Soulmates (Jainico).

04.-

POV Omnisciente

Después de haberse besado mucho tiempo, el moreno se separó con una leve sonrisa en sus labios. Y no era porque le gustaba Edgar, era porque así no se sentía solo. Le acarició el rostro al ruloso, haciendo que a los pocos minutos de estas caricias, se durmiera abrazando al Nico. Este último durmió entre sus brazos minutos después.

Y al día siguiente, cuando los dos despertaron, confirmaron que harían eso. Se fueron a bañar, cada uno por separado, ya que créanme, lo que paso ayer, no cambiaba nada su relación, seguían siendo mejores amigos.

El moreno cuando salió del baño, Edgar le había preparado su ropa para que se colocará. Claro que le había buscado la mejor ropa que tenía. Nicolás se secó un poco para después colocarse la ropa sin ninguna preocupación. Eddie y él habían despertado a una buena hora como para no preocuparse de ir rápido al encuentro. Iban a tomar desayuno con Manuel y Jaime en alguna cafetería.

Cuando terminó de prepararse ya había pasado media hora, así que salió de la habitación y afuera estaba el ruloso esperándolo con una leve sonrisa.

-Sigo diciendo que eres peor que una mujer.-Se burló Edgar de Nicolás para luego colocar un brazo al rededor de él y caminar hacia la salida del departamento.

-No tenía apuro, así que para qué vestirme tan rápido?.-Preguntó el pequeño moreno con una sonrisa, entrando al ascensor cuando llegó y apretando de inmediato el botón para ir al primer piso.

-Entiendo, tal vez diez o quince minutos, pero no treinta.-Dijo Eddie riéndose levemente.

-No es tanto.-Refutó el Nico con una sonrisa, saliendo del ascensor y saliendo del edificio.

Edgar sacó las llaves de su bolsillo del pantalón y le sacó la alarma a su "bebé". Se apuró y le abrió la puerta a Nicolás, cosa que le extrañó a este último.

-También tenemos que practicar esto. Ya sabes, las cosas románticas y todo eso.-Explicó el ruloso sosteniéndole la puerta. El moreno asintió, riéndose ligeramente para después entrar al auto.

-Eres todo un caballero.-Dijo el pequeño moreno riéndose aún más. Edgar se rió conjunto con él y le cerró la puerta para luego abrir la puerta del conductor y sentarse.

Encendió el auto y fue al lugar de punto de encuentro con Manuel y el enojón.

-No se porque accedí a venir.-Dijo el enojón sentado al lado de su mejor amigo, esperando a los otros dos.

-Y no sé porque no le mandaste un mensaje a Nicolás.-Dijo Manu dándole una mirada casi de muerte a Jaime.

-Porque soy hetero.-Se excusó Jaime.

-Já! Sigue creyendo eso, tan hetero que dijiste que sí altiro cuando dije que el Nico vendría.-Dijo Manuel burlándose de su mejor amigo.

-No tengo ni idea de lo que hablas.-Dijo el enojón, mintiendo demasiado mal.

-Sigue mintiendo no más, los dos sabemos que no es verdad.-Dijo Manu, notando que Edgar llegaba con Nicolás en su auto. Este se bajó primero y le abrió la puerta a su "novio". Nicolás le sonrió y le dio un pequeño beso de recompensa haciendo que Eddie sonriera aún más.

Y claro, veían eso porque los estaban mirando a través del vidrio.

El pequeño moreno le tomó de la mano a Edgar y entraron a la cafetería, donde de inmediato encontraron a Manuel con el ceño fruncido y Jaime con los nudillos blancos por la furia y celos. Y bueno, ya saben, con el ceño fruncido al igual que su mejor amigo.

-Hola.-Saludó el pequeño moreno a Manuel y a su alma gemela.

Ninguno respondió, solo podían notar las manos entrelazadas entre él y Edgar.

-Son novios?.-Se atrevió a preguntar Manuel, mirando ahora a Eddie.

-Sí.-Contestó el ruloso, dándole una leve sonrisa a su mejor amigo.

-Nunca me lo dijiste.-Dijo Manu, volviendo a hablar.

-Bueno, ayer fue un día bastante raro, creo que no hubo tiempo para eso.-Dijo Edgar con una pausa.-Además estaba algo borracho si te diste cuenta, hasta empuje al Nico.

-Lo empujaste?.-Preguntó Jaime ni siquiera intentando ocultar su enojo. Esta situación no le gustaba para nada.

-Fue un accidente, no fue nada.-Respondió Nicolás, mirando a Jaime.

El enojón se quedo callado no más, al menos por unos segundos. En este momento ya ni creía que era hetero. Tal vez bisexual seria una buena opción en ese instante.

-Manu, creo que ya no tengo mucha hambre, prefiero irme.-Dijo Jaime solo hablándole a su mejor amigo. Este le hizo ojitos de gato con botas pero no funcionó.-Sabes donde voy a estar, así que cualquier cosa, llámame o mándame un mensaje.

-Pero Jaime.-Dijo Manuel con un puchero, haciendo que Edgar se sintiera algo celoso.-Me lo debes, ayer ni siquiera estuviste una hora.

-Te lo compensaré en otra cosa, te lo prometo.-Dijo el enojón levantándose y dándole casi una mirada de lastima a su mejor amigo.

Jaime con eso se fue, sin ni siquiera mirar a su alma gemela. Salió de la cafetería y fue a buscar su auto.

Iba caminando sin mirar nada fijo cuando chocó con alguien más. Iba a empezar a putear que no era su día cuando notó que era una chica, bastante linda en realidad.

-Lo lamento, creo que ando distraído hoy.-Dijo Jaime con una leve sonrisa mirando fijamente los ojos verdes de la desconocida.

-Andamos igual parece.-Dijo la extraña sonriéndole.

-Soy Jaime.-Se presentó el enojón, sin notar que su alma gemela lo había ido a buscar para decirle la verdad entre Edgar y él. Claro que se detuvo cuando vio que Jaime estaba con la chica.

-Yo soy Evelyn, un gusto.-Dijo la recién nombrada, casi como si fuera un coqueteo. Bueno, lo era.

-Te ves algo apurada, yo tengo mi auto cerca, quieres que te lleve o algo?.-Preguntó Jaime, no queriendo que Evelyn se fuera.

-Creo que me ayudarías bastante con eso.-Respondió Evelyn, acompañando a Jaime hacia su auto.

Nicolás los miró unos segundos más y decidió irse a su departamento que tenía con Edgar. Este último le había contado la verdad a Manuel, cosa que lo alegro, y ahora estaban conversando tranquilamente. El moreno no quería molestarlos tampoco así que se fue.

Nicolás sentía que él siempre sobraba. Mientras caminaba miró sus heridas en su brazo. Hace mucho que no lo hacia, pero ahora que sabía que no podía morir, por qué no?.