Doble Identidad (H.S)

CAPÍTULO 9: El Ganador

CAPÍTULO 9

(Astrid)

Salí del instituto enfurecida. No había ni un alma en la calle ya que todos se habían ido a casa mientras que yo había sido secuestrada por la directora para comunicarme la peor noticia del mundo.

M móvil comenzó a sonar. Lo saqué del bolsillo del pantalón y miré la pantalla. Contesté de inmediato.

Conversación telefónica:

— ¡Dylan! ¿A qué no sabes que acaba de pasarme?— dije ansiosa por contarle lo que me había pasado.

— Hola Dylan ¿qué tal estás? Como desapareciste y yo me acabo de dar cuenta se me ha olvidado llamarte — contestó irónico.

— Ay, sí... Lo sé. Lo siento — dije algo arrepentida —. Perdón por no haberte llamado, pero es que he estado ocupada hasta ahora entre una gente y otra.

— No te preocupes. Yo también lo siento. Perdón por haberte dejado allí sola, es que se me metió hielo en el ojo y me llevó uno de los Hunters, Niall, a la enfermería. En verdad, son unos chicos muy majos. 

— Algunos más que otros..., y de eso ni te preocupes, ya me contaron lo que te había pasado y que te habían mandado a casa, ¿Cómo estás?

— Bien — dijo restándole importancia —. Me han puesto un parche en el ojo y tengo que llevarlo puesto durante un tiempo. Por cierto ¿Quién te ha contado lo mío? ¿Has hablado con alguien que no fuese yo? — dijo sorprendido — ¿Quién eres y qué has hecho con mi mejor amiga?

— Ja ja ja — reí irónica — Para tu información el ser que me ha ayudado a salir de allí y a limpiarme ha sido nada más y nada menos que el causante de mis desgracias de ahora en adelante.

— A ver, dramática, ¿qué ha pasado?

— ¿Recuerdas lo que te conté que me pidió el caradura de mi compañero de pupitre en la clase de literatura? ¿A lo que me negué rotundamente?

— Sí — pronunció lentamente —, y llámale Harry de una vez, es muy cansino lo tuyo. 

— No se merece que le llame por su nombre ya que, gracias a una "maravillosa idea" que le ha propuesto a la directora, ahora tengo que ayudarle. —  Así era como lo había descrito ella, obviamente "maravillosa" no es el calificativo que yo le habría dado. 

— ¿En serio? ¿Y eso?

— Parece ser que la directora y él tuvieron una charla en la que hablaron de sus notas, y de cómo iba a suspender la mayoría si no se ponía las pilas. Le explicó a la directora que por mucho que lo intentase no entendía literatura y la convenció para ponerme a mí de tutora y así ahorrarme el castigo.

— ¡Qué suerte!

— ¿Cómo? ¿Acaso has escuchado algo de lo que te acabo de decir? Me han encasquetado al tío más desinteresado y arrogante del instituto para darle clases. Voy a acabar odiando mi asignatura favorita por su culpa.

— Por lo menos no ha llamado a tu madre. La mía al enterarse me ha echado una bronca..., y me ha castigado sin videojuegos durante una semana y la directora me ha puesto una semana de detención.

— ¿Me vas a hacer esperarte una hora después de clase?

— En realidad son 50 minutos..., y en cuanto a lo de esperarme es decisión tuya, yo no te obligo a quedarte. No pasa nada.

— No, jope ahora me siento mal — lloriqueé.

Le oí reír a través del móvil —. Haz lo que quieras, pero no te sientas obligada ¿vale?