OCHO

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—¡Han, estás clavándome tu codo en la costilla!

—¡Chhhhhts!

—Estás haciendo un drama de toda esta situación.

—¡Es que es un drama! ¡Lo arruiné todo, no querrá hablarme nunca!

—¿Y planeas esconderte aquí toda la vida?

—....

—....

—Es cómodo.

Jisung llegó temprano a la escuela ese día, dejando que su mejor amigo llegara con los hermanos Yang más tarde. El rubio había buscado a su Jisung por los pasillos de la escuela, esperando que le explicara los acontecimientos del día anterior, pero su manera de charla había terminado con ellos escondidos en el armario de limpieza con un cepillo clavándose en la espalda y el pie metido en un balde.

—¿Me contarás qué pasó o desahogarás tus penas con el desinfectantes? —demandó removiéndose con cuidado de no patear las latas de aromatizante.

—Ya, ya, sí.... —Tomó aire para empezar a relatar.—Todo comenzó cuando salimos de casa de Hyunjin...

*Flash back*

¿Seguro que puedes llevarlo?—preguntó Jisung por quinta vez—Seungmin me dijo que lo acompañara, no tienes que molestarte.

¡No es molestia, en serio! No tengo problema de acompañar a Jeonginie a su casa, ustedes pueden irse—respondió sincero Hyunjin para darle tranquilidad al pelinaranja. Quería tener un poco de privacidad con el menor, ya que nunca podían estar solos en la escuela por la diferencia de año, y porque en los tiempos libres siempre estaban acompañados por sus amigos. Sería agradable un momento a solas, y también quería darle un pequeño empujón a su amigo de pasar tiempo de calidad con Han. Serían dos pájaros de un tiro.

Sí ¡Te puedo mandar un mensaje para decirte que llegué bien, no hay problema Hannie!—respondió emocionado el menor, con un pequeño sonrojo. Por supuesto que al mocoso no le preocupaba, Hyunjin lo llevaría hasta su casa como su príncipe protector.
Por Jisung estaba bien, pero ¿habría algún problema con Seungmin?

Bien, entonces, ¡podemos irnos!—dijo Minho a sus espaldas.

Los cuatro chicos se despidieron y tomaron sus propios caminos aquella noche. Woojin se había ido horas antes, diciendo que estaba cansado y que dormiría temprano para rendir el día siguiente en su entrenamiento, despidiéndose y acordando que se verían mañana en la escuela.
Jisung y Minho caminaban a una distancia considerable por las solas calles del vecindario bajo las estrellas. Minho le relataba una anécdota divertida de cuando era pequeño y sus padres lo llevaban a acampar, Jisung lo escuchaba con total atención detallando los rasgos tan hermosos y brillantes que este tenía a la luz de la luna. Se veía tan ensueño cuando las arrugas en sus ojos se formaban mientras reía. Definir sus nuevos sentimientos hacia él pelinegro habían sido un reto, no supo cuándo fue el momento exacto en que empezó a sentir todo aquello. Solo sucedió. Estaba nervioso por eso, pero debía confiar en Felix cuando le dijo que no todos los chicos eran malos.

Sin darse cuenta ya estaban en las afueras de su casa. Minho se posicionó frente a él frotando sus pálidas manos por el frío y metiéndolas dentro de los bolsillos de sus jeans. Tenía una mirada tan calmada y plena mientras que Jisung sentía que podría desmayarse en cualquier momento. Quería saber qué sentía, quería sentirlo. Y como siempre, se dejó llevar e hizo caso a sus impulsos.

Minho no vio venir cuando Jisung acunó su mejilla con su mano ¿Qué estaba haciendo?
El pelinaranja se acercó lentamente a él hasta que sus alientos se ligaron soltando un pequeño suspiro frío. Minho quedó estático. Jisung cerró lentamente sus ojos y rozó suavemente los labios sobre los suyos. Lo estaba besando, Jisung lo estaba besando. Al principio sus labios no se movieron, pero luego suaves y delicados tactos le acompañaron, se sentía tan bien. Tan real...

Stay With Me ↬【Changlix】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora