capitulo 4

59 7 0
                                    

La mañana estaba pasando bastante bien. Algunas consultas, un par de urgencias sin ninguna mayor complicación...
Todo estaba bien en el mundo.
Ahora me encontraba hablando con una de las enfermeras mientras compartíamos un café.
Tengo que decirlo, la chica era guapa. Ojos marrones, pelo corto y rubio y tenía un lindo cuerpecito que podría darme una buena distracción mi próximo día libre.
Sonia, la mujer con la que hablaba estaba comentando algo de que quería ir a bailar cuando unos tacones resonaron en el corredor.
Apenas si di una fugaz mirada, solo para saber quién caminaba a paso tan rápido, y encontré los ojos negros de mi pequeña transgresora caminando hacia mi con semblante serio.
Volví mis ojos a Sonia, porque en definitiva esa mujer no querría hablar nada conmigo, pero...

- Doctor Riviera.

Su voz sonó sería, fría y podría jurar que hasta molesta...
Volví a mirarle un par de segundos para descubrirla en esa postura arrogante.
Quien se creía? Cometí un tonto error y la muy obstinada me trataba como si le hubiese golpeado.

- Estoy ocupado.

Solté secamente. No tenía porque tratarla bien, si ella no lo hacía conmigo.
Note como sus manos se apretaban en torno de una planilla blanca y tenso la mandíbula molesta, cuadrando en el acto los hombros. Cómo si ese gesto pudiera intimidarme.
Ja!! Que lo siguiera intentando.

- Pues en cuanto se decida a ejercer su profesión, lo cual es por lo que se le paga podría tomarse la molestia de atender a la paciente por la cual he recorrido prácticamente tres pisos de este hospital, Doctor.
La consulta es urgente, por si le interesa...

Dicho esto en tono firme y molesto me estampo en el pecho la planilla con lo que asumo es la información de la mencionada paciente, se gira sobre sus pies y regresa por donde vino con los puños cerrados y claramente cabreada.
Joder!!

- Creo que se molestó la doctorcita nueva...

Dijo divertida Sonia.
Fijé mis ojos en la planilla con los estudios aún impactado por su reacción y leí rápidamente el informe de mi pequeña agresora.
Carajo!! La embarre de nuevo...
Solté un " Lo siento" a Sonia y salí corriendo para alcanzar a Samantha.
La encontré justo cuando habría la puerta de acceso a las escaleras y se perdía tras ella. Apure el paso y tomé el mismo rumbo...
Bajaba de forma rápida hasta alcanzar el mismo ritmo acelerado y sincronizado que ella llevaba.

- Doctora...

Dije intentando seguir su ritmo.

- Estoy ocupada.

Soltó en tono irónico...
Si!! Ya sabía yo que la había regado de nuevo. Pero es...
No, no podía perder tiempo ahora en excusarme con ella. Su paciente no tenía mucho tiempo.

- Lo se. Necesito ver a su paciente doctora. Y necesito que me detalle todos los síntomas desde que llegó.

Se detuvo solo un segundo, me dio una mirada rápida y volvió a coger ese ritmo rápido.
Cargo sus pulmones de aire y empezó a hablar mientras continuabamos en descenso por las escaleras.

- Tiene 38 Años, gestación de 33 semanas. Fiebre de casi cuarenta, dolor abdominal. La ecografía muestra que la criatura ya tiene sufrimiento fetal, la precisión de la madre esta casi al tope y presenta sudoraciones frías. Vómitos e incoherencias al responder.
- Cuanto peso ha aumentado durante el embarazo?
- Solo seis kilos y presenta síntomas de diabetes gestacional.
- Cuanto tarda en estar lista?

Pregunté ya abriendo la puerta para acceder al piso donde nos dirigíamos. Le cedi  el paso y avance detrás de ella, volviendo a posicionarme a su lado ya en el corredor de planta.

- Lista para que?

Pregunto mirando su reloj y sacando su móvil.
Texteo algo rápido y lo guardo en el bolsillo de su bata.

- La necesito en el quirófano conmigo Doctora.

Asintió rápidamente y solo dijo

- Diez minutos mientras preparo a la paciente. Quince en lavarme y estar en el quirófano.
- Perfecto. Entonces a por ello.

Dije al tiempo que abría la puerta de la habitación donde se encontraba la razón de esta urgencia.

- Señor y señora Fernández, el caballero es el doctor Samuel Riviera, médico cirujano especializado en el tipo de tumor que descubrimos. El será el encargado en la cirugía que le practicaran.

Tendí mi mano rápido a la pareja. Y vi la preocupación en sus mirada.

- Nuestro niño estará bien?

Pregunto la mujer acostada.

- Le prometo que haremos todo lo que está en nuestro alcance para que tanto su hijo como usted estén bien. La doctora Álvarez me asistirá en el quirófano, están en buenas manos.

Dije dando una rápida mirada a Samanta que controlaba los medicamentos.

- Doctora, la veo en el quirófano en 20 minutos?
-  Claro doctor.

Dijo en tono profesional y sería. Bueno al menos tenía que reconocer pese a que parecía odiarme sabía mantenerse de forma correcta y profesional.

Tu y yo... todo o nadaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن