Capítulo ocho.

3K 143 9
                                    



Justin soltó mi mano cuando un sollozo se escapó de mis labios. Apenada me llevé las manos a la cara tratando de detener el torrente de lágrimas que salían de mis ojos.

No sabía porque lloraba, pero sí sabía que a pesar de que quería que me abrazara, verlo me dolía, y demasiado.

Casi de inmediato sus brazos me rodearon desde atrás haciendo que perdiera mi batalla interna.

Lloré con más fuerza que antes. No quería seguir mostrándome fuerte. Quería que todos vieran la criatura rota que era. Odiaba mis cumpleaños. Cada año es un vívido recuerdo de cuando me desperté en una cama de hospital, sola, ese día en el que me dijeron que había perdido a las dos únicas personas importantes para mí.

Cada año me perdía y pasaba el día sola, como si fuera uno más. Y ahora que las cosas son diferentes, no sólo porque estoy pasando el día con mi familia, sino también porque tengo a la única persona que quiero que me abrace a mi lado, lo hace peor.

No sé si soy la única persona que piensa igual pero, le temo a la felicidad. No quiero ser feliz y que después me arrebaten esa felicidad dejándome en un abismo oscuro.

—Alexha… nena, por favor —susurró en mi oído.

Mis rodillas temblaron y cedieron pero él no me dejó caer, sostuvo mi cintura y me estrechó contra su cuerpo. No lloraba por él, lloraba por mí y por lo miserables que era mi vida.

Odiaba la sensación de que en un segundo era todo sonrisas y al siguiente recordaba el molesto vacío en mí, vacío que se llenaba cuando estaba al lado de la persona que tanto me había hecho sufrir.

Traté de detenerme. Juro que lo intenté, mas no pude. Dejé salir todo eso que llevaba dentro. Sintiendo como mi alma se rompía con cada lágrima.

Había pasado de estar enojada a estar suicida en tan solo cinco segundo. No sabía que era lo malo en mí. Quizá era eso de que no sabía como dejar de vivir en el pasado. No lograba borrar todos eso pequeños detalles que me habían hecho sufrir.

No sabía como empezar de cero… como eligir un nuevo camino.

Después de cinco minutos logré calmarme. Al menos ya no salían las cataratas del Niagara de mis ojos pero la sensación de vacío aún estaba en mí.

—Yo tampoco sé hacerlo —dijo él. Me dio media vuelta hasta quedar cara a cara. Su pulgar pasó por debajo de mis ojos para limpiar las lágrimas, ese simple gesto me desarmó completamente—. Hablo de lo de dejar de vivir en el pasado.

Sorbí los mocos y cerré los ojos un instante. Mi sentido común de dictaba que me alejara que no sucumbiera a sus encantos, pero era difícil hacer eso cuando sabía que a pesar de todo mi lugar estaba a su lado.

—Las cosas son diferentes —hablé finalmente. Mi voz sonaba ronca y pastosa, como la de una persona que había llorado hasta quedar deshidratada.

Justin sonrió con tristeza y metió un mechón de cabello detrás de mi oreja, todo eso sin dejar de mirarme a los ojos.

No sabía como habíamos pasado a esta situación. Minutos antes estaba cavilando sobre cual tortura sería peor, si amarrarle las pelotas con una cuerda y colgarlo de cabeza en una viga del techo, o sumergirlo en una tanque con ácido hasta que me pidiera perdón.

—En realidad no lo es, Alex, yo no sabía que rumbo tomar entre tanto caos pero entonces apareciste tú. Traté de mentalizarme acerca de que eras prohibida para mí...

—No sigas hablando, por favor —le supliqué débilmente. A pesar de todo no estaba lista para perdonarlo.

Es más, ni siquiera estaba segura de si quería escucharlo.

No era la persona más sensata cuando se trataba de él. Era muy débil y eso era una ventaja para Justin. Me tenía fácilmente comiendo de su mano con un par de palabras bonitas.

Quería golpearme con una pared hasta quedar inconsciente.

—Déjame por lo menos...

—No —dije con voz dura. Me separé de él y traté de poner mi mejor cara de póquer. No sé si lo conseguí—. Entiende de una vez por toda que me perdiste, y esta vez es para siempre.

Me limpié la única lágrima derramada y tragué duro. Ignoré su cara de derrota y retrocedí dos pasos para después dar media vuelta y alejarme de él... nuevamente.

*****

No , se ha convertido en un fetiche eso de subir caps en la madrugada (son las 01:22a.m) Siento los errores y lo corto del cap.

Una cosa, ya que olvidaron lo del grupo de fb, ¿qué les parece si hacemos uno en WhatsApp? Si están interesadas dejen sus números en un mensaje privado.

Besitos...

Una belieber: una bailarina [Sin editar]Where stories live. Discover now