente trabajaste duro para esto, Yoongu, y recuerda, si ganas, sería lo más asombroso, y si no, está bien, perder también es un logro.

— Entendido entrenador — dijo Yoongu.

— Bueno... me tengo que ir, el árbitro quiere hablar conmigo y con el entrenador del otro... me voy, nos vemos en unos minutos — dijo el entrenador.

Dan se quedó ayudando a Yoongu a colocarse los guantes, ajustándolos con firmeza pero con cuidado.

— Y... Ahí está... Revísalos si no apreté demasiado el velcro — dijo Dan un poco preocupado por lastimar o limitar el movimiento de los brazos de Yoongu.

— Están en punto — dijo Yoongu, quien notablemente estaba emocionado y nervioso — Oh Dios… Esto es… Wow… finalmente estoy aquí.

— Sí, estás aquí, estoy muy orgulloso de ti Yoongu... Tu primera pelea oficial — dijo Dan, recogiendo algunas de sus cosas.

— Realmente pensé que este día nunca llegaría, creí que solo sería al que no toman en serio y el que limpia el gimnasio al final de cada día — dijo Yoongu — Esta es la primera vez que mis padres me verán... Vienen desde la granja donde crecí.

— Cálmate... Te estás poniendo nervioso — dijo Dan colocando sus manos en su hombro, mirando fijamente a Yoongu — No te preocupes.... Solo piensa que este es otro sparring en el gimnasio, aunque quizás no sepas la técnica que tiene el otro, estudiaste sus movimientos como loco, puedes hacer esto.

— Muchas gracias sunbae — dijo Yoongu, finalmente abrazando a Dan para sentir la paz que tenía Dan y estar más tranquilo, los nervios se apoderaban de él — Y... ¿Dónde está Changmin?

— Tiene un compromiso familiar, pero me dijo que estará viendo la pelea por teléfono — dijo Dan, quien deshizo el abrazo y fue pir la chaqueta del Team Black de Yoongu que estaba sobre una banca — Es el cumpleaños de su sobrina.

— Oh, ya veo... Changmin es el padrino de cumpleaños, él tiene que estar allí.

Yoongu asintió, agradecido por el apoyo.

— Parecen más novios que amigos, Yoongu, en unos minutos estarás en el ring, prepárate — sonó como la voz de Jaekyung desde la puerta del vestidor, porque era Jaekyung, quien estaba parado a un lado del marco de la puerta — Y tú... No llegues tarde, tienes que estar cerca del octágono.

— Ya lo tengo Jaekyung — dijeron tanto Dan como Yoongu, el primero finalmente le puso la chaqueta a Yoongu — Está bien… es hora… me iré yendo para el octágono, ya que entrarás con Jaekyung y el entrenador Park...

— Quiero que me acompañes en mi entrada ¿podrías? — dijo Yoongu — Significará mucho para mí.

— Bueno entonces vámonos, en un minuto te anunciarán, Hwang "Papa" Yoongu — dijo Dan, acercándose que ese era su apodo oficial y con el que Yoongu quería ser anunciado.

Emocionado, Yoongu fue el primero en salir del vestidor, con Dan saliendo tras suyo, cerrando la puerta, volteándose, se encontró frente a frente con Jaekyung, quien se veía un poco mas delgado, din tanta masa muscular.

— Deberías entrar al lado de Yoongu, significará mucho para él, eres la razón por la que empezó a entrenar — dijo Dan — Deberías.

— ¿Cómo estás ahora?

— Afortunadamente estoy bien, desde que la Doctora Lee dijo que estoy en remisión me he sentido mejor... Gracias por preguntar — dijo Dan.

— En realidad, hay algo que... me gustaría decirte — dijo Jaekyung, quien se notaba ligeramente nervioso.

— ¿De verdad? ¿Qué ocurre? — dijo Dan.

— Chicos, esa es nuestra señal, deberíamos empezar a caminar hacia la arena — dijo el entrenador Park.

Jaekyung se sentía nervioso y ansioso. Había estado sopesando las palabras y buscando el momento adecuado para revelar la verdad.

Sin embargo, antes de tener la oportunidad de hacerlo, fue interrumpido por la llamada para dirigirse al ring y apoyar a Yoongu en su pelea, colocándose a su lado.

Mientras caminaba por los pasillos que conducían al ring, Jaekyung se sentía dividido entre su deseo de confesar la verdad a Dan y su compromiso con el Team Black. Aunque estaba expectante de lo que pudiese pasar en la pelea de Yoongu, le era inevitable sentir una punzada de frustración por no poder abordar el asunto pendiente con Dan.

Sin embargo, sabía que debía concentrarse en el momento presente para apoyar a su compañero de equipo en el ring.

[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)Where stories live. Discover now