capitulo 61

36 5 0
                                    

Sentía las suaves manos de mi pequeña transgresora pasearse con calma y lentitud por todos los músculos de mi espalda, sentía sus delicados dedos aflojando cada nudo que pudiera tener, aflojando casi de forma inmediata toda la tensión de meses acumulada. 
No había nada sexual, no había nada más que la intención de mi pequeña de apartar la tensión que yo cargaba....

- Dios!!

No logré evitar gemir cuando soltó un nudo en mi cuello. Tenía que reconocer que sus pequeñas manos eran perfectas para esto.

- Cargas mucho sobre tus hombros Sammouil...
- Es que...

Intente hablar, responderle. Pero me interrumpió sin dejar de masajear suavemente toda mi espalda.

- Lo sé Sam, entiendo que tengas miedo. Entiendo que te preocupes por que yo esté bien... Porque no vuelva a sufrir.
- Daría mi vida si con eso evito hacerte sufrir pequeña...

Dije ya girando sobre la cama para poder ver su rostro, para que ella viera la verdad en mis ojos. No quería que nada malo le volviera a ocurrir.  Ella quedo a horcajadas sobre mi y mis manos fueron hipnotizadas a apartar de su delicado rostro el cabello y acomodarlo detrás de sus oídos dejando al mismo tiempo una caricia.
Sus ojillos se cerraron ante ese gesto y suspiro pesadamente...

- Eres el ser más importante para mí Samantha... Nada ni nadie es más importante que tú...

Me obsequio una dulce sonrisa, dejando que mis manos siguieran acariciando su piel.

- Se que no quieres perder otro hijo Samuel...
Yo tampoco podría soportar volver a perder un hijo. Tú has perdido demasiado, y no logro entender cómo es que sigues sonriendo después de haber perdido a Samira y Demián. Pero si de algo estoy por completo segura es de que eres el hombre más íntegro, honesto y bueno de este mundo... Por eso me enamoré de ti Samuel, pero también amé y amo tu valentía para afrontar todo lo que pasara en tu vida. Una valentía que muchas veces quisiera tener yo...

Dijo dejando escapar un par de lágrimas...

- Tú eres muy valiente pequeña, no lo dudes.

Interrumpí limpiando esos ojillos.

- No lo soy Samuel, pero intento ponerme de pie nuevamente, no tanto por mi, principalmente por ti. Porque tú me has mostrado que tengo que luchar por ser feliz, porque has echo tuyos mis problemas y me has sacado de el infierno sin importar cuanto te he dañado. Si sigo aquí después de todo lo que ha pasado, si trato de mantenerme a flote y no caer más profundo... Es única y puramente por ti, por esa fuerza que tú proyectas a cada paso que das. No sé qué has visto en mi, no sé qué te llevo a querer estar a mi lado, pero no quiero perderte Sam...
Yo también tengo terror de volver a perder. Pero sueño con ser feliz a tu lado, sueño con que algún día tengamos nuestra familia, nuestros hijos...
Tener un pequeño con unos ojos tan intensos como los tuyos, con ese carácter amable, pero decidido que tú tienes. Con esa sonrisa llena de luz y seguridad...

No pude evitar sonreír por sus palabras, si ella tuviese la mínima idea de cuánto anhelaba yo ver su vientre convertido en cuna...

- Y yo te sueño a ti con una pequeñita en tus brazos amor, una princesita tan hermosa como tú.

Reconocí, claro que quería hijos con esta mujer, quería absolutamente todo con ella.

- Los dos hemos perdido Samuel, y quizás la vida tenga más piedras en nuestro camino, pero yo sé que todo puedo pasarlo contigo a mi lado. Entonces... Porque no intentar tener lo que de verdad deseamos? Yo sé que contigo a mi lado puedo con todo lo malo que pueda, pero no quiero ni que tú renuncies a tener lo que deseas, ni yo tener que hacerlo por culpa de un maldito que lo único que quiso siempre es dañarme. Quiero hijos, quiero ser madre y quiero darle al hombre que amo la felicidad que merece, porque mereces ser feliz y poder darte todo lo que deseas...
- No te asusta que volvamos a perder un hijo nuestro?

Pregunté con temor.

- Claro que me asusta, más que nada, pero una vez tú me demostraste que ser fuerte o valiente implica que enfrentemos nuestros miedos, y yo puedo enfrentar todo si tú estás a mi lado Sam... 
- Te amo tanto Samantha...
Eres la mujer más hermosa y dulce que conozco...

Dije ya tomando con suavidad su cuello para acercar sus labios a mi boca, deseando desde el fondo de mi ser poder darle todo lo que ella necesitaba de mi para ser feliz.

Tu y yo... todo o nadaWhere stories live. Discover now