CAPÍTULO 8: La Apuesta

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CAPÍTULO 8

(Astrid)

- Entonces su padre se sacrificó para que su hijo se despertara - le terminé de explicar a Dylan.

- ¿Ambos padres murieron a manos de un demonio?

- Así es.

- ¿Pero qué coño le pasa a esa familia con los monstruos?

- Salvar a gente y matar cosas, el negocio familiar - dije metiéndome otra cucharada de yogur en la boca.

- Tú y tus series raras.

- No son raras, son sobrenaturales.

- Por mí como si son de unicornios - dijo cansado de mis historias.

- Aparece un unicornio que mata a un tío en un capítulo - comenté emocionada.

- Dios santo - dijo chocando su mano con su frente.

Me reí por su reacción. Era divertido ver cómo se ponía cuando le hablaba sobre mis series. Aunque sería más divertido si las viese conmigo. Me gustaría poder hablar con alguien sobre mis gustos en películas y series, pero Dylan y yo éramos bastante diferentes en ese sentido.

- ¡Qué aproveche! - dijeron Camila y Chase al pasar por nuestro lado para seguidamente lanzarnos unos smoothies bien fríos que se acababan de comprar.

Se alejaron riendo y casi toda la cafetería se unió a ellos.

No podía ver nada por culpa de lo manchadas que tenía las gafas, pero supuse que Dylan se encontraba igual que yo, cubierto por un líquido rosa, solo que él por lo menos podía ver al abrir los ojos. Yo tenía dos manchas rosas tapando mi campo de visión.

Me las iba a quitar cuando de repente sentí como una mano tomaba mi muñeca y me jalaba hacia arriba haciendo que me levantara. Supuse que era Dylan, quien había abierto los ojos y me ayudaba a levantarme y sacarme de ahí hacia el baño. Anduvimos rápido por los pasillos dejando atrás la cafetería. Oí cómo se abría una puerta, la del baño asumí, y Dylan tiró de mí hasta que estuvimos completamente dentro.

- Me haces daño - dije en cierto tono de queja ya que su agarre era más fuerte de lo normal. Puede que fuese verdad lo de que había estado yendo al gimnasio.

Me quitó las gafas pero yo aún no podía abrir los ojos ya que parte del brebaje se había colado por detrás de las mismas. Sentí como me pasaba un trozo de papel en la mano para que me limpiase.

- Estás hecha un desastre.

- Gracias - dije irónica, pero paré en seco al percatarme de que no era la voz de Dylan la que hablaba. — ¿Pero qué..?

Terminé de limpiarme la cara y fijé mi ligeramente borrosa vista en quien tenía delante, captando un destello verde provenientes de sus ojos y un oscuro color marrón decorando su pelo.

Antes de tener tiempo a procesar quién era, noté como me colocaba las ya limpias gafas de nuevo en su sitio, dejándome ver con claridad a quien tenía delante. Noté el roce de sus manos al pasar por los laterales de mi rostro y mi pelo haciendo que me entrara un escalofrío.

- De nada - dijo totalmente serio. Me miró detenidamente a los ojos haciendo que mi nerviosismo aumentara al segundo -. Estás mejor sin gafas - comentó como si fuera la conversación más normal y adecuada en aquel momento.

- Ya. Lo que pasa es que si no las llevo no veo un carajo. Me da igual estar fea con ellas, las necesito para ver - informé molesta mientras me quitaba la chaqueta, la cual estaba pegajosa.

Doble Identidad (H.S)Where stories live. Discover now