29.-

1.9K 219 46
                                    

POV Omnisciente

Ha pasado una semana y las cosas estaban bien entre Nicolás y Jaime, de verdad que sí. Pero en cambio, Manuel con Edgar no estaban tan bien, se hablaban pero el ruloso no sabía como conquistar a su alma gemela.

Al principio fue como algo mágico, como si ni siquiera hubiera tenido que conquistarlo para tenerlo, pero ahora tenía que intentar muchas cosas para solamente hablarle o estar cerca de él.

Pero cambiando de tema, Naiko había llamado a Nicolás, para decirle que hiciera una fiesta en su casa. Bueno, mejor dicho, le rogó, ya que hace mucho que Edgar ni Nicolás se juntaban con él y ya se empezaba a sentir solo. Nicolás le dijo que hablaría con Jaime primero y que le respondería.

El pequeño moreno le hablo a su alma gemela sobre esto. Le tomo unos pocos minutos convencerlo. La fiesta sería ese mismo día, Jaime invitó a algunos amigos suyos, incluido a Gabriel. Y Nicolás llamó a Naiko, Edgar, Manuel y otras personas más.

Claro que Naiko llegaría con otras pocas personas a la fiesta. Este no le había dicho al moreno, pero sabía como era su amigo.

No se preocuparon ni por el alcohol ni los juegos alcohólicos. Naiko tenía listo lo de los juegos y claro, Gabriel tenía listo el alcohol. Compraría bastante y llevaría algunas botellas que habían quedado en su casa.

Nicolás se había bañado junto a Jaime y ahora se estaba vistiendo, cuando su alma gemela lo abrazo por atrás, ya vestido pero con el pelo mojado.

-Tengo que vestirme Jaime.-Dijo el pequeño moreno con una sonrisa, sintiendo las manos algo mojadas de Jaime tocarle el torso.

-No lo sé, me gusta verte así.-Dijo Jaime, casi en un gruñido.

-Entonces puedo bajar así cuando lleguen los invitados?.-Preguntó el pequeño travieso, con una sonrisa divertida y sintiendo como su enojón se colocaba tenso.

El enojón lo giró y lo miró a los ojos.

-Eres mío Nicolás.-Dijo Jaime, ahora sí gruñendo para luego hacerle un chupón en el cuello de su acompañante.

-J-Jaime, de verdad tengo que vestirme.-Dijo Nicolás, con los ojos cerrados, disfrutando el gesto de posesión de este.

-Esta bien.-Dijo el enojón después de unos segundos, con una sonrisa en su cara.-Iré a abajo, sí? No puedo controlarme estando en la misma pieza que tú.

El moreno se rió y Jaime se fue con una sonrisa de la habitación. Va a sonar muy cursi pero al enojón le gustaba escuchar a su alma gemela reír.

Bajó al primer piso y sacó su celular de sus pantalones. Tenía unos cuantos mensajes de la gente de su "trabajo", pero nada importante, también tenía unos mensajes de Gabriel y eso le intereso.

"Llevo Bourbon o no?" "Ese trago es de los dioses así que no debería ser desperdiciado en una fiesta, cierto?" "Contéstame jefe culiao con el que me acostaba"

Jaime se rió bastante con lo último y se dispuso a contestarle.

"Creo que al que culiaron fue a ti, no a mí" envió el enojón con una sonrisa en sus labios.

"Chistoso. Dime si llevo Bourbon o no" contestó Gabe a los pocos segundos.

"Trae pero no lo saques, puede ser que nos sirva para mañana" escribió Jaime para luego enviarse.

"Bien, jefe con el que me acosté y que no es culiao" había enviado Gabriel poco tiempo después.

El enojón no le respondió ya que habían tocado la puerta y este había ido a abrirla.

Cuando abrió la puerta, vio a alguien que no conocía, así que Jaime frunció el ceño y Naiko se puso nervioso. El enojón solo conocía a este por su apodo, nunca lo había visto cara a cara.

-Quién eres?.-Preguntó el enojón, queriéndose reír por la cara de susto que tenía el "desconocido".

-M-Me dicen Naiko.-Respondió el recién nombrado bastante nervioso y tenso.

-Ah, tú eres amigo del Manuel y del Nico.-Dijo Jaime con una pausa.-Pasa no más.

Naiko paso rápidamente, como si Jaime lo fuera a golpear o algo. De verdad que el enojón no soportaba no reírse, pero tenía que hacerlo, hay que aparentar.

-T-Tú eres el novio del Nico?.-Preguntó Naiko, cuando sintió a Jaime cerrar la puerta.

-Por qué la pregunta?.-Preguntó el enojón, sin responderle a este.

-E-Es que él me dijo que tú eras su novio en la mañana, cuando lo llamé.-Respondió el amigo de Nicolás, rápidamente, temiendo decir algo malo.

-Entonces sí, soy su novio.-Dijo Jaime, ahora con una leve sonrisa, haciendo que Naiko se relajara un poco.

No habían hablado de eso, pero le gustaba que Nicolás dijera que era su novio.

-Tú has conocido a tu alma gemela?.-Preguntó el enojón, por primera vez siendo algo amable.

-No.-Respondió Naiko, mirando su reloj que estaba en retroceso.-Me falta al menos un año, si es que esta cosa no esta mala.

-Puede pasar, yo conocí al Nico antes de que el reloj llegara a cero.-Dijo Jaime, dándole algo de esperanza a Naiko.

-Gracias Jaime.-Dijo Naiko con una leve sonrisa.

-Cómo sabes mi nombre?.-Preguntó el enojón, algo confuso.

-Qué crees? Nicolás paso hablando de ti en el celular.-Contestó el amigo del moreno, riéndose.

-Naiko, no debías decirle eso!.-Dijo el pequeño travieso entrando rápido a la habitación, sonrojado.

Jaime se rió y le dio algo de ternura. Naiko apenas reconoció que su amigo estaba sonrojado.

Nicolás se sentó en las piernas de su alma gemela y este le susurró algo en el oído.

-Así que ahora somos novios, cariño?.-Preguntó Jaime, con una sonrisa en su cara y notando que su moreno se sonrojaba aún más.

El moreno no respondió, ya que escondió su cara en el cuello de Jaime.

-No se si eso es un si o un no, pero igual te pediré que seas mi novio a mi manera.-Murmuró el enojón, solo haciendo que Nicolás escuchara. Y claro, que Naiko se quedará ahí por unos minutos más tocando el violín.

Para mí tú eres el número uno, y ni siquiera hay número dos.

Soulmates (Jainico). Where stories live. Discover now