Soulmates (Jainico).

45.-

POV Omnisciente

-Qué has hecho este mes Nicolás?.-Preguntó el enojón, sintiendo una amargura al decir el nombre completo de su alma gemela en vez de cariño.

Jaime miró por unos segundos los brazos de Nicolás, queriendo saber que este no lo había vuelto a hacer. Sintió un alivio al ver que no había ninguna cortada, solo estaban unas pequeñas cicatrices ahí.

-Iba a verte la mayor parte del día, en la noche competía en tus carreras, luego de eso, nada muy importante.-Contestó el pequeño moreno evitando algunos detalles.

-Por qué sigues compitiendo en mis carreras?.-Preguntó Jaime algo curioso, mirándolo unos segundos.

-Necesitaba el dinero.-Respondió Nicolás siendo demasiado reservado.

-Para qué?.-Preguntó el enojón, queriendo saber más detalles, pero su alma gemela no le daría más detalles sobre eso.

-No es importante.-Contestó el moreno, mirándolo unos segundos para luego concentrarse en el camino. En realidad si era importante, y hasta era algo dulce, pero no puedo contárselos ahora.

-Se que no deberías darme explicaciones, pero de verdad me gustaría saber.-Dijo Jaime insistiendo.

-Y como te digo, no es importante Jaime.-Dijo el pequeño travieso, quien no iba a ceder en esto.

Jaime no siguió insistiendo, pero en algún momento averiguaría de que se trataba, tal vez no de Nicolás, pero puede ser que de Manuel, Edgar o Naiko sí.

Nicolás escuchó sonar su celular y empezó a conducir con una mano para sacar su celular y contestar.

-Hola Nico.-Dijo Chris, quien era un amigo que había conocido en las carreras de Jaime.

-Dime para que me llamaste rápido, estoy conduciendo.-Dijo Nicolás con una leve sonrisa en sus labios ya que escucho a Christopher reírse.

-Chucha, se me olvida que eres todo un hombre de negocios y que andas ocupado.-Dijo su amigo riéndose con una pausa.-Quería saber si hoy vienes a las carreras.

El moreno miró unos segundos a su alma gemela. Este lo miraba también con atención, como también queriendo saber la respuesta.

-Sí, si voy a ir.-Dijo el pequeño moreno volviendo a mirar el camino.

-Entonces yo también voy.-Dijo Chris con una pausa.-Oye, me puedo quedar en tu casa? Queda más cerca que la mía de las carreras, y los dos sabemos que no vamos a irnos temprano de ahí.

-Sí claro, esta bien.-Contestó el pequeño moreno con una leve risa.-Trae alcohol.

-Como si no se me hubiera ocurrido antes. Me hieres al pensar que no llevaría.-Dijo Christopher con una sonrisa.-Ahora sí, señor importante, lo dejo conducir.

-Adiós Chris.-Dijo el moreno esperando que el recién nombrado se despidiera de él.

-Adiós cariño.-Dijo Christopher. Segundos después, este colgó.

Nicolás bloqueó su teléfono y lo guardo donde estaba.

-Así que Christopher?.-Preguntó el enojón con la mandíbula tensa, intentado disimular los celos.

-Qué tiene Chris?.-Preguntó Nicolás con el ceño fruncido por la confusión.

-Nada, es tu amigo o algo?.-Preguntó Jaime, ni siquiera queriendo mirar a su alma gemela. Sabía que si lo miraba, tendría ganas de besar a Nicolás, para como marcarlo que era suyo, pero ya no podía hacerlo.

-Sí, es mi amigo.-Respondió el pequeño travieso con una leve sonrisa, recordando como se habían conocido Chris y él.

El enojón lo observó y no pudo evitar pensar en que así era la manera en que él le sonreía, pero no dijo nada más respecto al tema.

Creo que debo decirles que Jaime definitivamente se dañó en ese accidente, ya que Nicolás seguía enamorado de él y no le gustaba Christopher.

Hablaron de distintas cosas pero nada que ver con su termino o algo romántico. Cuando llegaron a la casa, Jaime salió primero del auto para abrirle la puerta a Nicolás. No le importaba si era su ex, lo haría de igual manera. Tampoco le importaba que él no era el que no manejaba.

Nicolás buscó sus llaves y abrió el portón. El enojón dejo que el moreno pasara primero y este abrió la entrada de la casa. El moreno salió corriendo para no ver la cara de Jaime al ver que había destrozado la mayoría de la casa.

El enojón frunció el ceño no entendiendo porque su alma gemela había salido corriendo de ahí hasta que entró a la casa. Ya ni siquiera se veía como su casa.

Vasos rotos, quien suponía Jaime que Nicolás había tirado contra la pared, ya que también la pared estaba rota. Las otras paredes estaban rotas por golpes y no sabía como no había sangre en estas. La televisión también estaba rota, al parecer Nicolás había tirado el control de la tv contra esta. Hasta la mesa había roto.

El enojón no estaba molesto porque el moreno había roto la mayoría de la casa, estaba molesto porque sabía que Nicolás en algún momento se pudo hacer daño.

Jaime fue directamente a la habitación, donde sabía que estaba su alma gemela. Abrió la puerta y no vio a Nicolás por ninguna parte de esta. Bueno, hasta que vio las cortinas de la ventana que tenían en el cuarto. El enojón suprimió una risa al ver que su ex se había escondido ahí.

Jaime se acercó a la cortina y se escondió junto a Nicolás, quedando unos centímetros cerca de este último.

-Jaime puedo pagarte las cosas de verdad, pero no te enojes.-Dijo el pequeño moreno mirando directamente a su alma gemela.

-Nico, no estoy molesto por eso, estoy molesto porque estoy seguro que te hiciste daño en romper todas esas cosas.-Dijo el enojón observando a Nicolás.-Es para eso lo que necesitas el dinero?.

-No.-Respondió el pequeño travieso sin decir ningún detalle de esto.

Con eso Jaime se rindió, sabía que no tendría ninguna información por parte de Nicolás, así que intentaría con Manuel y los otros.

Se miraron fijamente por casi un minuto, pero Nicolás habló.

-Por qué seguimos escondidos acá?.-Preguntó el moreno con una leve sonrisa.

-No lo sé, deberíamos salir no?.-Preguntó Jaime con una pausa y una sonrisa.-Aunque igual estoy muy cómodo acá, contigo.

-Creí que ibas a buscar algunas cosas.-Dijo Nicolás mirándolo.

-Ese era el plan hasta que vi la casa en este estado y creo que necesitas algo de ayuda con todo esto, así que podría quedarme.-Dijo el enojón observándolo mientras el moreno le sonreía con un leve brillo en sus ojos.

Acaso podía amar aún más a Nicolás?.