Hilltop.

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Abrió sus ojos lentamente sintiendo el frío piso bajo su cuerpo, y lo sentía más cuando sus piernas estaban desnudas. Solo tenia una simple camisa de Daryl puesta para ocultar su desnudes, incluyendo también la ropa interior de la parte de abajo.

No podía creer que seguía en aquel armario de la armería que tenia Alexandria, luego de tener sexo con su ahora esposo Daryl. La sonrisa en su cara fue inevitable al ver que el anillo adornaba su dedo, haciendo saber que nada de lo sucedido fue un estúpido sueño que aveces la engañaba de la realidad.

Recordaba que Daryl fue en busca por un poco de ropa para la castaña pues toda la demás quedo echa un lío con el buen momento pasión que tuvieron los dos, pero era impresionante que en los pocos segundos Ellie se quedara rápidamente dormida en aquel armario, pensó en lo vergonzoso que hubiera sido si alguien la hubiera encontrado en los pocos minutos que durmió en el armario.

Pero ella no despertó por el frío que sentía en sus piernas desnudas, o porque el piso de ese armario era lo mas incómodo para dormir. Su poco sueño fue interrumpido por unos ruidos que escucho cerca del lugar, no podía negar que tenia un buen oído hasta para despertarse por causa de algún ruido que estuviera lejos de ella.

Aprendió aquello cuando estaba fuera de los muros de Alexandria, y le ayudo en demasiadas ocasiones, despertando rápidamente cuando un caminante estaba a pasos de ella. Pero cambiando el tema, Ellie despertó porque creyó haber oído algún ruido en el lugar.

Y fue extraño escuchar como la puerta de la armería se abría, creyó que era Daryl quien había vuelto pero no quiso decir ninguna palabra hasta confirmar lo pensado. Sus sospechas fueron claras, no era su esposo ni tampoco alguien conocido del lugar, los pasos de esa persona sonaban como si estuviera recorriendo el lugar.

Nadie de Alexandria vendría a estas horas solo para contemplar las armas, la castaña se mantuvo en silencio total estudiando los pasos de aquella persona. Le entro una grande curiosidad al escuchar como la puerta del lugar se cerraba de nuevo, haciendo saber que la persona se había ido del lugar, pero estaba con una simple camisa y ropa interior, Daryl le mataría si se entera de que salio persiguiendo a alguien con aquellas pintas.

Pero el cazador no había llegado en todos esos minutos, tal vez se topo con alguien.

—No me arrepiento de nada.— susurro Ellie, abriendo lentamente la puerta del armario.

Miro con cuidado todo el cuarto, no había nadie más que las armas del lugar. Suspiro profundo y salio del lugar hasta descalza, no quería arriesgarse a nada pero tenia un presentimiento al escuchar como una persona entro a la armería solo para contemplar las armas unos minutos.

Estaba a punto de salir a la calle, pero se detuvo al mirar como la puerta donde Jesús se encontraba estaba abierta. Tal vez alguien ya había llegado a reemplazar el turno de Daryl y Ellie, pero no confiaba demasiado.

Asomó un poco su cabeza por la puerta para verificar, no quería encontrarse con alguien para que la vieran con esas pintas.

—Mierda.— gruño rápidamente, dándose la vuelta y casi tropezando.

Jesús no se encontraba en el lugar, ni siquiera había alguna persona vigilando. Rick le mataría si se entera que el hombre escapo por culpa de que ella y Daryl andaban teniendo momentos calientes en el armario de la armería.

Subió las escaleras el del lugar rápidamente, no tenia ningún arma y tampoco sus machetes pero podría pelear con golpes. Se detuvo en medio de la calle, aun descalza y con esas pintas, debía pensar bien en todo.

—Piensa, Ellie.— se dijo a si misma, mirando hacia todas las direcciones para ver si tenia suerte al encontrar a Jesús escabulléndose en algún lugar.

How many walkers have you killed? (Daryl Dixon.) Where stories live. Discover now