Una belieber: una bailarina [Sin editar]

Capítulo 18.

Entré en la humilde y pequeña, que se note mi sarcasmo, cocina de Justin y recogí la bandeja en donde se encontraban las hamburguesas que había preparado hacía algunos instantes. Con cuidado, deposité la bandeja en la mesilla que estaba entre los sofás de la sala de estar y tomé asiento encima de la alfombra que cubría el piso.

Me sorprendí cuando, amablemente Justin me había pedido que hiciera algo de comer y que me sentara con ellos a ver una película, claro estaba que si no era porque los niños habían insistido no hubiese aceptado la invitación.

—¿Qué película es? —pregunté y le pasé a cada uno su hamburguesa. Jaxon miró lo que le había dado y se echó a reír cosa que hizo que lo mirara raro—. ¿Qué pasa? Pensé que a todos les gustaba las hamburguesas, ¿no es así?

—Es solo que la película que escogieron estos dos —respondió Jazmín señalando a sus dos hermanos—, es lluvia de hamburguesas.

—Ah, okay.

Cuando la película finalizó me levanté al igual que Justin para llevar los platos y vasos a la cocina, sin embargo cuando estábamos a punto de dar un paso más los pequeños gritaron al unísono “el piso quema”. Justin me miró algo confuso a lo que respondí con un encogimiento de hombros.

—¡Justin! No seas idiota. No puedes pisar el piso y debes llegar hasta nosotros —exclamó Jazmín, saltando y aplaudiendo sobre el sofá que se encontraba a unos cuantos metros de donde estaba yo.

Justin pareció entender de qué se trataba el juego y saltó también al sofá casi tumbándome en el proceso.

Gruñí y salté a el otro sofá y él hizo lo mismo pero con el opuesto. El juego resultaba ser interesante y, ya me dolían las mejillas de tanto reír.

Visualicé el último sofá que me faltaba saltar para poder llegar a los pequeños y, sin esperar más salté sin notar que Justin también lo había hecho por lo que a mitad de camino nos estrellamos.

—¡Hijueputa! —espeté, sobándome el área dolorida.

Abrí los ojos, Jazzy y Jaxon estaban que se partían el culo de la risa mientras que Justin al igual que yo yacía en el suelo sobándose la frente.

—¿Qué coño dijiste? —preguntó refiriéndose a mi pequeña grosería en español.

Me encogí de hombros y me quejé sintiendo mi sien palpitar.

—Justin, ¿alguna vez te han dicho que tienes una jodida cabeza de acero? ¡Maldición! Ese golpe me dejó medio atontada.

Él se echó a reír y minutos después lo seguí uniéndonos a las risas de los pequeños.

Sonreí y murmuré un buenas noches en tanto terminaba de arropar a Jazmín, alejándome de ella caminé hasta Jaxon y le di un beso en la frente repitiendo el proceso de la manta con él.

—Buenas noches, Alexha —dijeron al unísono.

Volví a sonreír y apagué la luz para después salir de la habitación.

Bostecé, mi cuerpo reclamaba una ducha y unas cuantas horas de sueño. Arrastrando los pies, caminé a mi habitación pero antes de llegar a ella me detuve al ver a Justin sentado en el suelo del balcón observando el cielo.

Lentamente me acerqué a él y me apoyé en el umbral de  la puerta corrediza observándolo. Él pareció sentir mi mirada ya que volteó y una sonrisa tiró de sus labios.

—Justo contigo quería hablar —me dijo y ladeó la cabeza, indicándome que tomara asiento.

Dudosa me senté a su lado, recostándome en la pared y llevando las rodillas a mi pecho, no sabía que afuera hacía tanto frío y lo único que llevaba encima era un pantalón de pijama largo y un camisón.

—Los niños ya se han quedado dormidos —le avisé y él asintió en respuesta.

El silencio reinó entre nosotros, me hartaba el hecho de que Justin me llamara para hablar y no dijera  nada en absoluto.

—Respecto a lo que hablamos esta mañana —empezó y enfocó la mirada en la sexy luna—, creo que no sé… primero que todo debo pedirte disculpas y no sé… fui un gran idiota contigo.

Lo miré largo y tendido.

—Justin… —le dije pero él me detuvo antes de que dijera otra palabra.

—Tal vez, sólo deberíamos empezar de cero ¿no crees? —propuso, haciendo una mueca.

Me quedé en silencio porque no sabía qué decir, había algo dentro de mí que me gritaba que de esto nada saldría bien pero resulta que a veces podía llegar a ser algo masoquista y, una parte de mí dictaba que le diera otra oportunidad.

Justin se rascó la nuca pareciendo nervioso y al ver que no decía nada se levantó pero, antes de que cruzara la puerta lo tomé de la mano sintiendo la suya tan suave y cálida.

Él dio media vuelta y observó nuestras manos entrelazadas para después mirarme a mí.

Sonreí y él pareció entender que decía con eso. Me levanté y sacudí mi trasero sin soltar su mano.

—Mucho gusto, Justin Bieber —murmuró sonriendo, y luego dio un leve apretón a mi mano.

—Igualmente,  Alexha Martinez —murmuré, frunciendo el ceño. Él arqueó una ceja—. Bien, no es así como reaccionaría una belieber pero ¿acaso quieres que lo haga? —pregunté divertida y Justin se encogió de hombros. —. Bien cariño, tú lo has pedido —tomé una bocanada de aire y solté su mano para luego chillar—: ¡oh por Dios! ¡eres tú! ¡no lo puedo creer! ¡te amo tanto! ¡joder Bieber tú eres mi vida! —me abalancé a sus brazos los cuales me rodearon mientras él reía.

Minutos después me alejé de él sintiéndome muy avergonzada, apoyé los brazos en la baranda y Justin hizo lo mismo mientras nos dejábamos rodear por el frío y el silencio de la noche.

—Bien, Alexha. Fue un gusto conocerte —musitó, mirándome con una sonrisa y antes de irse acercó sus labios a mi rostro dejando un beso en mi mejilla.

Solté un suspiro cuando él se marchó dejándome medio atontada y haciéndome cuestionar acerca de lo mucho que podía cambiar las cosas en un día.

*****

¡VOLVÍ!

Dios estar sin internet es tan patético. Sé que parezco disco rayado pero en realidad siento por no subir pero no puedo hacer nada respecto a esto.

A por cierto gracias por las amenazas de muerte eso me da a entender lo mucho que me quieren pero piensen que si me matan no podría seguir la novela así que les conviene tenerme viva.

Gracias de nuevo por los votos y los comentarios.

¿Qué opinan acerca de este cap? ¿que creen ustedes que pasará con Alexha y Justin?

¡Besos!