CAPÍTULO 41: Lo Siento

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CAPÍTULO 41: 

(Astrid)

— ¿No crees que te has pasado? — habló Dylan nada más salimos de clase.

— ¿De qué hablas? — dije no entendiendo a qué se refería con su repentina pregunta.

— Hola, chicos — nos saludó Megan uniéndose a nosotros en el pasillo mientras caminábamos a la salida —. Astrid, no quiero sonar muy directa pero... ¿qué ha pasado con Harry?

— Justo acababa yo de sacar el tema — la informó Dylan.

No creyéndome lo que oían mis oídos, paré de golpe en mitad del pasillo mientras la gente a nuestro alrededor se dirigía hacia la salida. Megan y Dylan se pararon también al ver que había dejado de avanzar.

— ¿Crees que me he pasado con él? — le pregunté incrédula y un poco molesta.

— Pero, ¿qué le ha dicho? — le preguntó Megan a Dylan como si yo no estuviese delante.

— ¿Y por qué le preguntas a él? — Demandé saber — ¿No te fías de lo que diga?

— Sí que me fio, pero... — se encogió de hombros sin llegar a responder a mi pregunta y miró a Dylan esperando a que respondiera a la suya.

Alcé las manos indignada a la vez que mis "supuestos" amigos me ignoraban completamente.

— Básicamente, el chico se disculpó pero ésta le ha mandado a la mierda — resumió Dylan, malamente y de forma muy ambigua si me preguntáis a mí.

— No le he mandado a la mierda — manifesté.

— Está bien, llámalo "X", el caso es que te gusta mucho, así que no termino de entender porqué no habláis de ello de una vez como dos personas adultas.

Tanto Megan como Dylan me miraban como si estuvieran esperando una confirmación por mi parte de que aquello de que me gustaba era cierto, aunque ya lo supiesen. Lo obvié, no estando mentalmente preparada como para asumir todo lo que conllevaba el decirlo en alto.

— El problema está, Dylan, en que no sé realmente si lo que siente por mí es verdad o no. Puede que le haya dado el venazo conmigo ahora y ya está, y que en realidad no vaya a cambiar. Que continúe siendo el mismo idiota engreído y chulo que pasa de todo. No quiero ser su novedad para salir de la rutina para que luego vuelva a caer en ella como siempre. — Me agarré ambas mangas de la mochila, colocando mis manos bajo ellas y dirigiendo mi vista al suelo. — Si de verdad se hubiese interesado por mí lo suficiente, sabría que yo no utilizo a la gente de esa manera, y no me habría hecho sentirme como una mierda — dije lo último con un tono de voz más bajo mientras sentía como se me formaba un nudo en la garganta.

Noté como Dylan se acercaba hasta estar delante de mí. Colocó sus manos a cada lado de mis hombros en un intento de reconfortarme ya que sabía que mis palabras me habían afectado. Le oí suspirar antes de hablar —. Está bien, tienes razón, puede ser, y es cierto que se comportó como un idiota, pero tú no has visto lo mismo que yo.

Alcé la vista para mirarle confundida sin entender a qué se refería. Estaba a punto de preguntarle cuando oí a alguien decir mi nombre.

— Astrid — oí que me llamaban. Giré la cabeza para poder identificar a la persona. Era mi profesora de Literatura con unos libros y su cartera en una mano caminando hacia donde nos encontrábamos —. Contigo quería yo hablar — dijo con una dulce sonrisa.

Miré hacia Dylan y Megan, quienes entendieron inmediatamente que lo mejor era que me esperasen fuera.

— Ahora nos vemos — dijo Megan agarrando a Dylan del brazo para que ambos se dirigieran a la salida.

Doble Identidad (H.S)Where stories live. Discover now