CAPÍTULO 30: Harta

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CAPÍTULO 30

(Astrid)

Ya era martes, y me encontraba junto a mi taquilla cogiendo mis libros para la última clase. Dylan seguía hablándome de algo, no sabía de qué, mi mente estaba en otro lugar.

— Astrid — llamó mi atención. Me miró con el ceño fruncido.

— ¿Qué?

— Acabo de decir que "Friends" es la peor serie del mundo para ver si me estabas escuchando, y por lo que veo no es así. Sabía que estabas distraída pero el que no hayas dicho ni mu me ha extrañado bastante ¿Qué te pasa?

Le miré pensando en sí de verdad quería hablar del tema o no. Al fin y al cabo Dylan era mi mejor amigo y le contaba todo, pero pensé en el mal sabor de boca que me dejaría el hablar sobre ello y decidí callarme.

— No es nada, solo estoy cansada. Mi madre — dije sabiendo que con solo decir aquello me entendería.

Asintió —. Bueno ya sabes que si quieres hablar de algo aquí me tienes. — Le sonreí. Cerré la taquilla cuando ya tenía todo y nos quedamos los dos ahí haciendo tiempo antes de que empezara la clase —. Por cierto ¿qué tal te fue ayer con Harry?

Abrí los ojos como platos, recordando lo que pasó y poniéndome roja —. Emm..., nada, lo normal. Le di una tutoría y se fue a casa nada más.

— Perdón por darle tu dirección, se me olvidó que no te gustaba que la gente supiera que bueno, vives bien —. Encogí los hombros y puse una media sonrisa en señal de que no importaba —. Pero, se le veía tan interesado..., me sorprendió bastante cuando vino el domingo y luego al día siguiente de nuevo.

Fruncí el ceño — ¿Cómo? ¿El domingo fue a tu casa?

— Pensando que era la tuya claro. Vino, me vio, le pregunté que qué hacía allí pero se fue dando zancadas sin contestarme. Luego vino ayer preguntando por ti y ahí fue cuando le dije que tú no vivías allí. Le di tu dirección y se marchó ¿No te lo había dicho?

Le miré sorprendida —. No... Solo me dijo que fue a tu casa y le diste mi dirección, no me dijo nada de que fuese la segunda vez que iba allí.

Se encogió de hombros y miró su reloj —. Me tengo que ir, ya nos veremos.

— Adiós — dije con la mirada puesta en alguna parte mientras se marchaba.

Me quedé pensativa durante un momento. ¿Por qué no había dicho nada? ¿Qué pretendía ocultar? ¿O le estaba dando yo más importancia de la que debía? A lo mejor no dijo nada porque no creyó que fuera relevante. Pero por la forma que me dijo Dylan que se marchó el primer día, no le veía ningún sentido ¿Por qué hizo aquello?

Empecé a caminar lentamente con la mirada en el suelo, aún haciéndome teorías, sin embargo no di con ninguna que sonara lógica.

Me choqué con alguien ya que seguía con la mirada puesta en el suelo. Cuando miré quién era maldije internamente dado que no quería lidiar con él en aquellos momentos.

Me miró con una ligera sonrisa, algo no muy común en él. — Uno normalmente pide disculpas cuando se choca con alguien pero lo dejaré pasar porque en realidad te estaba buscando.

— ¿A mí? ¿Por qué? — le pregunté.

— Quería preguntarte qué tal ayer con tu madre.

Se enteró de todo y me prohibió volver a acercarme a ti confesándome la historia de porqué odia tanto a los moteros y todo lo relacionado con ellos.

Bien.

— Me alegro. Yo-

— ¿Por qué no me dijiste que fuiste a casa de Dylan el domingo? — le interrumpí.

Su expresión cambio y juro que creí ver como su cara cambiaba de tono a uno más blanco.

— Eh...

— Al principio pensé que no dijiste nada porque no tenía importancia, pero entonces , ¿por qué te fuiste dando zancadas y sin dar ninguna explicación de porqué estabas ahí?

— Yo..., ahmm — dijo tragando saliva.

Suspiré y negué con la cabeza ligeramente —. Sea lo que sea, ahórratelo. Estoy harta de mentiras.

Sonará hipócrita dado que yo era la que mentía constantemente, pero por esa razón sabía lo que era. Mentir y que te mientan. Tan sano hasta un punto pero tan doloroso cuando se descubre. Me preguntaba si algún día la mía sería descubierta o si iba a ser yo misma la que la acabase. 

Pasé por su lado y me fui en dirección a mi clase, dejándole ahí con la palabra en la boca. Aunque en realidad, no había palabra alguna.

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Si os está gustando la historia y creéis que merece la pena, agradecería enormemente cualquier tipo de difusión.
Muchísimas gracias a tod@s

Doble Identidad (H.S)Where stories live. Discover now