Doble Identidad (H.S)

CAPÍTULO 42 (Parte 1): Primera Cita

CAPÍTULO 42 (Parte 1): Primera Cita

(Astrid)

- Gracias de nuevo por venir a ayudarme - agradecí observando en el reflejo del espejo a mi amiga rubia, la cual se encontraba entretenida ojeando la estantería de fotos y libros que tenía en mi habitación.

- Gracias a ti. Llevo tiempo queriendo encontrar una excusa para venir a tu casa - confesó mientras jugaba con la muñeca rusa que había en mi estantería -. Me ofende que no me hayas dicho que eres rica.

- No me gusta decirlo, no quiero que el dinero que tengo, bueno..., en realidad el que tiene mi madre, me defina - dije mientras apartaba algunos mechones de mi cara y me disponía a quitarme la chaqueta que llevaba puesta descartándola como opción.

- Lo entiendo, pero si lo hubiera sabido me habría hecho amiga tuya antes - dijo mirándome burlona. Me giré para dedicarla una fulminante mirada -. Es broma - rápidamente explicó riéndose al ver mi reacción.

Negué con la cabeza a la vez que rodaba los ojos para seguidamente mirarme en el espejo de nuevo -. Creo que ya está - dije volteándome para que me viera de frente.

Me examinó de arriba abajo detenidamente con el ceño ligeramente fruncido.

- ¿Estás de coña, no? - Observé mi atuendo de nuevo antes de volver a mirarla confusa. Fui a abrir la boca para contestar pero mi reacción ya delataba mi respuesta -. Veo que no... - dijo juntando sus dos palmas y presionándolas contra su boca en busca de palabras -. A ver. Cuando dijiste que necesitabas mi ayuda, no pensé que fuera tan seria la cosa, pero veo que sí.

- Dylan dice que le gusta cómo visto - dije ligeramente ofendida.

- Yo no digo que no me guste tu estilo, solo que no te luces como debes y deberías hacerlo más a menudo, especialmente en ocasiones como esta. - Me giré de nuevo para mirarme en el espejo: una camiseta suelta granate con un elegante cardigán azul oscuro junto con unos pantalones negros y zapatos planos de vestir. Aquel había sido el conjunto que había escogido.

Divisé la mirada de Megan puesta sobre la mía esperando a que dijera algo -. Es con lo que más cómoda me siento - confesé mirando al suelo.

Se relamió los labios y cogió aire antes de hablar -. Entiendo lo que quieres decir, Astrid. Pero me gustaría que hicieras un esfuerzo en ver lo que yo veo. Solo necesitas ser más segura de ti misma.

Suspiré cerrando los ojos -. Está bien - dije finalmente asintiendo con la cabeza en un intento de convencerme -. Elígeme tú el conjunto.

Sonrió feliz aplaudiendo y saltando cual niña pequeña a lo cual no pude evitar reírme.

- Perfecto, solo espero que todo el repertorio que haya en tu armario no sea igual que lo que llevas puesto - dijo adentrándose en el vestidor.

- Tengo ropa de todo tipo, a mi madre le gusta comprarme innecesariamente. Creo que es una manera que tiene de compensarme por no pasar tiempo conmigo - la expliqué a la vez que me sentaba sobre mi cama a la espera de un nuevo atuendo.

- Lo siento - dijo con una pequeña mueca -. Aunque por otra parte, si no fuera por ello podríamos dar tu primera cita con Harry por cancelada. Principalmente porque yo no te habría dejado ir así vestida. - Rodé los ojos divertida -. Vale, primero de todo - dijo mientras asomaba la cabeza fuera del vestidor -, me encanta este vestidor - manifestó provocando que soltara una pequeña carcajada -, y segundo, ¿a dónde te va a llevar?

- No lo sé, dijo que era sorpresa. Solo me dijo que un sitio elegante - la expliqué.

- ¿Harry? ¿Elegante? - dijo con una ceja enarcada -. Solo me falta ver un cerdo volar.