Soulmates (Jainico).

05.-

POV Omnisciente

Al final, Nicolás si se empezó a cortar otra vez, algunas más profundas que otras, pero solo se coloco unas pulseras para que pasen piola. Edgar sabía que antes su mejor amigo se cortaba y hicieron una promesa de que nunca más lo haría. Claro que la rompió.

Jaime le mandó un mensaje cuando supo que era mentira lo de Edgar con Nicolás. Pero estaba enojado, ya que no le gustaban las mentiras. Así que el mensaje que le mandó fue algo así.

"No puedo creer que mi alma gemela sea un mentiroso de mierda. Ojala que no fueras mi alma gemela" le había mandado el enojón. Nicolás no le respondió, solo se dedico a cortarse y al sentir el dolor.

Habían pasado tres semanas y Edgar le había avisado de que irían a un club con Manuel y Jaime. Y les digo que le había avisado ya que este obligó a Nicolás a ir, este desde lo que había pasado en la cafetería no salía del departamento.

Ahora el moreno estaba listo pero Edgar estaba demorándose. El ruloso tenía algo con Manuel, tal vez no tan serio pero seguía siendo algo. Esperó quince minutos más y por fin Eddie salió.

-Nico, creo que después tendrás que venirte solo, ya sabes, llevaré al Manu a su casa y tal vez me quede allá.-Dijo Edgar, saliendo del departamento y Nicolás detrás de él.

-Esta bien.-Dijo el Nico sin mucho ánimo.

No quiso hablar más así que se colocó sus audífonos y puso algo de música en su celular.

Manu y el enojón estaban ya en el club, tomando un poco por mientras.

-Estas seguro que fue buena idea invitar a la Evelyn?.-Preguntó su mejor amigo, tomando algo de su trago, mirando a Jaime.

-Por qué no lo sería?.-Preguntó Jaime con el ceño fruncido.

-Por Nicolás.-Respondió Manuel.

-No se porque le podría afectar a ese weón.-Dijo el enojón, algo molesto.

-Pero Jaime...

-Por fin pude encontrar el lugar Jaime.-Dijo Evelyn, dándole un beso en la mejilla a este y sentándose a su lado.-Estaban hablando algo importante?.

-No.-Contestó Jaime sin más. Manuel tampoco le habría contestado, le caía mal.

Hablaron de algunas cosas solo con Evelyn. Manu ni siquiera se quería incluir en las conversaciones.

Minutos después llegó Edgar con Nicolás.

-Hola Manu.-Dijo el pequeño moreno con una sonrisa falsa. Prefería estar en cualquier otra parte menos ahí.

-Hola Nico.-Dijo Manuel, mirando con sospecha a su amigo, había algo que no andaba bien.

-Hola Jaime.-Dijo Nicolás intentando llamar la atención de su otra mitad, pero este ni lo miró.-Jaime, tengo que...

-Podrías hacerme un favor y me puedes dejar de molestar?.-Preguntó el enojón mirando ahora al moreno.

-S-sí, lo lamento, no lo volveré a hacer.-Contestó el pequeño moreno sintiendo un nudo en su garganta. Estaba intentando no llorar. Miró a Edgar pero este ya ni lo pescaba, el único que había escuchado fue Manuel.

El moreno se fue a otro lado del club y se sentó. No quería ni tomar ya que sabía que no ayudaría.

-Hola.-Dijo una persona al lado de él.-Soy Iván.

Se notaba que estaba drogado pero poco le importo a Nicolás.

-Hola, soy Nicolás.-Dijo el recién nombrado mirando al conocido ahora.

-Te ves algo mal. No quieres un poco?.-Preguntó Iván, ofreciéndole un porro.

El moreno antes no lo hubiera hecho, pero ya no era el mismo. Nicolás tomó el pito y Iván lo encendió. Tomó todo el humo que pudo y después lo soltó.

-No lo haces tan mal para ser la primera vez.-Dijo su conocido drogadicto riéndose.

-Gracias, supongo.-Dijo Nicolás, colocándose otra vez el porro en sus labios.

Iván miró las marcas del moreno en sus brazos. Las acarició levemente y habló.

-Sabes? No lo tendrías que hacer nunca más si te drogaras.-Dijo Iván con algo de pena dirigida hacia su amigo ahora.

-Para qué dejar una? Mejor hacer las dos.-Dijo Nicolás expulsando el humo.

-Toma mi número, creo que seremos buenos amigos.-Dijo Iván dándole un papel con su número de teléfono. Nicolás lo tomó y guardo.-No te cobraré por la droga, me caes bien.

-Eso suena como el principio de una gran amistad.-Dijo el pequeño moreno riéndose.

Después de unos minutos, Iván y Nicolás ya se estaban besando sobre el sillón del club. El moreno sentía las manos de su amigo drogadicto abajo de su polera, pero no quería pararlo.

Edgar por fin buscó a su amigo con la mirada y vio esta escena. Y no crean que se le ocurrió a él, Manuel le recordó que Nicolás era su mejor amigo y tenía que preocuparse por él.

-Bueno, la esta pasando bien al menos.-Dijo el ruloso con una leve sonrisa.

A Jaime le llamó la atención eso, ya que no sabía a que se refería hasta que vio a su alma gemela ser besado por alguien más. Y su enojo hacia Nicolás disminuyó y aumentaron las ganas de ser él que estaba besando a su alma gemela. Bueno, también aumentaron sus celos.

-Lo lamento Evelyn, tengo que solucionar algo.-Dijo Jaime parándose de su asiento y dejando a su acompañante sola para ir a buscar a Nicolás.

Apenas llegó, tomo a Iván de la ropa y lo empujó lejos de su alma gemela.

-Tú y yo nos vamos.-Avisó el enojón, tomando de la mano a Nicolás y llevándoselo de ahí. En este momento solo podía preguntarse cuando había creído que era completamente heterosexual?.

Nicolás no había dicho nada, recién ahora estaba saliendo del efecto de la droga. Ahora solo se sentía algo mareado y con bastante hambre.

-Adonde me llevas?.-Preguntó el pequeño moreno notando que Jaime le había tomado de la mano, pero ahora había entrelazado sus dedos.

-A mi casa.-Respondió su alma gemela con el ceño fruncido, mirando a Nicolás y notando los ojos rojos que tenía.-Te drogaste?.

-Puede ser.-Contestó el moreno riéndose un poco, sintiendo como Jaime caminaba más rápido, con enojo. A los pocos segundos Jaime no resistió más y lo acorraló contra la pared, tomando por sorpresa al pequeño moreno.

-Tienes el número de ese weón?.-Preguntó Jaime con la voz ronca.

El moreno asintió y el enojón buscó el número de Iván en los bolsillos del pantalón. Cuando lo encontró, rompió el papel en varios pedazos.

-No quiero que vuelvas a ver a ese weón.-Dijo el enojón con el ceño fruncido.

Nicolás lo empujó lejos suyo, algo enojado y herido.

-Por qué no? No te debería molestar que sea amigo de gente así, total ya no te molesto a ti.-Dijo el pequeño moreno no entendiendo para nada a Jaime.

El enojón se arrepintió de todo lo que le había dicho a Nicolás, también sobre el mensaje.

-Nico yo estaba enojado, no lo decía en serio.-Dijo Jaime acercándose lentamente a su otra mitad.-No eres una molestia para mí, lo contrario, te quiero junto a mí.

-A qué te refie...

El moreno no pudo seguir hablando ya que Jaime había posado sus labios sobre los suyos, besándolo casi con desesperación, Nicolás no se demoró nada en corresponderle.

Y tenemos que decir que en ese momento fue el mejor de toda sus vidas, al menos el primero de los muchos que tendrán juntos.