capitulo 34

49 6 0
                                    

Atravesé el umbral de la puerta de mi piso y de inmediato sentí el eco de su inexistente risa llegar a mi. Que habían pasado??
Casi cinco meses? Supongo que desde que regrese de Grecia no pude volver a entrar, incluso llegue a pensar en vender el lugar. Para que quería un apartamento al que no podía entrar sin que doliera? 
Cargué mis pulmones de aire y fui avanzando lentamente por el lugar, dejando mis ojos vagar por los poco recuerdos que de ella habían aquí. Llegó tan rápido como una ola que arrasa con todo a su paso y se fue igualmente rápido arrasando aún más.  Sentí mi pecho quemarse al llegar a la alcoba, su inhalador sobre la mesa de noche me recordaba mucho más sin siquiera esperarlo.
Que sería de ella? Cómo estaría? Habría vuelto a tener una maldita crisis? Estaría comiendo adecuadamente, dormiría las horas suficientes? 
Mil preguntas golpearon mi cabeza, y mi corazón dolía demasiado por no tener las respuestas...
No. Ya no soportaba el andar a ciegas, intentando borrarla de mi piel día con día, sin poder conseguirlo. Era demasiado grande el sentimiento que había despertado en mi.
La amaba, no podía tolerar no tenerla conmigo. Tenía que hacer algo, luchar. Lograr hacerla entender que nada podía hacer Carlo para detenerla.
Camine al estudio y me encerré ahí, tenía que moverme con rapidez.
Marque el número de Cristhian y le llamé, sabiendo que lo despertaría, pero que no le portaría con tal de ayudarme.

- Sam, estás bien?

Su voz áspera me decía que efectivamente estaba dormido.

- Siento la hora Cristhian, es solo...
- Que no soportas no saber qué pasa con Samantha...

Me interrumpió sonando mas despierto.

- Lo se, los estoy volviendo locos con todo esto. Pero..
- Detente. No nos hemos quejado.
Somos amigos, más que amigos  hermanos.  Así que no pierdas tiempo con disculpas que no necesitamos.
- Gracias.
- Deja eso. Que necesitas?
- Que era lo que tú mujer quería que supiera hoy en la tarde?

Lo escuché suspirar pesadamente.

- Alexander llamo preocupado, dijo que se encontró en algún sitio extraño con Samantha. Él no sabía que ella te había dejado y pregunto que era lo que pasaba. Por lo que se creo que lo dejo preocupado el lugar donde la encontró. Trato de contactar contigo, pero al no conseguirlo me llamo a mi.
- En que sitio la encontró?

Pregunté ya más que preocupado.

- No lo sé Sam, el no quiso decirlo por teléfono. Lo único que se es que aparentemente Samantha está en París.
- París? Que carajo está haciendo ella en París!?
- No tengo idea, Alexander dijo que dudaba que estuviera sola. La noto muy cambiada, y no de una buena manera. Dijo que ella...

Guardo algún par de segundos silencio...

- Ella que? Cristhian, solo dilo de una maldita vez.
- Dijo que ella le dio un sobre, una carta suponemos y le suplico que te la hiciera llegar. Pero que no te dijera donde la vio.

No tenía idea de que era lo que pasaba. Pero de algo estaba seguro, no me quedaría a ciegas. Daría con lo que fuera que ocurría con mi pequeña.

- Alexander dijo algo más?
- Que estaba muy seguro que ella estaba metida en muchos problemas...
Intento convencerla de ir con el, le ofreció ayudarla, pero ella se negó. Le dijo que no podía poner a nadie más en peligro por ella. Solo se eso hermano, Samantha no está bien...
- Samantha está loca!! Cómo puede creer que pone en peligro a alguien!? La única en peligro aquí es ella y la muy terca no lo quiere entender.

Espete rabioso. Esa mujer me volvería loco. Ahh pero ya podría ponerla en su sitio y le haría entender de una jodida vez.
Voy a por ti pequeña, y ni aunque me odies voy a dejar que sigas en este camino en el que estás.

- Que piensas hacer?

Pregunto Cristhian.
Que que pensaba hacer??
Ya verían todos lo que haría.

- Voy a por ella Cristhian, que más? No voy a esperar ni un jodido segundo más. Esa mujer va a salir de al lado de ese Maldito Idiota de una jodida vez por todas!!  Eso te lo juro por Samira y Demian.
- Joder Samuel, me das miedo...
- Miedo va a sentir ese desgraciado, te lo juro. Voy a despedazarlo.
Por lo pronto te dejo. Tengo un vuelo que coger y nada de tiempo que seguir perdiendo.
- Necesitas ayuda?
- Tranquilo, ya me encargo yo de este asunto.
Gracias Cristhian.
- De eso nada, tú ve a buscar a tu mujer de una buena vez. Nos veremos en París en un par de días.

Con eso colgué la llamada, para que ponerme a discutir con el? Estaba claro que no se quedaría afuera de esto. Y yo estaba determinado a no perder tiempo ahora. Tenía que moverme y hacerlo cuanto antes.
Realice un par de llamadas más y volví a salir.
El destino?
El aeropuerto de Londres, tenía un vuelo que abordar y un largo día por delante. 

Tu y yo... todo o nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora