CAPÍTULO 27: "Torrance"

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CAPÍTULO 27

(Astrid)

— Wow — dijo al momento en el que entró por la puerta y observó el interior de la casa. Mayoritariamente la entrada, el comedor, parte de la cocina y el salón, al cual entramos después de que colgara su chupa en el perchero —. Bonita casa. Corrijo, mansión.

— No me quejo — le respondí con sus mismas palabras de aquel día. Paseó por el salón contemplándolo, y decidí volver a preguntarle —. Harry — llamé su atención — ¿Qué haces aquí?

— Querrás decir "¿cómo sabías que vivía aquí?". Porque bien que me diste una dirección distinta el otro día — continuó andando lentamente por la sala, observándola.

— Ya, en cuanto a eso. No te di la dirección correcta porque no quería que vieras todo esto — expliqué señalando con los brazos la sala y con ella la casa, claramente refiriéndome al hecho de que era rica.

— ¿Por qué?

— Antes de..., bueno, al principio...no quería darte otra razón por la cual utilizarme. Ya me usas como tutora y como novia de alquiler. Quería evitar el que te aprovecharas de nuestra... relación..., para sonsacarme algo más.

Harry me miró como si acabase de enterarse de algo que no creía que fuese posible pero que a la vez sabía que tenía sentido.  

— No creía que te sintieras así, utilizada digo. No era mi intención. — Lo último sonó como si estuviese diciéndoselo a sí mismo. Como si acabara de darse cuenta de algo y se sintiera decepcionado por ello. Volvió su vista a mí —. Nunca me aprovecharía de ti por dinero.

— ¿Pero por otras cosas sí no? — dije divertida.

Sonrió apartando la mirada mientras negaba con la cabeza —. Perdiste una apuesta. Es solo justo que cumplas tu derrota.

Rodé los ojos a la vez que sonreía —. Está bien.

Al momento apareció Ellie buscándome —. Astrid. Ah, hola — dijo al percatarse de que estaba acompañada.

— Ellie, este es Harry. Harry, ella es Ellie — les presenté.

— Encantada — dijo Ellie dándole la mano.

— Igualmente.

— He preparado unos cupcakes antes de irme por si queréis merendar.

Mi madre le había dado el resto de la semana libre, lo que quería decir que estaría sola hasta que volviese ella.

— Gracias Ellie, nos vemos el Lunes — me despedí de ella con un abrazo.

Entramos Harry y yo a la cocina a comernos los cupcakes justo después de que Ellie saliese por la puerta.

— ¿Familiar? — preguntó en referencia a Ellie.

— Ama de llaves, asistenta, cuidadora, segunda madre — le respondí antes de pegarle un mordisco a mi cupcake.

— Vaya, ¿Y en qué trabajan tus padres para poder permitirse tal lujo? Si no te importa que te pregunte, claro está.

— Mi padre ahora está retirado por una lesión y mi madre es dueña de empresas Torrance.

Casi se atragantó con el cupcake — ¿Empresas Torrance? ¿La nº3 en tecnología de la comunicación a nivel nacional?  — habló con la boca llena —. Espera un momento, ¿tu madre es Claire Rosefield?

Asentí. Mi madre era algo conocida, pero nunca pensé que lo sería entre gente de mi edad — ¿Cómo la conoces?

— ¿No lo sabes? Tu madre fue novia de Dez Tomlinson, uno de los mejores corredores de carreras de motocicleta a principios de los 90. Lo que no sé es si se llegaron a casar. Dejó de correr después de un accidente que tuvo y no se volvió a saber nada más de él, ni de ella.

Carraspeé un poco —. Sí, se llegaron a casar. — Dejé el resto de mi merienda sobre el plato. Se me había quitado el apetito de repente —. Y se divorciaron hace algo más de un año.

Me miró alzando ambas cejas — No jodas ¿Tú padre es Dez Tomlinson?

— El mismo ¿Cómo has sabido que mi madre era la dueña de la empresa? — le pregunté.

— "Torrance" era como llamaba tu padre a su motocicleta. Y pues por tu apellido, pensé que podría ser ella.

Suspiré —. Lo has adivinado. — Esbocé una pequeña sonrisa, o al menos lo intenté.

Aparté la mirada y la divagué sin propósito alguno. Pude notar la suya sobre mí.

— Por lo que veo, no estás muy eufórica de que lo haya adivinado.

Negué con la cabeza levemente —. No es por eso.

Era porque ya el hecho de escuchar el nombre de mi padre, lo que él fue y lo que yo nunca podría llegar a ser, me concomía por dentro. Aparte de que llevaba sin verle desde hacía casi un año.

— Y tampoco quieres hablar de ello, lo entiendo.

Levanté la mirada cuando dijo aquello y se lo agradecí con una sonrisa.

— No llegaste a contestarme. Dijiste que venías a disculparte, ¿por qué? — hablé cambiando de tema.

Vi como tragaba saliva y se aclaraba la garganta antes de hablar —. Por mi comportamiento esta mañana.

— ¿El cual se debía a...? — continué preguntando.

No contestó inmediatamente, sino que parecía estar costándole encontrar algo que decir.

— Discutí con mi madre, estaba de mal humor. No quería desahogarme contigo, lo siento.

Había algo que me seguía sin encajar, lo que dijo aquella mañana más que cómo lo dijo. Pero lo dejé ir, yo probablemente estaría igual si hubiera discutido con mi madre, bueno, en verdad peor, algo que él ya había presenciado. Así que decidí no seguir insistiendo.

— ¿Cómo supiste dónde vivía?

— Me encontré con Dylan en la que creía que era tu casa y me dio la dirección.

Hice una mueca avergonzada —. Ya, lo siento.

— No pasa nada — dijo con una voz y una sonrisa cálida. Yo hice lo mismo —. Bueno, ya que estoy aquí aprovechemos y hagamos otra sesión de literatura.

— Me parece bien.

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PD: Si os está gustando la historia y creéis que podría gustar a más gente por favor difundirla. Me ayudarías mucho y os lo agradecería muchísimo. Si no os está gustando y no creéis que merezca la pena, no pasa nada. También acepto crítica, pero solo constructiva. Si no os gusta porque no es el tipo de novela que estáis acostumbrados a leer, oye, no os sintáis obligados, tenéis total libertad de no continuar :)

Como siempre muchas gracias y muchos besos a todos mi lectores  :* 

Doble Identidad (H.S)Where stories live. Discover now