Mi rubia preferida.

6.2K 382 54
                                    

Había pasado tiempo desde que había escuchado a alguien tararear. Era extraño que aun estando profundamente dormida, reconociera esa fina voz que muchas veces escucho en la prisión.

Tal vez no quería despertar, solo quería quedarse en ese profundo sueño toda su vida. No recordaba exactamente que paso, ¿Tenia alguna respuesta?

"¡No!".

Recordó el grito de Daryl, antes de que perdiera el conocimiento. Ellos estaban buscando a Beth, tenía que despertar y encontrarla. Se imagino como Maggie se emocionaría al verla otra vez, y tener a las dos hermanas Grimes a su lado nuevamente.

También debía agradecerle a la rubia, de haber cuidado de Daryl todo este tiempo, y no dejar que perdiera sus esperanzas.

Sentía que pasaban horas en sus pensamientos, y solo podía mantenerse cuerda en su mente, como si estuviera en un verdadero coma. No le gustaba tener este tipo de experiencias, cuando menos lo esperaba, venían recuerdos a su cabeza.

El llanto de un bebé, voces que no podía reconocerlas a todas y escenas que su mente hacia recordarle. Pero debía despertar, no sabia donde estaba ni porque ahora mismo dormía. Y algo le molestaba, sentía como alguien la registraba y tocaba más de lo debido.

Por un segundo pensó que Daryl le estaba despertando como lo hacia en la prisión, tocando su estomago y acariciando su espalda. Pero reaccionó al sentir como una mano se colaba a uno de sus pechos, por debajo de la ropa que llevaba.

Abrió los ojos enojada, lo único que pudo ver fue una sala que parecía de hospital. Había un hombre encima suyo, tenia un traje de policía y su cabello negro.

Se tardo demasiado al darse cuenta que estaba siendo abusada. El hombre le sonrió descaradamente y sintió como una de sus manos era agarra firmemente por él. No tenia tiempo para estar siendo el juguete de un idiota, y menos cuando estaba recién despertando.

—Quitame las manos de encima, hijo de perra.— le susurro Ellie enojada.

No paso ni un segundo, para que el hombre reaccionará a las secas palabras de la chica. Para que esta le pegara una fuerte patada en la mandíbula, haciendo que la sangre en su boca salpicará. Hasta cayó de aquella cama que era idéntica a la de los hospitales, la castaña no se había despertado lo mas amigable.

—Maldita perra.— gruño el hombre sorprendiéndola y golpeando fuertemente el rostro de Ellie.

¿Que clase de lugar era este? Pensaba Ellie tocando su labio ensangrentado, pero aunque fuera un lugar desconocido para ella, no dejaría que nadie la tocara más.

Se abalanzo al hombre, quitándole su arma rápidamente, después de tres golpes que le propino en las costillas y rostro. Y lo apunto con una mirada fría, que decía exactamente "Te mataré".

Y cuando estaba ya a punto de apretar el gatillo, mirando la cara de nervios de aquel hombre. La puerta del cuarto se habré rápidamente, dejando entrar a una mujer y un hombre que al parecer era una especie de doctor.

—Baja el arma.— le hablo la mujer, quien igual tenia un traje de policía.

Ellie hizo oídos sordos y tomo rápidamente al hombre que estuvo tocándola, poniéndolo de rehén. El arma la tenia justamente apuntando a la cabeza del hombre, haciendo que el doctor del lugar se pusiera un tanto tenso.

—Mejor hablen, si no quieren ver los sesos de este idiota en el piso.— gruño Ellie casi gritando.

—Tranquila, no pasa nada.— le dijo el hombre con barba y lentes, al parecer era el doctor del lugar.— soy el doctor Steven Edwards y ella es la agente Dawn Lener.

How many walkers have you killed? (Daryl Dixon.) Where stories live. Discover now