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POV Omnisciente

Nicolás había llamado a Manuel y Edgar por si sabían algo de Jaime. Estaba desesperado, no sabía que pudo haber pasado con su alma gemela, hasta que Manuel lo llamó.

-Dime que lo encontraste.-Dijo el moreno con algo de esperanza.

-No Nico, no lo encontré a él.-Dijo Manu con un nudo en la garganta.-Nico, el Jaime tuvo un accidente.

El moreno sintió su cuerpo pesar, todo esto era su culpa.

-Dime que...

-No esta en ningún hospital, encontré su moto destrozada y sangre, pero no lo encontré a él.-Dijo Manuel con lágrimas en su cara y con una pausa.-Se lo que paso entre Edgar y tú ayer, Nico.

-Manuel escúchame...

-No Nicolás, tú escúchame bien, has lo que quieras con el Edgar, tal vez me lo merecía. Pero sabes? El Jaime no se merecía esto.-Dijo Manuel con una pausa.-Si no encuentro al Jaime, te juro que te voy a sacar la mierda, sin importarme ni una wea, ni siquiera porque alguna vez fuiste mi amigo.

-Manu...

El recién nombrado colgó y se sentó en la calle, mirando la moto destruida de su mejor amigo. Encontraría a Jaime y cuando lo hiciera, se lo llevaría de este país de mierda, viajarían y harían sus vidas de nuevo.

Cuando Jaime se despertó, intentó moverse pero se quejó por el dolor de inmediato.

-No te muevas Jaime.-Dijo Gabriel cerca de la cama.-Nunca creí que alguna vez podrías chocar tu moto, debió ser bastante grande el motivo para que eso pasara.

-No quiero hablar de eso Gabriel.-Dijo el enojón todavía con la voz ronca, mirando los vendajes en su estómago.

-Entonces podemos hablar de porque tus ojos están de color rojo?.-Preguntó Gabe, bastante curioso y asombrado por eso.

-Espera, qué?.-Preguntó Jaime confundido, sintiendo un dolor en el pecho al recordar todo lo que paso con Nicolás.

Gabriel le paso un espejo y era verdad, tenía los ojos de color rojo.

-No es para conquistarte ni una wea, pero nunca había visto ojos más bonitos que los tuyos.-Dijo Gabriel riéndose ligeramente.

-Me alagas.-Dijo Jaime con una sonrisa cínica.

-Sabes que eso no le ha pasado a nadie más cierto? He leído cientos de libros de almas gemelas y nunca había pasado eso.-Dijo Gabe, informándole.

-Mucha conversación, me voy de acá.-Dijo el enojón, levantándose de la cama con esfuerzo y colocándose su polera manchada con sangre, luego su polerón y por último sus pantalones con las zapatillas.-Me puedes llevar a algún hotel que tenga alcohol? Mucho alcohol.

-No conozco uno así, pero si quieres pasamos a una licorería.-Dijo Gabriel preocupado por Jaime.

-Eso sería de mucha ayuda.-Dijo Jaime caminando algo cojo.-Conoces a alguien de nuestros contactos que venda droga o algo?.

-No te dejare comprar droga Jaime.-Dijo Gabe con una pausa, al notar la mirada de molestia que tenía su jefe.-Hiciste que varios siguieran a tu chico para que no se drogara y ahora tú lo vas a hacer?.

No saben como le dolió cuando su amigo le dijo "su chico" refiriéndose a Nicolás.

-Ya no es mi chico, nunca lo fue.-Murmuró el enojón y Gabriel supo que era un tema difícil así que no decidió no hablar más de Nicolás.

-Bueno, pero la cosa es que no lo vas a hacer, aunque eso signifique que tenga que quedarme en ese hotel contigo.-Dijo Gabriel, ayudando a Jaime a caminar para salir de la casa y dirigirse a su auto.

-Estás seguro que no me quieres conquistar?.-Preguntó Jaime con una leve sonrisa.

-Puta, acostarse con el jefe no sé.-Respondió Gabe riéndose.-Es muy visto ya.

Gabriel ayudo a Jaime a sentarse en el asiento del copiloto y le colocó el cinturón.

-Para qué me colocas esta wea?.-Preguntó Jaime con una molestia mirando el cinturón.

-Para que no tengas otro accidente, creo que has tenido bastante ya.-Contestó Gabriel sacando unos fajos de dinero y se los paso.-Lo que ganaste ayer.

-Bueno, al menos tengo suficiente para comprar otra moto.-Dijo el enojón con otra leve sonrisa.

-De hecho ayer uno apostó su moto si es que perdía, así que tienes moto nueva.-Dijo Gabe, subiéndose al auto y encender el auto para comenzar a manejar.

-Qué tal si nos hacemos internacionales? Y vamos a otros países a hacer carreras?.-Preguntó Jaime con una pausa.-Quiero salir de este país de mierda.

-No es mala idea.-Dijo Gabriel notando que el enojón no estaba cansado del país, solo quería estar lejos de donde esta Nicolás.

-Entonces te vas a quedar conmigo en el hotel? Para pedir dos habitaciones, ni creas que dormiré en la misma habitación contigo.-Dijo el enojón.

-Sí, me quedaré contigo.-Dijo Gabe estacionándose para pasar a comprar alcohol. El enojón solo se quedó ahí, pensando en todo. Miró su pantalón y vio que su celular estaba en su bolsillo todavía. Lo sacó y noto que nada le había pasado.

-Cómo es que un objeto tiene más suerte que yo?.-Se preguntó Jaime a si mismo, desbloqueando su celular. Notó muchas llamadas por parte de Manuel, Edgar y Nicolás. De hecho ahora mismo Edgar lo estaba llamando.

Jaime lo pensó unos segundos y contestó.

-Qué pasa Edgar? Pasándola bien en mi casa con mi novio?.-Preguntó Jaime cínicamente.

-Jaime donde estas?.-Preguntó el ruloso casi demandando que se lo diga.

-No te preocupes querido Edgar, les voy a pagar las cuentas de la luz y todo eso.-Respondió el enojón, con más cinismo aún.

-Jaime no es una broma, el Nico te esta buscando...

-Que curioso Edgar, que solo nombres a Nicolás, cuando Manuel también me esta buscando.-Dijo Jaime con una pausa.-Puedes decirle a Nicolás que estoy bien, que ahora puede seguir acostándose contigo.

-Jaime...

-Adiós Edgar, mándale saludos a Nicolás de mi parte.-Dijo el enojón colgando la llamada para luego abrir la ventana y tirar su teléfono contra el piso.

Nicolás. Era en él lo único que podía pensar.

-Al menos no alcancé a enamorarme de él.-Murmuró Jaime para si mismo, sintiendo unas lágrimas en su cara.- A quién engaño? Ya estaba completamente enamorado de él.

Se limpió las lágrimas cuando vio a Gabriel salir de la licorería con muchas bolsas. Miró el celular de Jaime en el piso y miró a este último. Pisó el celular para asegurarse que estuviera completamente roto. El enojón le dio una pequeña sonrisa y Gabe se la devolvió para luego abrir la parte de atrás de su auto y dejar las bolsas con todas las botellas de alcohol que compró ahí.

-Me siguen gustando tus ojos rojos.-Dijo Gabe con una risa acompañada.

-Y a mí me gustan tus ojos normales.-Dijo Jaime riéndose, pero esa risa era tan falsa, sabía que no estaba ni cerca de sentir algo de gracia.

Soulmates (Jainico). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora