06.-

3.2K 330 114
                                    

POV Omnisciente

El beso duró unos minutos, y ni siquiera se querían separar. Pero cuando lo hicieron, se besaron unas pocas veces más.

-Dime por qué nos demoramos tanto en hacer esto?.-Preguntó el enojón, murmurando sobre los labios de su alma gemela, mirándolo a los ojos.

-Bueno, primero porque te creías hetero y segundo porque te enojaste conmigo.-Respondió Nicolás con una leve sonrisa.

-Vamos, te llevaré a mi casa.-Dijo Jaime tomando de la mano a Nicolás y llevándolo donde estaba su auto.

Cuando llegaron, el enojón le sacó la alarma a su vehículo y le abrió la puerta a Nicolás haciendo que este pasará primero. Esta acaso era una de las cosas que Edgar había dicho que las parejas hacían, pero el moreno no dijo nada, tal vez su alma gemela había hecho lo mismo con Evelyn.

Jaime cerró la puerta y se dio la vuelta para entrar al asiento del conductor en el auto. Apenas entró, miró unos segundos a su otra mitad y encendió el auto para comenzar a conducir.

-Y donde esta tu amiga? Esa con la qué viniste?.-Preguntó el pequeño moreno, jugando con sus dedos.

-La dejé cuando vi que estabas con ese weón.-Contestó Jaime concentrado conduciendo.-Por qué?.

-Bueno, creí que estaban juntos o algo así.-Dijo el Nico mirando por la ventana.

Jaime se quedó callado, no sabía que decir en ese momento. No estaban juntos, pero el enojón la estaba utilizando para olvidar a su alma gemela, y a veces lo pudo olvidar.

-Esto va a cambiar en algo?.-Preguntó el moreno ahora mirando a su alma gemela.

-A qué te refieres con eso?.-Preguntó Jaime, mirando de reojo a Nicolás.

-Ya sabes, que me hayas besado y todo eso.-Respondió Nicolás casi con vergüenza, pero de verdad quería saberlo.

-Podríamos ir algo lento.-Dijo el enojón con una pausa.-Claro, si es eso lo que quieres.

-Eso suena bien.-Dijo el pequeño moreno volviendo a mirar por la ventana.

-Pero eso no significa que no te besaré. Siento que tus labios pueden ser una especie de adicción.-Admitió Jaime con una leve sonrisa en sus labios recordando el beso.

-No habrá ningún problema con eso.-Dijo Nicolás sintiendo un poco menos de vergüenza.

-No te drogues Nico.-Dijo el enojón cambiando de tema. El moreno pudo notar la preocupación en la voz de este.

-Fue solo una vez, no es como si lo hiciera todos los días.-Dijo el pequeño moreno, pero sabía que si Jaime no hubiera aparecido en ese momento, él hubiera dejado que Iván lo metiera en el mundo de las drogas... Y bueno, también que se lo metiera.

-Pero de algo se empieza no? Solo no quiero ver que ese tipo de gente como ese weón intente de aprovecharse de ti.-Dijo Jaime intentando resistirse de mirar a su alma gemela. De verdad que le gustaba observarlo.

-Bien, no lo haré.-Dijo Nicolás sinceramente.-Te lo prometo.

El moreno muy pocas veces rompía las promesas, cuando lo hacía es porque lo necesitaba o no lo soportaba más, como con el tema de cortarse. Pero ni creía que Edgar se preocupará tanto por él ahora, desde que conoció a Manuel no dejaba de hablar de él, así que Nicolás no encontraba ningún momento para decirle a su mejor amigo.

-Nico, estas bien? Tu polera tiene algo de sangre en los brazos.-Dijo Jaime más preocupado aún, sacando a Nicolás de sus pensamientos.

-Sí estoy bien, no es nada.-Dijo el pequeño moreno intentando tranquilizar a su alma gemela pero eso no ayudaba.

Unos minutos después, Jaime llegó a su casa y se bajó rápidamente para abrirle la puerta. Lo que no esperaba Nicolás es que el enojón lo cargará y cerrará la puerta para luego dirigirse a su casa. Cuando pudo abrirla, dejó al moreno sobre el sillón. De un momento al otro, le subió la manga hasta ver las cortadas de su alma gemela.

Jaime se quedó quieto unos segundos para después mirar a Nicolás.

-Espera acá.-Dijo el enojón, casi corriendo para buscar algodón y alcohol para desinfectar la herida.

A los pocos minutos volvió con todo lo que necesitaba. Mojó el algodón con el alcohol y empezó a desinfectarle las heridas con cuidado, pero aún así el moreno se quejaba por el ardor.

-Por qué lo haces, Nico?.-Preguntó Jaime queriendo enojarse pero no podía.

-A veces el dolor físico te hace olvidar el dolor psicológico.-Dijo Nicolás no queriendo mirar los ojos de Jaime. Poco sirvió esto último ya que su alma gemela le tomó la cara con delicadeza y casi lo obligó a que lo mirará.

-Nico, no lo puedes seguir haciendo.-Dijo el enojon seriamente.-El Edgar sabe de esto?.

-Qué va a saber él si siempre está con el Manu o hablando de él?.-Preguntó el pequeño moreno riéndose ligeramente hasta que sintió otra vez el ardor en una de sus muñecas.

-Bien, desde ahora puedes contar conmigo en esto. Siempre que me necesites estaré ahí.-Dijo Jaime guardando las pulseras de Nicolás en su bolsillo del pantalón.-Es para asegurarme que no te hagas nuevas heridas.

Siguió curando las heridas para luego vendar las muñecas.

-Listo, ahora iré a prepararte algo para comer, supongo que tendrás el bajón.-Dijo Jaime con una leve sonrisa, yendo a su cocina.

El pequeño moreno sacó su celular y notó que tenía unos mensajes de Edgar.

"Donde estas?, estas con Jaime ahora?" "Al final no fui a la casa de Manuel. Te fui a buscar para que nos vayamos juntos pero Evelyn me dijo que Jaime te había sacado a la fuerza del club" "Estas bien?" "Me estoy empezando a preocupar Nico"

"Ahora te preocupas por mí, Edgar?. Estoy bastante bien si es lo que querías saber" escribió Nicolás para luego mandárselo. No tuvo que esperar mucho para que recibiera un mensaje devuelta.

"Siempre me preocupo de ti Nico, de qué hablas?" leyó Nicolás en su mente.

"Lo dices en serio? He intentado decirte algo todas estas semanas, pero nunca puedo porque siempre hablas de Manuel o estas con él" envió el pequeño moreno con el ceño fruncido.

"Qué me has querido decir?" había enviado el ruloso segundos después.

"Me volví a cortar" respondió el moreno. Esperó unos minutos pero no recibió respuesta de su mejor amigo, cosa que lo preocupo un poco. Estaba seguro de que lo había leído.

El moreno decidió ir a la cocina para dejar de preocuparse aún más por Edgar. Jaime estaba preparándole un sándwich, bastante gigante en realidad, pero sabía que con el hambre que tenía se lo comería.

-Viniste a hacerme compañía?.-Preguntó el enojón con una sonrisa, mirándolo unos segundos para seguir colocándole unas cosas al sándwich.

-Algo así.-Dijo Nicolás con una ligera sonrisa.

Jaime se detuvo y miró fijamente a su alma gemela.

-No estas bien.-Dijo Jaime, terminando de hacer la comida para su otra mitad para luego acercarse a este último.

-No quiero de hablar eso ahora.-Dijo el pequeño moreno sinceramente.

-Entiendo.-Dijo el enojón acariciando el rostro de Nicolás cuidadosamente, como si le fuera a hacer daño. Observó los ojos del moreno para luego mirar los labios de este último.

Esta vez Nicolás besó a Jaime, ahora en un compas más lento del que fue su primer beso juntos.

Sentían que las cosas estarían bien si estaban juntos, pero claro que habrían complicaciones para llegar a eso.

Soulmates (Jainico). Onde histórias criam vida. Descubra agora