Capítulo 48

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El mundo aquel día se había vestido en sus mejores galas para celebrar la fecha

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El mundo aquel día se había vestido en sus mejores galas para celebrar la fecha. Apenas salieron a saludar al pueblo Olivia y William como lo había deseado desde hacía tiempo, los aplausos invadieron con fervor el ambiente, vitoreándolos con alevosía y verdadero entusiasmo.

Se colocó derecha junto a él y sonrió entusiasmada cuando le sostenía la mano y plantaba un beso en sus nudillos, enamorado y honrado de estar con ella. Continuaron saludando en su largo trayecto hasta la carroza, esa que pasaría revista por las calles conglomeradas de Londres, hasta llegar al Castillo de Windsor, donde darían un último adiós, antes de mudarse al Palacio de Buckingham.

Después de aquel gran festejo y la gran celebración, el tiempo corrió a su favor y con esmero conseguían adaptarse a sus nuevas labores reales, de tal manera, que Will se encargaba de las constantes guerrillas en medio oriente, los ataques que sufrían, la salud del pueblo, la educación para los jóvenes y las nuevas ideas políticas.

Por otro lado, Olivia seguía siendo el desastre que William más amaba. Seguía mostrándose educada, afable y encantadora en todo momento que estuviera una cámara delante, otros monarcas y también con su gente, pero de igual forma, en casa, ese enorme lugar que juntos compartían, era un completo caos andante, un torbellino de emociones y acciones que le alegraban cada día con esplendor al joven rey.

Todo parecía ir mejor de lo que ambos creían, así mismo el reino. Aunque muchos creían que Olivia al poco tiempo se volvería loca, había demostrado que tenía un talento natural y con ayuda de Leonardo y Edward, conseguía con éxito emprender el sueño de su fundación "Vidas Aladas", donde como lo había planeado, comenzaba a progresar al ayudar a niños y adolescentes.

En su primera subasta, había salido la idea bastante bien, consiguiendo por lo menos la suficiente cantidad de fondos que ella creía necesaria —cosa que había acertado—, y aunque a la segunda ocasión no fue como lo esperaba, su visita a otras naciones y su aporte habían ayudado bastante a que el proyecto progresara.

Aquella mañana su trabajo consistía en una rueda de prensa para agradecer al público y a los que habían ayudado con su colaboración en el proyecto, así mismo para dar a conocer las primeras estadísticas de los últimos y más recientes resultados e incluso, para hablar sobre William y su matrimonio.

Había pasado cerca de nueve meses desde que se unieron como marido y mujer y sus nupcias no se consumaban en su totalidad. No habían tenido intimidad y todo por decisión de ella, que seguía teniendo recurrentes imágenes de Will junto a Dalila en su cama, su cama, impidiéndole en más de una ocasión que incluso la tocase.

Agotada, masajeó un poco su nuca con la intención de disipar la tensión que allí se encontraba. Recibió gustosa la botella de agua que Audrey le tendía, a lo que agradeció y caminó por el pasillo junto a ella, tratando de concentrarse en cualquier cosa que no fuera el dolor que hasta en su cabello sentía.

Desastre RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora