CAPÍTULO 13: Anne y Gemma

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CAPÍTULO 13

(Astrid)

Aparcó justo enfrente de la puerta del garaje y tras decir que ya habíamos llegado, comencé a desmontarme. Miré hacia la casa analizándola mientras me quitaba el casco esperando a que terminase de aparcar la moto.

- Bonita casa - le dije tras unos segundos.

- No me quejo - contestó cogiendo su mochila.

Se acercó a la puerta con las llaves en la mano y yo le seguí.

- ¿Mamá? - dijo cuando ésta se abrió y comenzamos a pasar dentro de la casa.

Oímos algo de ajetreo y de repente se asomó una mujer de melena morena y larga y con una sonrisa que la hacía aparentar más joven de lo que supuse que era. Sus ojos azules se posaron en Harry. Empezó a acercarse a nosotros por el pasillo.

- Sígueme el juego - me susurró Harry dejándome confusa.

- Hola cielo - le saludó con un beso en la mejilla.

Pasó a tener sus ojos sobre los míos.

- Esta es la chica de la que te hablé - explicó Harry refiriéndose a mí. 

¿Cómo que "chica de la que te hablé"?

- Astrid - me presenté extendiendo la mano y dedicándole una sonrisa obviando lo que acababa de decir Harry. 

- Encantada Astrid, yo soy Anne - dijo dándome la mano -. Por favor pasad, el té está listo, solo hay que poner la mesa.

- No sabía que íbamos a merendar con tu madre. - Le susurré a Harry por lo bajo entrando ligeramente en pánico.

- Sorpresa - me contestó - . Voy a buscar a Gemma y a dejar las mochilas en mi habitación - informó Harry mientras me cogía la mochila.

- Tú lo que quieres es librarte de poner la mesa - le reprochó su madre.

- Qué bien me conoces - dijo a la vez que subía las escaleras.

- Yo la ayudo - informé.

Sonrió -. Ojalá tú consigas quitarle esa vaguería que tiene.

Fruncí el ceño cuando se dio media vuelta y se dirigió a la cocina.

¿Por qué yo?

La cocina y el comedor estaban al lado y conectados por una puerta haciendo más fácil el llevar las tazas y demás. Mientras las llevaba, noté que Anne me miraba mucho con una pequeña sonrisa puesta en su cara.

- ¿Ocurre algo? - pregunté queriendo saber la razón de tanta mirada.

- No nada, es solo que....No me esperaba que fueses a ser así. Las chicas que normalmente trae Harry a casa no son como tú.

- ¿Cómo son?

- Pues, llevan siempre ropa de cuero, un chicle metido en la boca, unos modales que no hay quien los trague, son muy..., no sé cuál es la palabra.

- ¿Macarras? - terminé por ella.

Se rió -. Exacto.

Sonreí. No entendía como alguien tan borde y creído como Harry podía haber salido de alguien tan dulce como ella.

- A ver, no es el aspecto lo que no me gusta, yo no juzgo por vestimenta. Es su actitud - acabó por explicar.

- No se preocupe, la entiendo - contesté con una sonrisa reconfortante.

Procedí a colocar las tazas y cucharas en sus respectivos lugares y volvió a preguntar.

- ¿Cuándo os conocisteis Harry y tú? - dijo colocando la tetera que acababa de traer de la cocina sobre la mesa.

Doble Identidad (H.S)Where stories live. Discover now