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POV Omnisciente

Jaime por esa noche, no besaría a Nicolás. Claro que quería hacerlo, pero por los hechos recién ocurridos, no quería ir tan rápido, pero el moreno tenía otra opinión sobre eso. Apenas se separaron del abrazo, el moreno lo besó, no tan desesperado el beso pero tampoco tan lento. El enojón se sorprendió por eso, pero le correspondió el beso.

El enojón no se dio ni cuenta cuando su alma gemela estaba encima suyo. Mejor dicho, encima de sus pantalones, sentado. Pero si que se dio cuenta cuando Nicolás había empezado a sacarle la polera. En ese momento lo detuvo.

-Nico, no creo que esto sea lo que quieres.-Dijo Jaime, mirando al moreno a los ojos, notando un poco de pena en estos, haciendo que se confundiera.

El pequeño moreno se salió de sus piernas y se acostó al lado de él, pero dándole la espalda. Se notaba que había algo que le molestaba a Nicolás.

-Nico, cariño, qué pasa?.-Preguntó el enojón, acercándose a este, intentando girarlo para que lo miré, pero este se opuso.

-Me siento sucio Jaime.-Respondió el pequeño travieso, casi en modo feto.

-Pero con eso...

-No entiendes Jaime. Yo no te puedo dar lo que Gabriel te da, tal vez más placer que problemas.-Dijo Nicolás sin girarse. No quería mirar a su alma gemela a los ojos mientras le decía eso.-Muchas personas te han tocado, no es necesario que me lo cuentes para saberlo y yo solo quería sentir que eres mío por al menos un momento, antes de que más personas crean que les perteneces, al igual que yo.

-Nico, yo soy tuyo...

-Todavía sigues sin entender Jaime.-Interrumpió el pequeño moreno, sabiendo lo que diría su alma gemela.

-Dime qué es lo que quieres Nico.-Dijo el enojón, por fin preguntándole eso, notando que su alma gemela se giraba.

-Jaime, quiero que me hagas tuyo.-Dijo Nicolás mirándolo directamente a los ojos.

Oh, no saben como incitaron al enojón esas palabras. Jaime besó a Nicolás en un compas lento. El moreno correspondió al gesto de inmediato. A los pocos minutos, el enojón se separó y miró a su pequeño moreno abajo de él y con sus piernas enrolladas en su cintura.

-Bien cariño, sí es eso lo que quieres, lo vamos a hacer.-Dijo Jaime acariciando la cara unos segundos de su alma gemela para luego comenzar a dar pequeños besos por todo el rostro de este. Lentamente comenzó a bajar hasta llegar al mentón y dirigirse ahora al cuello de este.

Dio unos pocos besos en el cuello de su moreno para después comenzar a hacer chupones bastantes notorios en este.

-Eres mío.-Gruñó Jaime sobre el cuello de su amor.

-S-Sí, soy todo tuyo.-Murmuró Nicolás sintiendo a Jaime hacer otros chupones por todo su cuello.

Unos minutos después, sintió como su enojón comenzaba a sacarle la polera, dejando su torso al descubierto. Jaime comenzó a dar otros besos en el torso de su moreno, bajando cada vez más hasta llegar al pantalón de este. El enojón miró unos segundos a Nicolás, como pidiéndole permiso y este asintió.

Jaime desabrocho el cinturón de su alma gemela para luego desabrochar el pantalón y bajarle el cierre. Menos mal que los dos ya se habían sacado las zapatillas. Aún sin sacarle el pantalón, el enojón podía notar un bulto en este.

Con cuidado y algo de lentitud comenzó a sacarle los pantalones. Sonrió al notar que su moreno estaba algo impaciente para que le sacara los pantalones.

-Creo que ahora encontré mi castigo para ti, Nicolás.-Dijo Jaime con la voz ronca, por fin sacándole los pantalones a su pequeño travieso y tirándolos a cualquier parte de la habitación.

Soulmates (Jainico). Onde histórias criam vida. Descubra agora