POV Omnisciente
Me veo obligada a decirles a que el enojón y el moreno no salieron de aquella habitación por al menos el resto de la noche. Pero sus amigos y el resto de los invitados no se preocuparon mucho por eso y siguieron jugando y tomando. Naiko se salió del juego para ir afuera y fumar un poco.
El ruloso lo miró irse y les hizo un gesto al resto de que se salía del juego también, haciendo que Manuel frunciera el ceño. Edgar se levantó de su asiento y fue donde su amigo afuera de la casa. Le sorprendía que afuera no hubiera nadie.
Eddie lo miró fumar por unos segundos y le habló, haciendo que Naiko se sobresaltara un poco.
-No deberías fumar, te mata lentamente.-Dijo Edgar al lado suyo ahora, mirándolo fijamente.
-Ya no me puede matar.-Dijo Naiko mostrándole su reloj que ahora estaba en cero.
-Conociste a tu alma gemela?.-Preguntó el ruloso con la mandíbula tensa. Se sentía celoso y no sabía porque.
-Sí.-Respondió Naiko con una leve sonrisa. Hace mucho tiempo que sentía cosas por Edgar, pero se refugiaba en otros hombres sabiendo que su amigo nunca lo pescaría.
-Y quién es?.-Preguntó Edgar interesado y bastante celoso.
Naiko lo pensó unos segundos. No podía arruinarle su oportunidad a Edgar con Manuel, prefería que él fuera feliz que el mismo.
-No lo conoces.-Contestó el pequeño mentiroso con otra leve sonrisa, pero falsa. Había ocultado tanto tiempo sus sentimientos para luego darse cuenta que Edgar era su alma gemela y seguir ocultándolo.
-Espero que sea alguien bueno para ti, o si no ya sabes que le puedo sacar la chucha.-Dijo Eddie intentando controlar y que no se noten sus celos.
-Es el mejor.-Dijo Naiko, mirándolo fijamente para luego mirar hacia afuera y seguir fumando.
-Cómo lo sabes?.-Preguntó el ruloso alto curioso mirándolo.
-Solo lo sé.-Contestó el pequeño mentiroso, mirándolo de reojo y para luego quedarse en silencio los dos.-Cómo han estado las cosas entre Manuel y tú?.
-Mal, no hay otra palabra más precisa que esa.-Respondió Edgar mirándolo.-No sé si intentarlo más aún o no.
-No puedo opinar en eso, mi vida romántica no ha sido muy buena.-Dijo Naiko riéndose ligeramente. Las cosas que tenía Naiko eran de una noche no más, al día siguiente él no les interesaba tener algo con la otra persona.
-Tienes suerte, al menos no tienes que andar detrás de alguien casi rogándole para que solo se digne a mirarte.-Dijo el ruloso.
-Mira, no te diré lo que tienes que hacer pero supuestamente tienes que ser feliz y imaginarte una vida entera con él. Bueno, una vida que durará para siempre y si te lo imaginas a su lado y siendo completamente feliz, entonces tienes que seguir intentándolo.-Le aconsejó el pequeño mentiroso, no diciendo nada que fuera bueno o malo para él.
-Gracias por el consejo Naiko.-Dijo Edgar bastante agradecido por eso, mirándolo a los ojos y luego mirando sus labios.
Naiko se dio cuenta y de inmediato cambio de tema, haciendo que Edgar dejara de mirar sus labios.
-Deberíamos entrar no? Esta haciendo algo de frío.-Dijo el pequeño mentiroso, viendo como Edgar se sacaba su polerón y se lo pasaba para que se lo colocara.
-Mejor salgamos de aquí, no creo que nos extrañen.-Dijo el ruloso con una leve sonrisa tomando de la mano a Naiko haciendo que este se colocara más nervioso que antes.
Edgar entrelazo sus dedos y salieron de la casa, dirigiéndose al auto del primero. Le sacó la alarma y le abrió la puerta a su alma gemela que ni él sabía que lo era. Naiko pasó y Eddie cerró la puerta para luego entrar al asiento del piloto. Encendió el auto y comenzó a conducir con una mano mientras que con la otra tomaba la mano de Naiko. Esta vez el último quien entrelazo los dedos.
-Adonde vamos?.-Preguntó Naiko con una leve sonrisa.
-Vamos a disfrutar la noche.-Respondió Edgar con una pausa.-Veamos lo que nos trae el destino.
Y con eso, el ruloso aceleró más, dándole a entender a Naiko que no llegaría a su casa temprano.
Manuel fue a buscar a Edgar afuera de la casa, para decirle que ahora iban a jugar a otra cosa cuando se dio cuenta que su alma gemela no estaba ahí y Naiko tampoco. Sintió una punzada en su pecho y entró a la casa sin nada más que hacer que emborracharse.
Al día siguiente Jaime despertó primero que su novio. Miró a su alrededor y vio a Nicolás desnudo y a él también. Claro que habían tenido sexo posesivo. El enojón miró su torso y literalmente habían muchos chupones hasta algunas pequeñas marcas de dientes.
Jaime abrazó el torso desnudo de su pololo, para luego darle unos besos en el cuello de este.
-Por qué siempre despierto así?.-Preguntó el pequeño travieso con una ligera voz ronca por acabar de despertar.
-Acaso te molesta, amor?.-Preguntó el enojón con una leve sonrisa, sabiendo la respuesta.
-Claro que no, pero me gustaría saber mejor, por qué no despertar así siempre?.-Preguntó el moreno dándose vuelta para mirar a su alma gemela.
-Podemos estar así por siempre Nico.-Respondió Jaime con una sonrisa mirándolo directamente a los ojos.
-Me gusta escuchar eso.-Dijo Nicolás tocando otra vez uno de los tatuajes de su novio. Esto casi se le había hecho una costumbre, le gustaba observar y marcar los tatuajes de su alma gemela.
-No quiero ni siquiera ir a ver como están las cosas allá abajo.-Dijo el enojón acariciando la espalda de su pololo.
-Espero que no haya vómito ni nada de eso, no me gustaría para nada limpiar eso.-Dijo el pequeño moreno, con una mueca de asco al imaginarlo.
-Ni creas que te dejare limpiar todo lo que paso abajo, Naiko lo limpiara. Él quería que hiciéramos la fiesta, entonces él la limpia.-Dijo Jaime con el ceño fruncido.
-Es como si no te cayera bien Naiko.-Dijo Nicolás mirándolo algo curioso.
-Si me cae bien, pero si te das cuenta, soy así con todos.-Dijo Jaime con una leve sonrisa mirándolo.
-Todos menos conmigo.-Repuso el moreno con una sonrisa en sus labios.
-Claro cariño, tú eres la excepción.-Dijo Jaime con una sonrisa para luego besar a su novio.
La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.
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Soulmates (Jainico).
FanfictionQué tal si te dijera que todos tenemos un alma gemela? Algunos sabrían que es verdad, otros dirían que son puras cursilerías. Pero en el mundo de Nicolás y Jaime las opiniones son muy diferentes sobre eso. En ese mundo, tú naces viendo solamente tod...