- Te lo digo Cristhian, tu mujer en cuanto le presente a otra mujer me va a tirar por la terraza.
Dije riendo a mi amigo. Esa mujer suya si que tenía su carácter.
- Es que solo tú llevas a una mujer como esa a cenar a mi casa Sam. Sabes lo que me costó convencer a mi Ángel que yo no tenía nada que ver con esa chica tuya?
Respondió Cristhian negando con la cabeza, estábamos caminando rumbo a mi oficina en la clínica donde trabajo. Aprovechando que tenía un par de horas libres antes de la próxima consulta y Cristhian había llegado de visita.
Desde la semana anterior no nos veíamos, y el quería planear el cumpleaños de sus hijos.
- En fin, por lo menos me sirvió para saber que no era la indicada para mi. Aunque tengo que admitir que tenía un...
- Ya... No quiero saber sobre eso hermano.
Me interrumpió Cristhian. Lleve a mi boca la taza de café ya frió dándole un sorbo mientras escuchaba a mi amigo.
- En fin, Vero quiere verte este fin de semana para hacer los arreglos para el cumpleaños de Isabella y Nathaniel. Que dices? Podrás pasarte por la estancia?
Le mire mientras trataba de recordar si tenía alguna cirugía programada para este fin de semana y me eche a reír al recordar de forma inconsciente que el último fin de semana que fui de visita Cristhian termino con la cabeza partida por un jarrón que su mujer le arrojo.
No podía parar de reír, y de verdad no prestaba atención por donde caminaba hasta que la voz de Cristhian soltó aquella frase...
- Cuidado Sam!!
Giré mi rostro a el que se había detenido tres pasos atrás de mi y no me di cuenta de lo que ocurría hasta que escuche su maldición y sentí en mi cuerpo el golpe.
- Maldito Idiota!! Agghh...
Giré mi atención al frente y me encontré con lo que no esperaba.
Era claramente una mujer , de estatura baja, debía de medir cuando mucho 1. 60 no más. Pelo negro y vestía un uniforme de quirófano. UPS....
- Deberías mirar por donde caminas pequeña...
Solté con una sonrisa afable mientras sacaba del bolsillo de mi bata un pañuelo para que se limpiará el café que volque accidentalmente sobre ella. Solo fue una simple broma, un comentario que no esperé generara aquella reacción de su parte.
La chica aparto la mirada de su ropa y me dio una mirada furiosa, sus ojos me lanzaban dagas venenosas. Parecía querer matarme con aquella mirada...
Pero jamás esperé lo siguiente. Su mano se alzó en un segundo y azotó mi mejilla en una fuerte cachetada que me hizo voltear el rostro. JODER!! Parpadee descolocado por su reacción y lo único que escuche fue su rabieta mientras se alejaba a paso rápido.
- Será idiota!! Ja, quien diablos se creerá? Estúpido, energúmeno, pequeña su tía!!
Siguió soltando mientras se paraba frente a las puertas del ascensor y esperaba que este llegará. Me dedico una última miradita de odio e ingreso a aquella caja de acero.
Quedé clavado en el lugar, sin lograr entender como había ocurrido aquello, mi mano fue inerte a sobar mi mejilla azotada y de seguro con una expresión de desconcierto, pero es que JODER!! Con la pequeña mujercita, tenía tremenda pegada.
La voz de Cristhian fue la que me saco de mi congelamiento mental.
- Wuoo!! Eso debió doler...
Dijo con las manos en los bolsillos de su pantalón, su mirada estaba clavada en el mismo lugar que la mía. Aquel ascensor que tomo mi pequeña agresora.
La carcajada que soltó después me llevo a mirarlo molesto. De que diablos se reía?
- Que es tan gracioso?
Se que debía de tener ya una cara de pocos amigos, pero es que de verdad no encontraba la gracia en lo ocurrido. Me habían cacheteado como si fuera un crío.
