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POV Omnisciente

El enojón giró su botella y cayó en Nicolás. El primero se acercó a su alma gemela para besarlo, tenía una sonrisa en sus labios. El pequeño moreno se acercó a este también, pero antes de besarlo le limpió los labios con la manga de su camiseta, haciendo que Jaime se riera y finalmente besara a este.

A estos no les importó que les dijeran que ya había pasado un minuto, solo seguían hasta que pasaron cinco minutos más y Edgar dijera que mejor cambiaran de juego.

Finalmente se separaron del gesto de cariño, con unas sonrisas y mirándose a los ojos. Todos sabían en esa fiesta que la conexión entre ellos era fuerte.

Volvieron a sus asientos, sin apartar la mirada del otro. Jaime le guiño el ojo y el moreno se sonrojo ligeramente.

-Bien, creo que ahora jugaremos a verdad o reto.-Dijo Naiko con una pausa.-No me quiero dar la paja de repetir las reglas y todo eso así que ya saben, toman un trago cada ronda y todo eso.

Naiko les sirvió ahora whisky a todos y se volvió a sentar. Giró la botella y apunto a Manuel.

-Verdad.-Dijo Manuel bastante serio. No le gustaba la gran conexión que tenía su alma gemela con Naiko.

-Sigues sintiendo algo por Edgar?.-Preguntó Naiko directo al punto, haciendo que el recién nombrado mirara a Manuel, queriendo saber la verdad, para seguir intentándolo o no.

-Claro que sí.-Respondió Manu sin dar muchos detalles, pero sintiendo como algo de alegría en su corazón al ver a Edgar sonreír por eso.

Todos se tomaron su trago de Whisky. Esta vez algunos al seco y otros despacio, ya que eran menos resistentes a este.

Manuel giró la botella y esta apuntó a Gabriel.

-Verdad.-Dijo Gabe de inmediato con una sonrisa.

Manuel no conocía mucho a este así que le pregunto lo primero que se le vino a la cabeza.

-Qué es lo más vergonzoso que te ha pasado?.-Preguntó Manuel con una leve sonrisa.

Gabriel miró a Jaime y se puso a reír de inmediato. Se notaba que Gabe ya estaba algo borracho.

-Creo que fue la vez que Jaime y yo íbamos a tener sexo y en vez de tomar el lubricante, tomo crema humectante.-Contestó Gabriel rojo de la risa, y Jaime se rió junto a él, recordando esa noche.-Fue demasiado vergonzoso cuando nos dimos cuenta, pero aún así no paramos por eso.

Oh, no saben como Nicolás estaba ardiendo por los celos.

-Pero y la vez en que nos hicimos pasar por casados?.-Preguntó Jaime. A este también se le notaba que le había afectado el alcohol.

-Pero eso no fue tan vergonzoso, fue peor cuando estábamos en el jet y tuvimos sexo ahí y el piloto había escuchado todo.-Respondió Gabe, sin parar de reír hasta que se dio cuenta que Nicolás se había parado y se fue de ahí, haciendo que todos se quedaran en silencio.

El moreno se fue rápido a su habitación y sacó un paquete de cigarrillos recién comprados. Lo abrió y sacó un cigarrillo para luego sacar un encendedor de su pantalón y encenderlo. Se lo colocó en los labios y comenzó a fumar. Eso es lo único que lo podía relajar un poco en ese momento. Bueno, eso tampoco funciono. Se lo fumo en pocos minutos y lo aplastó y lo fue a tirar por la ventana.

Sintió la puerta abrirse de su habitación y luego escucharla cerrarse. Después de eso, sintió unos brazos rodearlo por la cintura.

-Nico, cariño...

No lo dejo ni hablar cuando lo empujo contra la cama y se sentó arriba de los pantalones de su alma gemela.

-Vas a escucharme bien Jaime, y espero que te quede bien claro. Tú eres mío, no de ese weón de Gabriel ni de otra maraca que te haya tocado. No quiero saber las historias que tuvieron Gabriel y tú, no me importa lo graciosas que hubieran sido, no quiero escuchar ni una palabra de ellas, entendiste?.-Preguntó el pequeño celoso con una pausa.-Tú eres mío ahora y no tengo porque andar escuchando ese tipo de historias donde estuviste con otros weones. Nosotros haremos nuestras propias historias, entendido?.

-Amor...

-Jaime, dije entendido?.-Preguntó el pequeño moreno con el ceño fruncido y mirándolo fijamente.

-Bastante entendido, cariño.-Respondió el enojón bastante sorprendido de ver ese nivel de posesión en su alma gemela. Se lo podría esperar de él, pero no de Nicolás.

-Y no voy a esperar ni una wea para que me pidas que seamos novios, yo lo haré. Jaime Navarro, quieres ser mi pololo?.-Preguntó Nicolás, bastante serio, todavía los celos en su interior.

-Eso no deberías ni siquiera haberlo preguntado Nico, sí.-Contestó Jaime, ahora colocando a su moreno abajo suyo, con una leve sonrisa.-Tranquilo cariño, como tú dijiste, soy todo tuyo.

Luego de haber dicho eso, besó a Nicolás. Este le correspondió el beso de inmediato.

Jaime podía sentir los celos de su novio en este gesto.

Unos minutos después, el moreno se separó para luego acercarse al cuello de su pololo y hacerle varios chupones, bastantes notorios, marcándolo como suyo.

Nicolás no era activo, todos lo sabían, pero era bastante posesivo con lo que él consideraba que era suyo.

Nicolás le hizo chupones por todo el cuello, no dejando ningún lugar sin estos.

El moreno miró a su alma gemela con una sonrisa mirarlo.

-Qué?.-Preguntó Nicolás con el ceño fruncido.

-Eres lindo cuando estas celoso.-Contestó Jaime mirándolo directamente a los ojos.

-No estoy celoso, solo que todos deben saber que eres mío y listo.-Dijo el pequeño celoso para luego sentir unos besos en su clavícula, haciendo que se estremeciera. Nunca lo habían besado ahí y definitivamente le gustaba. En realidad le gustaba cada cosa que Jaime le hiciera.

-Otro punto débil, amor?.-Preguntó el enojón con una sonrisa notando que Nicolás se relajaba y cerraba los ojos al sentir los besos en esa parte.

-Puede ser.-Contestó su pololo, ni siquiera abriendo los ojos.

Tal vez las almas gemelas solo son dos personas normales que son muy tercas como para dejar que el mundo los separe.

Soulmates (Jainico). Onde histórias criam vida. Descubra agora