34.-

1.8K 207 111
                                    

POV Omnisciente

Manuel se sentó en la mesa para comer después de haber ido a colocarse su camiseta y polerón. Gabriel se sentó al lado suyo solo para observarlo y Edgar se sentó al frente de su alma gemela para vigilar a estos dos. No le gustaba nada del coqueteo que Gabe mandaba a Manuel.

Manuel sabía que Edgar se había acostado con Naiko. No porque fuera adivino o algo, solamente tuvo que ver los cuellos con marcas de los dos recién nombrados, pero no dijo nada, no era necesario, sabía que él era reemplazable y que no merecía ni siquiera tener un alma gemela.

Manu salió de estos pensamientos tan pesimistas cuando sintió una mano en su pierna, pero no de manera sexual como uno se esperaba de Gabriel, si no que era reconfortante, como si Gabe le estuviera diciendo que no estaba solo. Manuel le dio una leve sonrisa que era sincera y este se la devolvió.

-Manu después tengo que hablar contigo.-Dijo el ruloso viendo esta escena. Le contaría lo que paso entre Naiko y él ayer.

-No creo que sea necesario, ya se que te acostaste con Naiko.-Dijo Manuel siendo directo, haciendo que todos se quedaran en silencio otra vez en la sala. La mesa estaba casi al frente del living.

-Cómo lo sabes?.-Preguntó Edgar atónito, ni siquiera sabiendo que decirle a su alma gemela.

-No soy aweonao Edgar, se nota.-Respondió Manu como si nada con una pausa.-Y no es como si los chupones que tienen en sus cuellos fueran invisibles.

-Te lo puedo explicar...

Edgar se calló de inmediato cuando Manuel hizo sonar fuertemente sus servicios con los que comía contra el plato.

-Estoy cansado de escucharte decir esas palabras. "No quise engañarte" "No estábamos juntos" "Fue cosa del momento" "Te amo".-Dijo Manuel sin saber que había colocado esos ojos celestes.-Acaso alguna de esas excusas realmente fue real?.

-Manu...

-No Edgar, tienes razón en una, no estamos juntos, pero si yo hiciera la misma wea, te apuesto que nunca me perdonarías.-Dijo Manu con la mandíbula apretada, cansado de las mentiras.-Si quieres estar con el Naiko, hazlo, pero no andes diciendo después que yo hice las cosas complicadas.

Manuel se paró y vio como todos lo observaban. Todos eran con lastima en sus ojos, se notaba. Luego miró a Edgar fijamente.

-El único error mío fue amarte mucho Edgar y lamento seguir haciéndolo.-Dijo Manuel saliendo de la casa casi corriendo de ahí.

El único quien se digno a hacer algo fue Jaime, quien sacó sus llaves de su moto que había ido a buscar a su "trabajo" y fue a buscar a su mejor amigo sin decir nada.

Se subió a su moto y la encendió y de inmediato comenzó a manejarla. No se demoro nada en encontrar a su mejor amigo algo lejos de la casa, con unas lágrimas en su cara y otras saliendo de sus ojos celestes.

Empezó a manejar más lento para colocarse al lado de Manuel. Este último lo miró y Jaime se estacionó de inmediato. Salió de la motocicleta solo para abrazar a su mejor amigo, quien realmente necesitaba eso.

Se quedaron así varios minutos hasta que Manu se separó y habló.

-Puedes llevarme a mi casa?.-Preguntó Manuel con la voz rota y algo débil.

-Manu creo que sería mejor que te quedaras en mi casa por este tiempo, si?.-Respondió el enojón subiéndose a la moto y luego de unos segundos sintiendo los brazos de su mejor amigo rodearlo.

Manu lo pensó unos segundos y asintió.

Edgar se quedó quieto por unos segundos cuando también salió de la casa, sacando de inmediato las llaves de su auto.

Manuel tenía razón respecto a todo. Siempre decía que Manuel complicaba todo cuando era él quien arruinaba todo.

Naiko, Gabriel y Nicolás se quedaron ahí, impactados de lo que recién acababa de pasar. El moreno miró a Gabe y le habló a Naiko.

-Naiko, puedes ir a cualquiera de las habitaciones? Tengo algo que hablar con Gabriel.-Dijo el pequeño moreno, sin poder olvidar las cosas de ayer.

Naiko los miró sospechosamente pero asintió. Se levantó de su asiento y fue a cualquier habitación que encontrara.

Gabriel se paró de su asiento y Nicolás también. Este último estaba bastante enojado, pero no con Jaime, solo con Gabe quien seguía creyendo que podía contar aquellas cosas que tenían que ver con su novio.

-Qué pasa Nicolás?.-Preguntó Gabe con un tono de burla y con gesto como casi de que no le importaba el moreno.

-Quiero que dejes de insistir y coquetear a mi novio.-Dijo el pequeño moreno con el ceño fruncido y con una pausa.-No quiero que vayas contando esas historias con él, que ahora no importan ya que es mío.

-Oh cariño, puede que antes te hubiera soportado, pero ahora no Nicolás, no eres dueño de Jaime ni de su vida y ni de quien puede ser amigo o no.-Dijo Gabriel empezando a molestarse.-Pero tengo que decir que eres muy inocente, acaso crees que Jaime no me sigue el coqueteo? De quién crees que fue la idea que tuviéramos sexo?.

-No me importa una mierda quien lo empezó, pero me importa que tú lo termines.-Dijo Nicolás aún más enojado. No quería pensar en esas cosas, serían más problemas entre él y Jaime, y simplemente ya no quería pelear.

-Y tú quién te crees para mandarme así, pequeño?.-Preguntó Gabe empujando al pequeño travieso, haciendo que este cayera y se pegara un poco contra el piso.

Gabriel se iba a acercar a él hasta que sintió un arma cargarse y apuntarlo contra la cabeza.

-No te atrevas a tocar a mi amigo.-Dijo Naiko bastante serio apuntándolo con el arma que encontró en la habitación.

En ese momento, Jaime con Manuel entraron a la habitación y vieron todo esto. Poco tiempo después el enojón tenía el arma en las manos y apuntaba a su amigo.

-Naiko y Manuel, ayuden a Nicolás y vayan los tres a una habitación.-Dijo Jaime con un tono serio y amenazador. Al ver que estos no hacían nada por el shock, volvió a hablar.-Ahora!.

Manuel y el pequeño mentiroso de inmediato ayudaron a su amigo a pararse y se lo llevaron de ahí.

Antes de cerrar la puerta escucharon un disparo.

Soulmates (Jainico). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora