Capítulo 36.

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…«Él había muerto»… «Justin había muerto»… «muerto»… «estaba muerto»…

Abrí los ojos sobresaltada, y miré frenéticamente a mi alrededor, las paredes blancas del hospital habían sido reemplazadas por unas color crema, me incorporé, estaba confundida.

Llevé las manos a mi cabeza a medida que me sentaba en el piso, entonces recordé todo, el accidente… en donde él había… muerto.

Me levanté de un salto, y corrí hacia la puerta, todo estaba muy extraño, me encontraba en la casa de Justin y no sabía como había llegado allí.

Fue hasta que abrí la puerta que lo supe; todo había sido un jodido sueño.

Él estaba de pie delante de mí mirándome con el ceño fruncido, sonreí abiertamente y me lancé a sus brazos, dio un puntapié mientras reía y me abrazaba con la misma fuerza con la cual yo lo abrazaba. No pude evitar llorar, todo había sido tan malditamente real.

—Joder, Alexha, sabes que odio verte llorar. ¿Qué pasa? ¿estás bien? —preguntó, besando mi cabello.

Volví a sonreír y lloré con más fuerza.

—Lo siento.

—¿Qué sientes?

—Soy una jodida estúpida —murmuré contra su cuello.

Él se echó a reír ligeramente, llenándome de gozo.

—Nunca he dicho lo contrario, nena —añadió burlón.

Me reí con él mientras lo abrazaba con más fuerza.

—Lo siento tanto, Justin.

—¿Qué es lo que sientes? —volvió a preguntar.

—Haberte pedido que te alejaras de mí. Siento todo lo que dije —le dije, me sequé las lágrimas y le di un beso en la mejilla antes de alejarme.

Él estaba sonriendo.

—De todos modos no te iba hacer caso —respondió con chulería. Rodé los ojos aun sonriendo—. Pero, ¿a qué se debe todo esto?

«A que soñé que te perdía y el dolor fue tan agonizante que prefería sacarme el corazón en vez de seguir sintiendo tu ausencia.»

Sonreí sin mostrar los dientes.

—Mm… esto de debe a que… descubrí algo.

Él también sonrió ante mi misterio y alzó ambas cejas.

—¿Será que se puede saber que descubrió la señorita? —inquirió, siguiéndome el juego.

Me acerqué y volví a abrazarlo.

—No te puedo decir —le susurré en el oído

Solté una leve risita cuando lo sentí estremecerse en mis brazos. Él se aclaró la garganta antes de hablar.

—¿Por qué no?

Me separé un poco y lo miré a los ojos pensando en qué decir.

—Porque se lo diré después, señor Bieber, ahora entremos que se me están congelando los huesos.

Lo tomé de la mano y entramos en la casa. Me apoyé en la puerta mientras lo miraba caminar hacia la cocina, y me puse a pensar en qué haría ahora.

Estaba claro que no quería perderlo pero no sabía si estaba lista para involucrarme en una relación y menos con él.

—Hasta acá puedo escuchar a los engranajes de tu cabeza —gritó.

Me reí y caminé hacia la cocina.

—¿Cuando dijiste que te había absorbido a que te referías? —solté, apoyada en el marco de la puerta.

Él dejó el vaso en la encimera y me miró, serio.

—¿Tengo que responder eso?

Puse los ojos en blanco. Odiaba cuando utilizaba ese tono cortante conmigo.

—Si no quieres no lo hagas —le respondí de la misma forma.

Suspiró y bebió un trago de jugo para después acercarse a mí.

—Creo que no tienes ni la remota idea de a qué me refería. Tus palabras me lo han dejado claro —su tono de voz era bajo, casi dolido mientras me miraba a los ojos.

Levanté una ceja.

—Aveces no decimos lo que sentimos y con ese “aveces” me refiero a la mayoría del tiempo.

Él frunció el ceño.

—¿A qué te refieres? —interrogó, confundido.

Sonreí, y no pude evitar controlar el impulso de pasar el dedo por su ceño fruncido para aliviar las arrugas.

—Así está mejor —susurré.

La cercanía de nuestros rostros me estaba matando.

—Me confundes, Alexha —comentó, mirando mis labios.

Reí suavemente. Algo que teníamos en común.

—¿Por qué?

Se encogió de hombros.

—Nunca puedo descifrar qué sientes por mí.

Volví a sonreír, eso se había convertido en mi manía desde que lo vi parado en la puerta dándome a entender que todo fue una jodida pesadilla.

—¿Quieres saber que siento por ti? —él asintió—. Esto.

Le dije para después acercarme y besarlo.

****

¿Cómo siquiera pensaron que yo sería capaz de matar a Bieber? Que confianza, enserio.

Jajajajaja, me morí con sus comentarios, la verdad es que tenía planeado que el accidente si sucediera en realidad, pero eso en vez de acercarlos los había alejado, aun más. Pero el domingo por la noche cuando escribía el cap me entró ganas de hacerlas sufrir un poco.

No quiero que piensen que ahora Justin va a cambiar y después se casa con Alexha, tienen hijos y bla bla bla necesitan conocerme un poco más; nunca me inclino por el camino fácil ni mucho menos soy predecible.

PD: Siento si hay fallas pero wattpad está molestando a la hora de crear los capítulos.
¡Besos!

Una belieber: una bailarina [Sin editar]Where stories live. Discover now