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POV Omnisciente

-Cómo crees que le haya ido a Jaime?.-Preguntó Manuel, sentándose en las piernas de su novio.

-Espero que bien, no quiero ver que haya chocado mi bebé.-Dijo el ruloso con una leve sonrisa, recibiendo un golpe instantáneo por parte de su alma gemela.

-Esas no son buenas bromas.-Dijo Yelo con el ceño fruncido.-Todavía no te cae bien Jaime?.

-No puedes culparme porque tengamos un realmente mal pasado.-Contestó Edgar observando a su pololo.

-Pero él ha cambiado, si te das cuenta ahora él es el más dañado de todos.-Dijo Manu dándole a entender su punto de vista.

Y era verdad, Jaime había tenido que matar a su amigo por Nicolas, también tuvo dos accidentes por haber peleado o ver a Nicolás besándose con otro, en uno quedo en coma. Ha perdonado tantas veces a Nicolás que hasta uno se olvida cuantas veces lo hizo.

Les dije que Nicolás estaba roto cierto? Pues Jaime esta pulverizado, hecho polvo.

-Puede que tengas razón, pero sabes que siempre voy a tener que apoyar al Nico.-Dijo el ruloso, entendiendo de que hablaba su alma gemela.

-Pero también es una forma de apoyar que intentes agradarle al Jaime.-Refutó Manu, escuchando segundos después que tocaban la puerta.-Bueno, tal vez no le fue tan bien si vuelve tan temprano.

El pequeño del corazón roto se levantó de las piernas de su novio y fue a abrir la puerta pensando que era su mejor amigo quien estaba detrás de esta.

Se sorprendió cuando vio al amigo de Nicolás ahí, sin este último.

-Chris? Donde esta Nicolás?.-Preguntó Manuel, extrañado y algo confundido. Además era bastante temprano como para que Nicolás y Christopher volvieran.

-Bueno, si no esta acá supongo que con su amigo.-Respondió Chris con un leve sonrisa.

-Su amigo? Te refieres a Jaime?.-Preguntó Manu, dejando que Christopher pasara, ya que este se iba a quedar en la habitación de Nicolás.

-Sí, a Jaime, quien Nicolás no me dijo que era el mismo Jaime que era el dueño de las carreras.-Contestó el amigo del pequeño moreno, riéndose.

-Bueno, supongo que no era algo que el Nico quería hablar.-Dijo Manuel cerrando la puerta, sabiendo que su amigo y su mejor amigo no iban a volver por esa noche al menos.

-Hay muchas cosas que el Nico no quiere hablar, así que no me sorprende.-Dijo Christopher con una ligera sonrisa.

No sabía Manuel porque creía que Chris sabía cosas de Nicolás que ellos no sabían. Pero su instinto se equivoco, habían cosas que no sabían del moreno, claramente, pero Christopher tampoco las sabía.

-Entonces al final no competiste en ninguna de las carreras de hoy?.-Preguntó el pequeño del corazón roto.

-Se cancelaron al ver que el jefe había vuelto. Supongo que Jaime va a tener que ir mañana para que todo vuelva a su control.-Dijo Chris, sin saber nada más de eso.

-Y quién controlaba las carreras cuando Jaime no estaba?.-Preguntó ahora el ruloso, recién incluyéndose en la conversación, parándose de su asiento.

-No lo saben?.-Preguntó Christopher asombrado de que Nicolás no les dijera.

-Bueno, por algo preguntamos.-Respondió Edgar con el ceño fruncido, no entendiendo.

-Nicolás controlaba las carreras, los confidentes de Jaime lo eligieron para eso, como el segundo al mando o algo así.-Dijo el amigo del pequeño travieso.

Todos se quedaron en silencio por la sorpresa.

-Bueno, creo que necesitan tiempo para procesarlo así que yo iré a dormir.-Dijo Christopher con una sonrisa burlona.

Con eso, Chris se fue de ahí para subir las escaleras y entrar a la habitación de Nicolás.

Manuel y Edgar se miraron entre sí, sin decir nada por unos segundos.

-Qué más cosas ocultó Nicolás?.-Preguntó Edgar, sorprendido por la información que Chris les acababa de proporcionar.

-No lo sé, pero no son cosas malas, así que creo que no deberíamos preocuparnos.-Respondió Manuel, intentando no pensar mucho en eso, ya que sabía que si lo pensaba demasiado tendría un lío en la mente.

-Qué hacemos ahora? Sabemos que el Jaime no va a volver con mi bebé hoy.-Dijo el ruloso con una leve sonrisa.-No va a volver con mi bebé ni con mi auto.

-Es cierto.-Dijo Manuel, ahora procesando lo que acaba de escuchar.-Tu bebé y tu auto? Acabas de decir que Nicolás es tu bebé.

Edgar se empezó a reír bastante sonoramente. Lo había dicho apropósito para ver que hubiera dicho su novio.

-Era una broma amor.-Dijo Edgar con una sonrisa.

-Súper graciosa tu broma.-Dijo el pequeño del corazón roto, dándose la vuelta para no mirar a su novio.

-Sabes que tú eres mi único bebé.-Dijo el ruloso abrazando a su novio por atrás, colocando su cara en el cuello de su alma gemela.-Nicolás es mi mejor amigo, pero tú eres el amor de mi vida y alma gemela, amor.

-Más te vale Edgar, o si no te castro.-Dijo Manuel girándose para ver como su pololo se reía por lo que acaba de decir.

-Lo que tú quieras, amor.-Dijo Edgar para luego darle un pequeño beso en los labios a su alma gemela.

Cuando se separaron del pequeño gesto, eso no era suficiente para Manuel, así que besó apasionadamente a su novio y este le correspondió de inmediato con una leve sonrisa en sus labios.

-Podríamos quedarnos en mi habitación en esta casa.-Murmuró Manu con una sonrisa en sus labios.

-Me parece una buena idea, ya que no hemos estrenado tu habitación de acá.-Dijo el ruloso con una sonrisa pervertida.

-Parece que es un trato.-Dijo Manuel, sintiendo como su novio lo cargaba y colocaba sus piernas al rededor de la cintura de su alma gemela. También sintió como su pololo colocaba sus dos manos para "cargarlo" en su trasero.

Edgar caminó con cuidado por si acaso para que cualquier cosa, su novio no se cayera. El ruloso ya sabía cual era la habitación de su alma gemela y se dirigió allá.

Cuando llegaron, Eddie colocó en la cama a su pololo para luego cerrar la puerta con pestillo. Apenas hizo esto, se colocó arriba de su novio para comenzar a dejarle marcas por todo el cuello de este.

No hace falta contarles que no salieron de aquella habitación en toda la noche. Menos mal que las habitaciones eran insonoras, o si no Christopher no hubiera podido dormir por los gemidos, gruñidos y súplicas.

Soulmates (Jainico). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora