Stay With Me ↬【Changlix】

QUINCE

La lluvia torrencial azotaba las calles esa tarde. Los años habían pasado y los niños que eran antes solo se reflejaban en la amistad que aún permanecía. Woojin corría al lado de Seungmin mientras este reía como si aún tuviese siete años. Ese día habían salido temprano de la práctica de béisbol, Seungmin insistía en que el día estaba perfecto para dar un paseo. Woojin lo había mirado con la mejor cara escéptica, pero no se negó, de todas formas amaba pasar el rato con Seungmin. Incluso había estado muy emocionado los últimos días ya que el castaño le había dado la noticia de que se cambiaría a su misma escuela. ¡Estudiaría con Seungmin! Vería a su mejor amigo todos los días, y tal vez conocería por fin a su hermano menor que también estudiaría allí. Woojin había oído incontables veces del pequeño Jeongin, pero nunca lo había visto. Conocía a Seungmin desde los nueve años—Actualmente tenía catorce—y por más loco que sonase no había tenido el placer de conocer a la enigmática familia de su mejor amigo.

Enigmática.

La familia Yang siempre le había parecido un tema muy delicado de tratar. Seungmin siempre llegaba con relatos nuevos para contarle; no todos muy felices. Los Yang tenían dinero, mucho dinero. Por fuera parecían esa típica familia rica estereotipada que veían a todos por sobre sus hombros; con un padre controlador que desbordaba dinero, una madre presumida de ello con sus ácidos modales, y unos hijos que aspiranban la perfección. Por fuera parecían eso, pero por dentro eran peores; en lo que a los padres se refiere. El señor Yang no solo era controlador, el hombre tenía fuertes temperamentos y un carácter envidiable de militar, su mujer era totalmente atenta con las cosas de su marido, pasiva con sus decisiones y siempre obediente con sus reglas, anfitriona y administradora de cada lujoso restaurante de la mano de su marido y respetada por la comunidad adinerada. Por otra parte, sus hijos. Ellos no encajaban con sus aspiraciones, y eso hacía las cosas difíciles.

Tener un hijo gay les hacía las cosas difíciles.

Seungmin era gay, y eso para ellos no estaba bien. Cuando eran niños, Seungmin le contaba de sus gustos a Woojin, cosas etiquetadas con "solo para niñas" y de las cuales sus padres lo castigaban por anhelar. Fueron creciendo, Woojin fue entendiendo más las pequeñas cosas que desconocía del mundo. El por qué su mejor amigo tenía aquellas preferencias y porque sus padres lo trataban de esa manera. Seungmin no había salido del closet con sus padres, mejor dicho, no había salido del closet con nadie, únicamente a Woojin le había contado aquello. Podía confiar en él con los ojos cerrados. Sus padres no sabían la verdad de frente, pero sus actitudes durante la niñez habían dejado evidencian de cosas poco "Normales" en un varón, por lo que Seungmin tuvo que cerrarse por completo ante la mirada tajante de sus padres cuando entro a la adolescencia.

—¡Aquí! —Jaló Seungmin su brazo—Eres muy lento, siempre he sido más rápido que tú corriendo.

Estaban bajo un pequeño quiosco cerrado manteniéndose a salvo de la lluvia. Sus uniformes escurrían y sus respiraciones eran cansadas.

—Estoy empapado hasta mi alma, Yang Seungmin, no se me apetece correr rápido con una laguna en mis zapatos—Se defendió el mayor fulminando a su amigo.

—Ya, ya, cálmate, vamos a sentarnos aquí hasta que pase—tomó asiento en unos bancos del negocio tras él.—Casi nunca me baño en la lluvia, mamá odia el barro en los pisos de la casa—lentamente posó su cabeza en el hombro de Woojin que se había sentado a su lado.—Recuerdo una vez que Jeongin llegó a casa después de su clase de piano, había llovido y todas las calles estaban húmedas. Mi madre salió a recibirlo y vio el barró en sus pies y la ropa empapada. El pobre Innie estaba muriendo de frío, pero no lo dejo pasar "Hasta que dejes de escurrir" había dicho. Mi hermano pasó un rato en la entrada quitando el barro de sus zapatos y secándose con una toalla que le lanzó.