Doble Identidad (H.S)

CAPÍTULO 42 (Parte 4): "Eres Quien Quiero"

CAPÍTULO 42 (Parte 4): "Eres Quien Quiero"

(Harry)

Habiendo terminado de comer, Astrid y yo nos encontrábamos esperando a que trajeran los Milkshakes que habíamos pedido y que yo ansiosamente esperaba. Mientras ella respondía a unos mensajes que había recibido en el móvil de parte de su madre, yo me había quedado absorto mirando el pequeño escenario donde hacía unos minutos se había subido una chica a cantar "Natural Woman" de Aretha Franklin. Astrid me había explicado que los fines de semana, después de las actuaciones por parte del grupo contratado, los clientes podían solicitar una canción y subir a cantarla, como en un karaoke.

Después de haber visto a varias personas subir, por alguna razón, no pude apartar mi mirada de allí. Y es que por algún motivo, después de aquel día que canté en el bar, un picor irremediable se había apoderado de mí.

Tras morir mi padre, quien fue la persona que me había enseñado a amar la música, el cantar y el componer se habían convertido en un constante recordatorio de que ya no estaba. Por ello, nunca me había visto con el valor de volver a hacerlo, al menos no delante de nadie y sin la canción original sonando de fondo.

Era lo único sobre mí que aún no me había visto con el coraje de contarle a Astrid, aunque es probable que ella ya se hubiese hecho una idea. Volví a mirarla, pero seguía ocupada tecleando en el móvil, demasiado absorta en su tarea como para notar que la miraba.

Puede que se debiese al alcohol o a la impotencia que sentía al pensar que la había perdido para siempre, pero aquel día en el bar había sido la primera vez en mucho tiempo que me atreví a sostener una guitarra entre mis manos y cantar en público. Desde entonces algo en mí se había desencadenado. No podía ignorar el anhelo, mas temía que me arollara  aquel sentimiento de tristeza que llevaba evitando durante tantos años.

— Harry — me llamó Astrid sacándome de mi trance — ¿Estás bien?

— Sí, me había distraído mirando al chico que acaba de subir a cantar — dije girando la cabeza y apuntando en su dirección con la mirada.

Nos quedamos en silencio durante unos segundos, todavía con los ojos puestos en el chico cantando "Heartbreak Hotel". Juraría que divisé a Astrid a través del rabillo del ojo observarme atentamente.

Volví a apartar mi mirada del escenario cuando al fin trajeron nuestros batidos y los dejaron sobre la mesa. Fui a sorber mi pajita cuando me percaté de que Astrid seguía analizándome.

— ¿Ocurre algo? — la pregunté.

— ¿Eh? No, perdona, estaba absorta en mis pensamientos — dijo antes de tomar un sorbo de su propio batido —. Si me disculpas, tengo que ir un momentito al baño — me informó levantándose.

— Sí, claro, no te preocupes.

— Enseguida vuelvo — dijo antes de desaparecer en dirección al baño.

Lo cual fue verdad, Astrid no tardó mucho en volver. Se acababa de subir una señora de mediana edad a cantar Doris Day después del chico cuando divisé a Astrid hablando con una camarera. Se acercó de nuevo a nuestra mesa sonriente después de hablar con ella.

— ¿Pasa algo? — pregunté nada más se sentó delante de mí.

— ¿Qué? No, ¿por qué lo preguntas? — dijo a la vez que tomaba el vaso del batido entre sus manos para seguidamente sorber de su pajita.

— Te acabo de ver hablando con la camarera.

— No es nada, solo la estaba pidiendo si me podía traer un vaso de agua — aclaró.