CAPÍTULO 16: Las 5 Preguntas

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CAPÍTULO 16

(Harry)

Supuse que, tras la pequeña discusión que tuvimos, Astrid habría cancelado los planes de estudio de esa tarde sin necesidad de decírmelo. Había pensado en ir a su casa a disculparme, pero mi madre me había pedido que fuese a la biblioteca a devolver unos libros prestados y luego recoger a mi hermana de la casa de una amiga suya, así que no tuve más remedio que ir. Había pensado ir a verla después de hacer las tareas, pero había carrera esa noche, y no podía perdérmela.

Al salir de clase vi cómo Astrid se alejaba andando sola. Quise recogerla y llevarla a casa, pero con el enfado que tenía, dudaba de que fuese a acceder. Tenía ganas de hablar con ella, decirla que no era mi intención. Pero dudaba de que fuese a reaccionar de la misma forma al momento de tenerla delante. Mi orgullo me superaba.

Aparqué la moto en un hueco libre que había justo delante de la biblioteca y anduve hasta la puerta con los libros en la mano. Era un viernes, así que no estaba muy llena que digamos. Busqué al bibliotecario para devolver los libros, pero no estaba en el mostrador. Me dispuse a buscarle, y di gracias a Dios de que la biblioteca fuese medianamente pequeña ya que si no resultaría más difícil encontrarle. Anduve por los pasillos, asomándome en otros a ver si lo veía. Pero no fue a él a quién encontré precisamente. Me asomé y me la quedé observando. Estaba con un carrito a su lado colocando algunos de los libros que se encontraban sobre él en la estantería que tenía en frente suya. Me acerqué a ella.

- Perdone - hablé captando su atención -. Me gustaría devolver estos libros - dije divertido.

Astrid se giró al momento de oírme hablar y, al percatarse de quién era, su expresión se volvió seria.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó sin ninguna alteración en la voz que pudiese delatar cómo se sentía en aquellos momentos.

Enarqué una ceja alzando los libros para seguidamente menearlos delante de su cara. Se giró sobre sus talones rodando los ojos con un suspiro y siguió empujando el carrito.

- No sabía que ibas a estar aquí si es eso a lo que te refieres. No he venido precisamente con el objetivo de encontrarme contigo.

- Sin embargo haces lo posible porque eso ocurra - dijo de espaldas a mí y con la vista puesta en las secciones en las que estaban clasificadas las estanterías.

- Eh, yo he venido a devolver unos libros y coincidentemente tú estabas aquí. También puede ser cosa del destino - expliqué a la vez que me ponía al lado suya de nuevo haciendo que me mirara a la cara.

- El destino debe odiarme mucho para hacerme topar contigo constantemente. - Se iba a dar la vuelta para marcharse pero la frené.

- Astrid - dije con voz suave mientras le cogía de la mano inconscientemente haciendo que me mirase de frente. Dirigió la mirada a su mano bajo la mía, o la mía sobre la suya, pero ignoré ese detalle para sobrepasar mi orgullo y disculparme -. Lo siento mucho. No era mi intención, solo que, al ver que no salías, creía que te había pasado algo. Y perdóname por darte a entender que había supuesto eso de ti. No pretendía prejuzgarte - Conecté su mirada con la mía, y con ella quería mostrar que de verdad lo sentía -. De verdad que necesito que sigas siendo mi tutora - dije divertido quitando toda seriedad al momento.

Pero conseguí que sonriera y agachara la mirada tímida, así que mereció la pena.

- Tengo que seguir dándote clase aunque no quiera, perdí la apuesta - dijo apartando la mano ligeramente. Se notaba que estaba nerviosa -. Además, yo también debería disculparme, no debí haber reaccionado así, es solo que... - Casi susurró lo último mientras bajaba la mirada y la apartaba levemente.

Doble Identidad (H.S)Where stories live. Discover now