16.-

2.3K 266 131
                                    

POV Omnisciente

Hablaron unas cosas random por unos minutos, pero Edgar era el único que no se había metido en la conversación. Al menos hasta que vio el chupón que su mejor amigo tenía en el cuello.

-Que eres fácil Nico.-Dijo el ruloso con tono de broma, refiriéndose al chupón que este tenía.

Al pequeño travieso en verdad no le dio mucha gracia esto y menos a su pololo.

-Qué le acabas de decir?.-Preguntó Jaime bastante serio y enojado.

Y en ese momento, Edgar por fin pudo decir todo lo que había pensado desde que supo que su mejor amigo había pasado la noche con Jaime.

-Escuchaste perfectamente lo que dije. Nicolás es fácil, cómo se le ocurre estar contigo por todo lo que dijiste de él? Y luego huiste como un cobarde por seis meses hasta que Nicolás te encontró, ya que al parecer no ibas a volver a aparecer en su vida si él no te hubiera visto. Pero claro, tú no estuviste cuando Nicolás lloraba por ti todos los días y menos estuviste con Manuel.-Respondió Edgar bastante enojado, casi confrontando a Jaime, quien se había parado para ver lo que este quería decir.-Y claro que Nicolás es fácil, puede que Manuel igual, los diste vuelta con un par de palabras de que fue lo mejor para ellos, pero entre tú y yo Jaime, sabemos que eso fue lo mejor para ti, no para ellos.

Tenemos que decir que pasaron unos segundos hasta que Jaime estaba apretando contra la pared del departamento.

-Puedes decir cualquier wea de mí Edgar, no me importa, pero no puedes decir esas mierdas de Nicolás y Manuel.-Dijo el enojón, furioso.-Hice lo que creí que fue mejor para ellos, lo mejor para mí hubiera sido quedarme y volver a conquistar a Nicolás, pero ni siquiera ahora tengo la confianza de que no le volveré a hacer daño.

-Decir mierdas? Es la verdad, Nicolás es una perra...

Claro que no pudo seguir hablando si Jaime le estaba dando puñetazos en la cara. Edgar se intentó defender ahora pero no pudo. El moreno fue el que detuvo a su pololo de que le siguiera sacando la chucha a su mejor amigo.

-Jaime para! No sabe lo que dice.-Dijo Nicolás sosteniendo a su alma gemela, quien no dejaba de mirar como Manuel estaba ayudando a Edgar a caminar.

-Acaso escuchaste lo que dijo de ti, Nico? No puedo permitir que él te hable así.-Dijo el enojón por fin mirando a su moreno.

-Jaime...

-Nico, acaso cuéntale cuando nos besábamos mientras él y tú eran algo.-Dijo el ruloso interrumpiendo a su mejor amigo.

El enojón miró a Nicolás pero este no dijo nada. Acaso eso era verdad?.

-Oh querido Jaime, acaso no sabías nada de eso?.-Preguntó Eddie con una sonrisa cínica. Eso fue suficiente para Manuel, quién lo soltó y dejo que se cayera.

-Váyanse a la chucha los dos.-Dijo Yelo, refiriéndose a Nicolás y a Edgar.-Vamos Jaime.

El recién nombrado miró unos segundos más sin decir una palabra hacia este y se dirigió a la salida junto a su mejor amigo.

No sabía si creer o no. Pero tampoco quería saberlo.

El pequeño moreno miró bastante enojado a Edgar.

-Para qué mierda le dices eso? Sabes muy bien que siempre le fui fiel a Jaime en ese tiempo.-Dijo Nicolás, sin entender nada.

-Nico no...

-No vengas con weas.-Dijo el pequeño travieso demasiado estresado. Se quedo unos minutos pensando en algo y habló.-Me voy.

-De qué hablas?.-Preguntó el ruloso apenas levantándose.

-No pienso seguir viviendo contigo.-Respondió el Nico, caminando hacia su habitación y cerrando la puerta. Edgar ni lo fue a buscar, apenas llegó a su habitación se desmayó, literalmente.

Nicolás sacó dos maletas y una mochila para guardar sus cosas, o al menos lo que más podía. Echó su notebook, cargadores, toda su ropa, algunas zapatillas y entre otras cosas. En la mochila echó sus cosas eléctricas, como se celular.

Apenas terminó se fue de su habitación, al menos la que fue su habitación. Dejo sus llaves en la mesa que estaba en el living y se fue con su mochila y maletas del departamento. Fue al ascensor y fue al primer piso del edificio para irse.

El moreno le dijo hasta luego al portero del edificio y finalmente salió de ahí. Ya no tenía donde ir y no tenía suficiente dinero ni siquiera para una noche en un motel. Ni siquiera podía llamar a su pololo, quien creyó que lo había engañado o algo.

-Mierda.-Murmuró el pequeño moreno, mirando a todos los lados, ni siquiera saber para donde ir.

El pequeño travieso comenzó a caminar hacia cualquier parte. No podía llamar a Naiko, no era tampoco tan amigo suyo como para que lo deje ir a vivir a su casa. No servía de nada su celular ahora así que lo apago.

Caminó por horas, literalmente, y alcanzó a comprar un sándwich más o menos pasable. Se estaba haciendo de noche y el moreno empezó a tener frío. Encontró un parque y se sentó en las típicas sillas que estaban en estos. Hasta empezó a tener sueño y realmente no pudo evitar dormirse.

Jaime había vuelto unas dos horas después al departamento de Edgar ahora, creyendo que su pololo seguía viviendo ahí. Fue buscando respuestas en realidad, necesitaba saber la verdad.

Tocó la puerta y Edgar abrió, con una cara de preocupado.

-Sabes donde esta el Nico?.-Preguntó el ruloso, bastante preocupado por su mejor amigo. Cuando dejo de estar inconsciente, fue de inmediato a la habitación que fue de Nicolás.

-No, lo vine a buscar para hablar con él.-Respondió Jaime bastante confuso y altiro se puso nervioso y preocupado por su novio.-Por qué no esta acá?.

-Él se enojo mucho cuando te mentí diciendo que él y yo nos besábamos mientras ustedes tenían algo y se fue del departamento. Creí que podía estar contigo.-Dijo Edgar sintiéndose peor que antes.

-Mierda Edgar!.-Gritó el enojón demasiado preocupado, yéndose rápido de ahí. Sacó su celular y llamó a su moreno, pero decía que tenía el celular apagado. Entonces recurrió a uno de sus contactos y lo llamó.

Apenas contestaron, el enojón habló, sin saludar ni nada.

-Necesito que encuentres a alguien.-Dijo Jaime, subiéndose al ascensor y apretando el botón para el primer piso.

Lo único en lo que podía pensar era si su moreno estaría bien.

Soulmates (Jainico). Where stories live. Discover now