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POV Omnisciente

Si les ayuda algo, Jaime solo sintió el impacto, no estuvo ningún segundo después del impacto consciente.

Cuando este despertó, sintió que estaba en un lugar que no conocía. De inmediato abrió los ojos y miró a su alrededor. Lo primero que vio fue a Nicolás durmiendo en una silla que se veía bastante incómoda cerca de su camilla. Era obvio que estaba en el hospital.

Sinceramente a Jaime no le gustaban los hospitales, mejor dicho, los odiaba, siempre había muerte por todas partes y doctores compadeciendose de ti. Así que se sacó los cables que estaban conectados a su piel y de inmediato sonó ese pitido que todos odian, haciendo que Nicolás se despertará altiro por el susto de escuchar aquel sonido.

-D-Despertaste.-Dijo el pequeño moreno sorprendido.

-Supongo que si.-Dijo el enojón levantándose y sintiendo algo de dolor, pero ya había sufrido cosas peores así que no le importaba.-Donde esta mi ropa? Me voy a ir.

-No te puedes ir Jaime, tienen que hacerte exámenes...

-Qué se vayan a la mierda esas weas, no pienso quedarme ni un segundo más acá.-Dijo Jaime con el ceño fruncido, interrumpiendo a su ex.

-Cuando nos ibas a decir que te drogabas?.-Preguntó el moreno de repente, pasándole una ropa que había llevado él por si algún día despertaba su alma gemela.

-No es su problema, son míos y yo veo a quien le digo y a quien no.-Dijo el enojón algo molesto. Nicolás no podía ir a pedirle explicaciones como si fuera su novio.

-Jaime, eran sustancias bastantes elevadas, pudo haberte dado una sobredosis.-Dijo el pequeños travieso preocupado por su ex enojón.-Pero en este mes, quitaron todo la droga que tenías en tu cuerpo.

-En este mes?.-Preguntó Jaime, confundido, creyendo que solo había pasado un día o algo así.

-Sí Jaime, ha pasado un mes desde el accidente y desde ahí que no habías despertado.-Respondió Nicolás dándose la vuelta para no ver como su ex se vestía.

-Donde esta Manuel?.-Preguntó el enojón, cambiándose de ropa bastante rápido.

-Esta en su casa con el Edgar, se había quedado todos los días para saber alguna noticia de ti o algo, recién ayer lo obligamos a que fuera a su casa y comiera algo.-Contestó el Nico, todavía de espaldas.

-Y donde esta ese weón que estabas besando ese día? Ya se casaron?.-Preguntó Jaime con cinismo en su voz. Quería saberlo y claro, también era una trampa para que mientras Nicolás estuviera dándole la espalda, él se fuera solo de ahí. Ni cagando se iba con su ex a la casa de Gabriel.

-Jaime, era la primera vez que me emborrachaba, no sabía las cosas que estaba haciendo.-Dijo el moreno sintiendo algo dolerle en el pecho.-Como te dije el día que terminamos, te voy a amar por siempre. Y sabes? Me equivoque en haber terminado contigo, pudimos conversarlo, pero fue muy aweonao terminar así como así. Lo lamento mucho Jaime.

Cuando termino de decir todo esto, hubo un silencio en la habitación. Jaime ya se había ido, pero claro, Nicolás aún no se daba cuenta.

-Jaime, por favor di algo.-Dijo el pequeño moreno, casi rogando.-Jaime?.

Por fin se giró para ver a su alma gemela y este ya no estaba ahí.

-Mierda.-Dijo Nicolás, saliendo de la habitación corriendo. Era obvio que Jaime le había tendido una trampa.

El moreno fue a corriendo hacia la salida del hospital. Vio Jaime a lo lejos y fue corriendo hacia él.

-No te vas a poder escapar de mí, Jaime.-Dijo el pequeño travieso, tomándolo del brazo.

-Tenía que intentarlo.-Dijo el enojón bastante serio. Ni siquiera había escuchado una palabra de lo que había dicho su ex moreno.

-Jaime, al menos escuchaste algo de lo que había dicho?.-Preguntó Nicolás, guiando a su alma gemela por el brazo. El moreno se había comprado un auto con el dinero que gano en todas las carreras en las que termino primero. Había supuesto que en algún momento necesitaría un auto en vez de una moto, pero igualmente tenía los dos ahora.

-No.-Respondió Jaime, mirando a Nicolás. Este estaba usando una polera manga corta y con eso recién se dio cuenta que el moreno se había hecho un tatuaje. Pero no era cualquier tatuaje, era el mismo tatuaje suyo con un lobo negro y otro blanco complementándose. Hasta podría asegurarles que era en el mismo lugar que él lo tenía.

El moreno sacó la alarma de su auto y Jaime entró en este sin esperar más. Cerró la puerta y segundos después Nicolás ya estaba sentado en el asiento del conductor. Encendió el automóvil y rápidamente empezó a conducir.

-Te hiciste un tatuaje.-Dijo el enojón sin mirarlo, con un tono de voz desinteresado. Pero claro que le interesaba saber porque se había hecho ese tatuaje. Jaime creía que Nicolás ya no lo amaba, entonces le parecía raro que este se hubiera hecho el mismo tatuaje que él.

Nicolás no dijo nada respecto a eso. Sabía que él tenía toda la culpa por lo que le había pasado a Jaime y también por lo que este hacía, pero no crean que ese mes fueron vacaciones para el moreno, sufrió, demasiado, pero claro, no lo demostraba al frente de sus amigos, solo esperaba hasta llegar a la casa que compartía con Jaime para derrumbarse.

Jaime estaba mal, nadie podía negarlo. Pero...

Nicolás estaba roto.

-Donde quieres que te lleve?.-Preguntó el moreno, no queriendo hablar sobre el tema del tatuaje.

-Quiero ir a tu casa, tengo que recoger algunas cosas mías.-Respondió Jaime con el ceño fruncido. Por qué Nicolás no quería decir nada sobre el tatuaje?.

Oh, eso no era buena idea. Recuerdan que les dije que Jaime había roto sillas, el piso, paredes, etc?. Bueno, la casa de Nicolás estaba peor.

-No creo que sea una buena idea, no he limpiado.-Dijo Nicolás, intentando buscar cualquier excusa para que su ex pareja no fuera a la casa.

-No importa, no es que vaya a ver el estado de la casa.-Dijo el enojón, mirando con sospecha a su alma gemela.

El pequeño moreno suspiró y asintió. No quedaba de otra.

Soulmates (Jainico). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora