Alexandria.

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Rick miraba atento como Ellie seguía dormida a un lado de Daryl, el cazador estaba revisando su ballesta y al igual que los demás solo se relajaban un momento.

Pero la chica seguía mal, su fiebre había subido y el cazador le dejo dormir hasta que al menos pudiera recuperarse del pequeño cansancio que tenia en su cuerpo. Debían encontrar al menos unas pastillas, o agua fresca para la chica.

Ya estaba sintiendo su sabor amargo en la boca al ver como su hija no podría aguantar al menos dos días más sin tener que permanecer dormida o acostada en algún lado. Daryl también lo sabía pero solo se mantenía confiando en que Ellie podría seguir, la conocía y ella no dejaría que aquella fiebre y debilidad le ganaran la pelea.

—Demonios.— susurro Ellie, sintiendo sus ojos pesados y la cabeza arder.

Daryl rápidamente dejo su ballesta al lado y se reincorporó para verificar como estaba su chica. Era obvio que terminaría despertando por como se sentía, y sentía mucho no poder hacer algo por ella más que tener esperanza a que todo se arreglaría.

—Hey, ¿como te sientes?— le pregunto Daryl tocando su cabeza y sintiendo como esta aún ardía.

—Estoy bien.— susurro Ellie con la voz mas débil que Daryl pudo escuchar.— dejaría tu mano fría en mi frente todo el día.

Éste apretó su mandíbula, mantuvo su mano en su frente para al menos aliviar unos segundos a Ellie. Y miro alarmado como ésta cerraba lentamente sus ojos, como si ya no tuviera vida alguna.

—Mapache...— susurro Daryl preocupado, tomando la mejilla de la chica.— ¡Ellie!

Rick se acerco alarmado hacia donde la pareja estaba, era raro ver que Daryl le gritara de esa forma, preocupado y nervioso. Y trago duro al ver como esta tenia sus ojos cerrados como si ya no quisiera despertar, Carl y los demás también llegaron asustados mirando a la castaña.

—Hay que hacer algo.— tartamudeo Carl nervioso al ver como la chica no respondía a los llamados.

Daryl preocupado estando a la vista de todo el grupo, abrió levemente la boca de la castaña y tapó su nariz. Respiración boca a boca fue lo que Ellie le enseño alguna vez, cuando viera que la persona no reaccionaba.

Judith comenzó a llorar, poniendo nervioso a todo el grupo que miraba como Daryl le daba respiración a su chica. Carl nervioso trataba de calmar a la bebé, y también veía como Rick tenia la mano de Ellie tomada, sabia que también estaba con miedo de aquella escena.

—Gracias a Dios.— suspiro Michonne casi con lágrimas en sus ojos, al ver como la chica tosía luego de aquella respiración Daryl le propino.

—¿Por qué esas caras?— pregunto Ellie luego de unos segundos, al ver como estaban todos reunidos junto a ella.

Sintió como todos se relajaban y sonreían aliviados. La chica se había ido unos momentos por aquella debilidad que sentía, no fue algo grave, pero Daryl le salvo con aquella acción que le hizo.

—Te fuiste unos momentos.— le susurro Rick, mirado como la chica se reincorporaba con dificultad.— nos diste un gran susto.

—Esta maldita no morirá fácilmente.— sonrió apenas Ellie, mirando como algunos tenían sus ojos llorosos.— ¿Los hice llorar?

Y hay estaba Ellie, aunque estuviera de esa forma, ella seguía con su típico humor que aveces hacia sonreír a varios. Sintió como Daryl ponía su cabeza en su hombro aliviado, y se disculpó mentalmente por asustarlos.

Acarició la mano de Rick y le sonrió con esfuerzo, haciendo saber que estaba bien.

—Oigan.— escucharon a Maggie entrar al granero.— todos...

How many walkers have you killed? (Daryl Dixon.) Where stories live. Discover now