VEINTISÉIS

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1/3 Maratón.

Lo prometido es deuda, muchas gracias por los 5k de votos y las 32K de lecturas. Admito que me puse muy sentimental escribiendo este cap, quizá algún día les cuente el por qué. De nuevo gracias por votar y seguir aquí conmigo. Mañana subo el siguiente y pasado el otro<3.

e, ×.

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—Bien, Changbinie, aquí estamos.

Después de veinte minutos, Felix convenció a Changbin de quedarse a dormir en su casa esa noche. El pelinegro tomo una ducha caliente a regañadientes, una taza de té y una pastilla para evitar el resfriado que Felix le brindó sacando sus dotes de enfermería casera. Ahora, ambos se encontraban en su habitación con sus pijamas bien puestas— aunque las de Changbin algo grandes— sentados como indios uno al frente del otro. La lluvia seguía afuera volviendo el ambiente frío, sin embargo, estaban cómodos.

—Lamento por haber tardado tanto en recibirte, por nada del mundo me esperaba encontrarte parado afuera de mi casa como un perro abandonado en medio de la lluvia.

—Excelente similitud, Lee—volcó los ojos el pelinegro.—No importa, la verdad estoy bien, no es la primera vez que camino en tormentas mortales.

Changbin tenía el cabello mojado pegado a su frente y un leve sonrojo por el frío en sus mejillas. Cargaba puesta una camiseta blanca sin mangas que dejaba ver sus brazos. Felix meditaba internamente para concentrarse en sus ojos.

—Entonces…—silvo mientras jugaba los dibujos de la sabana.—¿Qué quieres hacer ahora?

Changbin suspiro profundamente y dijo:

—Quiero que me hagas preguntas.

El rubio dejó de jugar con los dibujos de astronautas en su sábana para mirar al pelinegro directamente.

—¿Tú…quieres qué te haga preguntas…?—repitió lentamente hacía Changbin como si de un niño se tratase.

—No me mires así, pareciera que te hubiese dicho que quiero ser embajador de Japón.

—¡Creo que eso me hubiese sorprendido menos!

Changbin volcó sus ojos y puso una cara de pocos amigos.

Sí, Felix extrañaba eso.

—En serio—afirmó— Te dije que quería intentar las cosas que he evitado por todo este tiempo. Una de esas cosas ha sido permitirte que me conozcas. ¿Quieres ser mi…amigo, no? Entonces, tengo que dejarte entrar a lo que soy.

Sí, Changbin quiero ser tu amigo. Pensó sarcásticamente su tortuosa conciencia.

—Entonces, ¿quieres decir qué puedo preguntar sobre cualquier cosa y vas a responderme?

—Oh, vaya, si que eres inteligente—comentó con ironía mientras estiraba los brazos y se apoyaba de ellos hacia atrás. Sus músculos ahora estaban tensos, casi tan tensos como Felix intentado no mirarlo.

—Solo quería estar seguro—agregó. Entonces, se propuso cuál podría ser su primera interrogante. Tenía que ser especial, al fin podría abrir ese cofre de secretos que tanto quiso conocer, recordó aquella cosilla interesante:—¿Tú…, eh…eres músico?—preguntó.

Las comisuras de Changbin se elevaron un poco. Como si fuese una acción de reflejo a aquella pregunta especial.

—No sé si podría llamarme músico, porque; nunca he tocado un instrumento en mi vida—comenzó.—No estoy seguro ni de como se clasifican las notas y tampoco tengo idea de muchas cosas más. Sin embargo, soy música. Puedo hacerla, ¿puedo sentirla?...de mí salen ritmos y letras, es como… si fuese otro idioma que domino sin haberlo aprendido de ningún lado más que conmigo mismo y situaciones de mi entorno. Hago…canciones, nadie lo sabe, o bueno, ahora tú lo sabes. Mi mamá también estaba consciente de ello, pero prefería ignorarlo, hasta que, hace unos días, me encontró en mi cuarto. Tiró mi cuaderno de canciones por la ventana…Ese fue el día en que fuiste a mi casa, por eso estaba tan afectado. De nuevo los siento, esas canciones significan mucho para mí, de verdad, las escribí en momentos importantes y me ayudan a cerrar ciclos o, bueno, intentar cerrarlos, yo no quería tratarte de esa forma-

Stay With Me ↬【Changlix】Where stories live. Discover now