Capítulo 13

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(Gracias a Ziuddyswag por votar y comentar, te dedico este capítulo preciosa. Y también gracias a las chicas que votaron cómo: beliebersforeverwiwi, catalinanegrete, BiebsLoOveMe y yamiledelgado2014. Muchas gracias)

Mis ojos se llenaron de lágrimas a medida de que el dolor me atravesaba, me odiaba en esos momentos, no podía creer que  estaba permitiendo que él me tratara de aquella forma, yo, que siempre había sido alguien valiente, definitivamente nadie se atrevía a meterse con Alexha–tocáme–y–te–corto–la–cabeza, pero supongo que aquella chica murió en el aeropuerto de Los Ángeles, murió cuando decidió seguir su vida, y juntar su camino su destino con alguien como Justin.

Él se acercó enojado a mí y me agarró por detrás del cabello levantándome del piso, un gruñido de dolor salió de lo más profundo de mi garganta.

—Justin, por favor suéltame —supliqué entre llanto.

Llevé las manos a donde él me tenía agarrada tratando inútilmente de soltarme, e ignorando por completo mis súplicas me estrelló contra la pared provocando que el dolor volviera a mí.

—¡Esto es para que aprendas a no meterte en mi camino! —gritó, la vena de su frente parecía que fuera a estallar en cualquier momento.

Todo pasó muy rápido, ni siquiera lo vi venir, su mano impactó con mi mejilla provocando que cayera al suelo. Las lágrimas fluían de mis ojos a mares, y el lado derecho de mi cara ardía y palpitaba. Justin se encontraba delante de mí, observándome desde su altura,   sus fosas nasales se expandían con cada inspiración, y su pecho subía y bajaba violentamente cuando respiraba, sus manos se encontraban hechas puños a cada lado de su cuerpo. Como pude retrocedí y me levanté rápidamente, corriendo escalera arriba, llegué a mi habitación y me dejé caer en el piso llorando desconsoladamente.

Mi cuerpo vibraba a causa de los sollozos, el corazón me dolía, realmente dolía, era un dolor crudo y me sentía idiota, una imbécil total por estar llorando por él, pero era algo que no podía evitar con el conocimiento de que dejé todo atrás, mi vida, mi familia, mis sueños, lo dejé absolutamente todo porque alguien quería hacerle daño a las personas que amo, y ahora estaba ahí, viviendo un infierno y conociendo como de verdad es alguien que creía conocer, alguien que estando a miles de kilómetros de distancia de mí había estado conmigo como un bastón de apoyo, alguien que me ayudó a salir aunque suene surrealista e idiota de un agujero que mi dolor y sufrimiento habían cavado.

Esa oscuridad que amenazaba con llevarme consigo desapareció cuando escuché por primera vez su voz, esa voz que por las noches cantaba a través de mis auriculares canciones como u smile o be alright, esa misma voz me acaba de tratar de una forma tan despectiva e inhumana, esa voz que una vez me hizo amarlo hoy me ha hecho odiarlo ahora, sus manos que algunas vez imaginé acariciando mi mejilla mientras yo le decía que lo quería mucho me habían golpeado como ninguna mujer merece ser golpeada.

Ya no tenía un bastón de apoyo, no tenía a quién contarle lo que sentía, estaba tan malditamente sola que podía sentir como mi alma salía de mi cuerpo y eso me convertía en una chica sin vida, sin motivo para seguir adelante, alguien sin sueños, sin una persona que le susurre al oído que todo va a ir bien, sin alguien que la sostenga en sus brazos, un cuerpo vacío, sin alma, una chica que estaba al mandato de alguien a quien sentía que odiaba, al mandato del gran Justin Bieber.

Cuando al día siguiente me levanté lo primero que percibí fue el molesto dolor punzante de mi cabeza, apagué de mala gana la alarma que había olvidado desactivar y salté de la cama arrepintiéndome al instante, el dolor en mi espalda y cadera se hacían presentes amenazando con no poder moverme en el resto del día.

Después de tomar una larga ducha y algún analgésico, preparé el desayuno y, dejando mi orgullo de lado,  lo llevé a su habitación, abrí la puerta con cuidado y dejé la bandeja en la mesilla de al lado de su cama junto con unos analgésicos y un vaso de jugo de naranja; mientras que preparaba el desayuno tuve que recordarme que era una chica buena, solo para evitar el impulso de echar arsénico en su comida.

Siendo sigilosa salí de la habitación y comencé a recorrer la enorme mansión aprovechando que él estaba dormido y que la casa estaba limpia; todo era lujoso y amplio. Bajé una escaleras y descubrí un pequeño estudio con pisos de maderas y paredes de espejos, mi corazón brincó con emoción, y comprobando que él aún estuviera dormido agarré mi iPod y mis zapatillas de ballet dirigiéndome de nuevo al pequeño estudio de baile.

La habitación se inundó con el lago de los cisnes, mi cuerpo cobró vida por sí sólo y empezó a moverse de acuerdo a los acordes de la canción; en ese momento me sentía libre, toda carga desapareció de mi pecho y por un segundo volví a ser la misma Alexha.

Mis pies empezaron a doler pero los ignoré y seguí bailando; la canción se había repetido por lo menos unas cuatro veces pero me rehusaba a detenerme, el sudor cubría mi cuerpo haciendo que la apretada blusa que tenía se ajustara más a mi cuerpo, el placer que sentía al bailar y más cuando era la coreografía de la primera obra que hice delante de mil personas cuando tan solo tenía quince años era enorme.

La canción terminó y me levanté del suelo respirando forzosamente, pero me daba igual, la satisfacción de poder bailar nuevamente era inmensa.

Mi corazón saltó y mi pulso se aceleró cuando escuché unos aplausos provenir de detrás de mí, alarmada di media vuelta y lo vi a él acercándose a mí, aún aplaudiendo. Estaba vestido con una bermuda color caqui y un polo blanco, su cabello estaba mojado a causa de la ducha, y su sonrisa lobuna provocó que entrara en pánico. Mis pies parecían haberse quedados adheridos al piso ya que no podía moverme y, al momento que él estuvo delante de mí y su mano acarició mi mejilla sentí un miedo mordaz.

—Justin —susurré, temía que repitiera lo mismo de anoche.

Su mano seguía acariciando mi mejilla y se acercó aún más a mí; agradecí internamente que no sufriera del corazón o de lo contrario ya hubiera sufrido un ataque cardíaco.

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¡HOLA! No quería hacerlas esperar tanto y aquí está el capítulo, además, ¡buenas noticias, buenas noticias! He salido de mi bloqueo y por fin puedo escribir varios caps y por lo tanto ya tengo el próximo. Gracias a las chicas que votaron ayer, ese hecho me alegró inmensamente ya que pensé que no tenía lectoras.

Así que bellezas esperen el próximo capítulo porque ese va dedicado a ustedes. Otra cosita, por favor comenten ¿si? Me gustaría saber su opinión acerca de la novela; comentar no les llevará ni dos minutos. Honestamente prefiero que comenten y no voten ya que quiero sentir alguna interacción de entre escritor y lector.

Sé que hablo mucho pero ¿han notado que Bieber aparte de estar más violable también está más gordito? Me encantó la foto que subió en instagram estando en un caballo, me dio ganas de morderle una tetilla,lol,  debo calmar mis impulsos locos y controlar mis hormonas.

¡Besos!

Una belieber: una bailarina [Sin editar]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu