Cuando William Crown entromete en su vida a Olivia Cumberbatch, sus ideas van más allá de un simple coqueteo dulce, sino, que necesita de su ayuda para poder obtener aquello que por derecho posee desde nacimiento: la corona.
De esa forma, Olly no so...
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Caminó cuidadosa, precaviendo no caer gracias a los altos tacones que debía llevar. Pronto, se unía junto a William y la familia real, quienes le sonrieron con gracia y adularon el bonito vestido que usaba para la ocasión. Margaret y Sophia habían arreglado un largo vestido esmeralda que resaltaba la tez bronceada, con escote en corazón y mangas bajo los hombros, con el cabello en suaves ondas y tacones plateados.
La cena en el Gran Salón para su "coronación" estaba yendo de maravilla, con suave música resonando de fondo y gente aristocrática. El vino iba de aquí para allá, así como otro tipo de bebidas alcohólicas, festejando a Olivia Cumberbatch y su nuevo título.
No sabía a qué se debía todo el alboroto cuando ni siquiera conocía a la mayoría de aquellas personas.
—Harán la presentación en un par de minutos más —informó relajado William —no será necesario que se haga una conferencia para que la prensa se entere o haga una nota.
— ¿Podrías recordarme por qué hago esto? —Farfulló inquieta, mirando a los reyes que charlaban animados con sus hijos menores.
—Porque eres mi novia y compañera —respondió con seguridad y dulzura, acariciándole la tersa mejilla —; y por otro lado, creo que te lo mereces —dijo, sonriéndole con sinceridad. Frunció el ceño, más no agregó nada cuando los llamaron a hacer la presentación.
Primero, Minerva y Leonardo Crown fueron anunciados. Imaginó que habían hecho una gran entrada; de seguro ya estaban acostumbrados a eso. Después, a los príncipes Georgina y Edward, que bajaban con sonrisas bien planeadas y estilizadas.
—Solo recuerda lo que mi madre te ha enseñado —susurró, esperando a que llegara su turno.
— ¿Qué de todo lo que me enseñó? —Masculló.
—Presentando al Príncipe William Crown de Gales y a su novia, la princesa Olivia Cumberbatch de Gales —gritó el hombre, mientras ellos bajaban por las escaleras que en ese instante le parecieron demasiado largas. Miró hacia abajo, un tanto mareada, conservando la sonrisa que había practicado junto a Minerva.
Observó al elegante gentío que se hallaba allí. Sonriendo, inclinó varias veces la cabeza a modo de saludo, sin parecer torpe y cuidando que la tiara no cayera de su cabeza. Era pequeña, pero aseguraba a que pesaba más que ella.
—Te presentaré a personas cercanas a la familia y la corona, así como a personalidades de otras naciones y amigos —farfulló a discreción, encaminándose hacia ellos.
Olivia respondió a los saludos y se presentó a otros con la compañía de Will. Una que otra chica la miraba de arriba abajo, despreciativa, haciéndola menos y aseguraba a que más de uno ya pensaba que salía con él solo por ser el príncipe.
Simulaba que aquello no le dolía y fingió a la perfección encontrarse de buen humor. De nuevo, consiguió demostrar las clases de etiqueta que había tenido con Minerva y así mismo, conversó al respecto de historia y leyes, sorprendiendo a varios.
