How many walkers have you killed? (Daryl Dixon.)

Rey Ezekiel.

—¡No! De ningún modo, ese no era el trato.— negó exageradamente Gregory, caminando detras de su escritorio en circulos.— ustedes juraron que eliminarían a los salvadores y fallaron.

—Así que cualquier arreglo que tuviéramos ya no está...— les aclaro a todos, mirando al grupo de Rick que se encontraba en el cuarto.— nulo y cancelado.

Ellie giro sus ojos por quinta vez, mirando como el hombre era un verdadero cretino frente a todos. La chica se mantenia cruzada de brazos, estando delante de Daryl mientras que el cazador estaba apoyado en la pequeña biblioteca que tenía el cuarto.

Luego de tener el reencuentro entre el grupo y llorar de felicidad al ver que estaban la mayoría bien, éstos se adentraron con Jesús a la antigua mansión.

—No somos socios, no somos amigos y nunca nos conocimos.— agregó el hombre negando todo lo sucedido para salvar su trasero.— no nos conocemos.

—No les debo nada.— insistió enojado.— de hecho, ustedes me deben por haber recibido refugiados, con gran riesgo personal.

—Oh fuiste muy valiente quedándote aquí mientras Maggie y Sasha salvaban el lugar.— elevó la voz Jesús, con sarcasmo y enojo.— tu valentía fue inspiradora.

—Oye, ¿no trabajas para mí?— preguntó ofendido al ver la contra que Jesús le llevaba.— ¿no somos amigos?

—Gregory, ya empezamos esto.— habló Rick perdiendo la paciencia y acercandose al tipo que se había sentado en su silla.

—Ustedes lo empezaron.— les culpó.

—Nosotros lo hicimos y vamos a ganas.— corrigió Rick, tratando de ser lo más razonable posible.

—Son asesinos.— módulo sus palabras burlesco.

—¿Así es como quieres vivir?— preguntó Ellie obvia, acercándose al hombre.— ¿Bajo su pulgar y matando a tu gente?

—A veces no podemos elegir cómo lucen nuestras vidas.— miró de pies a cabeza a la joven guapa.— a veces, cariño, tienes que agradecer por las bendiciones que tienes.

—¿De cuánta gente podemos prescindir?— se adelantó a preguntar Maggie, antes de que Ellie dijiera unas palabrotas hacía Gregory.— ¿cuántas personas aquí pueden luchar?

—¿"Podemos"?— bufo Gregory con una sonrisa sinica.— ni siquiera sé cuánta gente tenemos, Margaret.

—¿Y acaso siquiera importa? Es decir...— tartamudeo enojado mirando a todo el grupo.— ¿Que van a hacer? ¿Armar un pelotón de granjeros de sorgo? Porque eso es lo que tenemos.

—Ellos cosechan cosas, no van a querer luchar.—

—Te equivocas.— le contradijo Tara estando a un lado de Ellie.

—Cuando las personas tienen la oportunidad de hacer lo correcto, normalmente se ofrecen.— apoyó Ellie, teniendo sus manos en sus cortos pantalones.— digo, las personas solo...

—Déjame detenerte antes de que te pongas a cantar, ¿sí?— le calló Gregory haciendo enojar a la castaña.

—¡Te daré una maldita canción, viejo inutil!— gruño Ellie queriendo abalanzarce hacía Gregory.

No sin antes sentir como Daryl y Rick le detenían con dificultad, y miraban como Gregory había vivido un gran susto.

—Hemos venido para hablar, no para golpearlo hasta la muerte.— le regaño Rick, mientras Ellie sentía como Daryl pasaba uno de sus brazos por su pecho para detenerle.

—Y por cierto, ¿quién entrenará a toda esta carne de cañón?— preguntó aliviado el hombre, al ver como habían detenido a Ellie.

—Yo lo haré.— se ofreció Sasha.