TREINTA Y SIETE

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Felix se encontraba bastante nervioso, incluso en la mañana.

El día siguiente sería el cumpleaños de Changbin y estaba con la cabeza metida en como saldría todo su plan. La ayuda de su padre ya estaba en marcha, y había hablado con los chicos también. Más tarde iría al lugar a hacer su parte y...bueno, solo podía esperar que todo saliese como lo imaginaba. También se acercaba la fecha del show de talentos y tenía los últimos ensayos por hacer, por eso, ese día se había puesto en contacto con Minho y Hyunjin para ensayar en otro lugar. Al parecer los chicos habían conocido a alguien que tenía un espacio y que estaba bastante dispuesto a que fueran allá. Ahora, Felix estaba en las afueras del lugar viendo sus zapatos con impaciencia. Había llegado muy temprano y culpaba a sus nervios por estar tan ansioso que ni siquiera tuvo control del tiempo.

Pensó en la tarde anterior y en lo bien que la había pasado con Jisung y Changbin. Saber que ambos habían formado una buena relación y también que Changbin le había comentado que tenía ganas de escribirle a Seungmin le daba más ilusión. Que sus mejores amigos estuviesen aceptando a Changbin y viceversa era excelente, porque tanto ellos como el pelinegro eran muy importantes para Felix.

Eso, por supuesto, no mejoraba su flechazo.

Se podría decir que estaba torturándose con que todo estuviese tan bien, porque sí, la pasaba increíble, pero ¿cómo calmaba las ganas de querer saltar a sus brazos? De besarlo de nuevo, o de expresarle simplemente lo mucho que le gustaba, el desastre que era gracias a él, las ganas que tenía de ser correspondido. Era terrible y a la vez lo mejor del mundo, ya que sabía que Changbin la estaba pasando bien. Todo parecía estar mejorando para el chico así que Felix era sumamente cuidadoso con cualquier daño que pudiese arruinar esa calma. Aún veía el cansancio en los ojos de Changbin, la sombra de la tristeza y la ansiedad por el futuro, pero a la vez, la batalla de él mismo por vivir el presente. Y así quería mantenerlo, ¿quién le aseguraba que al ser sincero no arruinaría las cosas?

Felix se repetía que todo estaría bien, únicamente debía superarlo y ponerle otro lugar distinto en su corazón.

Si tan solo fuera tan fácil...

-Buenas tardes, amigo, ¿puedo ayudarte?-saludó alguien llegando de la nada y posicionándose a su lado. Felix observó que el extraño traía un bolso grande y un juego de llaves en su mano porque lo que inmediatamente lo identificó como el chico del lugar.

-Sí, soy Felix-se presentó inmediatamente con una sonrisa.-Mis amigos, Minho y Hyunjin me dijeron que hablaron contigo y que les dijiste que podíamos ensayar nuestro número de baile para la escuela aquí. ¡Lamento si es muy temprano, puedo esperar! Es que salí de mi casa con la cabeza en otro lado y, tampoco me percaté de que mi reloj no tenía la hora correcta y, bueno...

-¡No te preocupes! Por supuesto, perdóname a mí sí tuviste que esperar mucho aquí afuera, soy yo el que anda bastante despistado, pero ya sabes, estoy acostumbrándome a estar aquí de nuevo-rió amable hacía él, extendió su mano de inmediato para presentarse correctamente.-Soy Chan, y sí, sé lo que estás pensando, soy muy joven para tener este lugar.

En ese momento Chan abrió las puertas frente a ellos y le dió lugar a Felix para que entrara. El rubio hizo un ademán y entró formando una O con sus labios a ver que el lugar era bastante amplio.

-Es... lindo-opinó aún detallando el espacio como si fuese un mundo mágico y desconocido-Debiste haber trabajado mucho por ello-comentó Félix siguiéndolo por los pasillos.

-A penas me mudé a otro país, no tardó más de un mes para que se me metiera está loca idea en la cabeza...-habló alto para ser escuchado ya que Félix caminaba detrás de él.-Cuando estás en un lugar nuevo sin nadie con quién hablar, piensas mucho. Entonces, debía pensar en algo bueno al menos, sino iba a volverme loco.

Stay With Me ↬【Changlix】Where stories live. Discover now