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POV Omnisciente

Después de varios minutos casi todos en shock, Nicolás se sentó en la cama mientras Manuel le limpiaba la sangre que tenía este con la manga de su polerón. Sabían que tenían que hacerle caso a Jaime y que no tenían que salir al menos a que este último vaya a la habitación y les diga que salgan.

-Qué crees que le hizo?.-Preguntó Manuel, casi susurrándolo.

-Sabemos muy bien que le disparó.-Respondió el moreno con una pausa.-Y no me preocupa el hecho que le haya disparado, lo que me preocupa es que se que Gabriel ya conocía a su alma gemela y vive para siempre, qué tal si vuelve por venganza?.

-No va a volver por venganza.-Dijo Jaime cargando el arma mirándolos desde la puerta.

El moreno pudo escuchar como unas personas arrastraban algo en el living y salían de la casa.

-Por cierto, vamos a tener que comprar una nueva alfombra.-Dijo el enojón guardando el arma entre su pantalón y tapándola bastante bien con el polerón.

Jaime se acercó a su novio y miró la leve herida que este tenía en su cabeza.

-Ese conchetumadre me las pagaría otra vez si no estuviera muerto.-Dijo Jaime apretando sus dientes, enojado.

-Lo mataste? Cómo?.-Preguntó Nicolás sorprendido, al menos sabiendo que las almas gemelas no podían morir.

-En los meses que estuve lejos averigüé unas cosas en unos libros de antepasados míos y weas así, todo bastante raro, pero al parecer es el único libro que hay en todo el mundo.-Explicó su pololo mientras iba a buscar un algodón y alcohol. Volvió rápido para seguir explicándole.-Entonces empecé a leer el libro, y aparecían cosas interesantes. Una de ellas era como matar a una alma gemela. Claro que nunca lo puse en practica hasta ahora.

-Y cómo se mata a un alma gemela?.-Preguntó Naiko, recién metiéndose en el tema.

Jaime lo miró unos segundos para luego seguir curando a su alma gemela.

-Prefiero decírselo a mi familia primero.-Dijo el enojón, refiriéndose a Nicolás.

-Soy tu familia?.-Preguntó el moreno enternecido, olvidándose de que hace unos minutos su novio había matado a alguien.

-Claro que sí, cariño.-Contestó Jaime terminando de curar a su pololo. Lo observó unos segundos más para luego girarse y mirar a Manuel.-Ya sabes cual es tu pieza, mañana iremos a buscar las cosas necesarias para que las traigas.

Manuel asintió, todavía procesando lo que acaba de pasar.

El enojón ahora miró a Naiko.

-Gracias Naiko por intentar defender a mi novio. Pero voy a tener que enseñarte a apuntar y disparar.-Dijo Jaime tomando la mano de Nicolás y saliendo de aquella habitación.-Anda a nuestra pieza, tengo que hablar algo con los...

-No, quiero que estés conmigo ahora.-Dijo el pequeño travieso con el ceño fruncido.

El enojón lo miró a los ojos y asintió.

-Bien, vamos a nuestra habitación.-Dijo Jaime con una leve sonrisa.

Subieron la escalera tomados de la mano y abrieron la puerta de su habitación. Nicolás entró primero y luego Jaime, cerrando la puerta.

El enojón soltó la mano de su novio solo para sacar el arma y ir a esconderla con el resto.

-No te hizo nada más cierto?.-Preguntó Jaime, cerrando el escondite y girándose para ver a su alma gemela.

-No, nada más.-Respondió el pequeño moreno sinceramente.

-Espera, si Naiko encontró esa arma tuvo que haber ido a ese cuarto en algún minuto.-Dijo el enojón analizando todo esto.

-Yo le dije que fuera a cualquier habitación, que tenía que hablar unas cosas con Gabriel.-Le informó el pequeño travieso, no dando más detalles de lo que paso.

Jaime volvió a mirarlo a los ojos y asintió.

-Bien, pero esto no volverá a pasar Nico, me encargare de eso.-Dijo Jaime. Nicolás casi pudo escuchar una voz amenazante, como si fuera mafioso.

El moreno se acostó encima de la cama, mirando el techo hasta que sintió a su alma gemela girarlo para luego mirarlo.

-Quieres saber como se mata a un alma gemela?.-Preguntó el enojón con una pausa.-De igual manera te lo diré por si algún día es necesario. De hecho es algo tan simple como tener balas de oro rociadas con verbena.

-Verbena? Qué wea es eso?.-Preguntó el moreno algo confundido.-Espera, compraste balas de oro solo por si acaso? No quiero saber cuanto te costaron.

-Es una planta, hay historias medias sobrenaturales sobre que eso hiere a vampiros y weas así.-Explicó Jaime con una leve sonrisa en su cara.-Pero es fácil de conseguir.

-Todas tus armas tienen balas de oro con verbena?.-Preguntó el pequeño moreno sin poder creerlo.

-Claro que sí, nunca creí que sirviera de algo hasta ahora.-Respondió el enojón riéndose por la cara de asombro de su novio.

-No me sorprendería si en unos meses más te conviertes en un gran mafioso.-Dijo Nicolás en tono de broma, sabiendo que eso no pasaría.

Jaime se rió por eso y ahora se quedaron en silencio por unos segundos.

-No te sientes mal de haberlo matado o algo?.-Preguntó el moreno de repente.

-Era mi amigo, pero tú eras mucho más importante que él. Además ya le había advertido una vez.-Dijo Jaime, no respondiendo la pregunta directamente.

-Él me dijo algo que me hizo pensar sobre eso.-Dijo el pequeño travieso con una pausa.-Tú fuiste el que dio la idea de que los dos tuvieran sexo?.

Si el enojón hubiera estado tomando o comiendo algo se hubiera atragantado.

-Nico, no fue para nada así.-Dijo Jaime sorprendido por la pregunta.-Fue como un acuerdo de los dos, además cuando empezamos estábamos muy borrachos.

-También dijo que tú le seguías el coqueteo, aún cuando estábamos juntos.-Dijo el moreno. No estaba enojado, ni decepcionado ni nada. Solo quería saberlo.

-O sea bromeábamos respecto algunas cosas que tenían que ver con eso, pero nada más paso cuando empezamos a estar juntos Nico.-Dijo el enojón sinceramente.-Me crees, cierto?.

El pequeño moreno lo miró unos segundos y habló. Jaime en verdad se veía casi atemorizado por la idea de que su novio no le creyera.

-Sí te creo Jaime.-Contestó Nicolás con una sonrisa, abrazándolo para tranquilizarlo.

El moreno sintió como su alma gemela se relajaba mientras lo abrazaba de vuelta.

Soulmates (Jainico). Where stories live. Discover now